El gobierno de Colau se compromete a incrementar este verano los controles de los coches de alquiler con conductor
BARCELONA21/05/2021 01:167
Los taxistas del área metropolitana de Barcelona sacaron ayer los codos y redoblaron su presión sobre sus competidores y las administraciones. Buena parte del gremio tiene a Cabify y Uber en su punto de mira, y confía en que las instituciones se pongan de su parte en ese conflicto que se agravará las próximas semanas. Más de mil vehículos bicolores protagonizaron la mañana de ayer otra marcha lenta por el centro de la ciudad, convocada por las principales asociaciones de profesionales de sector. El Ayuntamiento se comprometió a incrementar los controles de los coches de alquiler de con conductor, los VTC.
Porque aquella tensa calma que trajo la pandemia ya llegó a su fin. Durante meses unos y otros apenas encontraron clientes que disputarse. La caída de la demanda de viajes urbanos dejó todas las recaudaciones tiritando. Los taxistas se aburrían en la parrilla de la estación de Sants y los de Caify por los alrededores. Pero ya arrancó la desescalada, muy pronto bares y restaurantes abrirán hasta medianoche, a muchos franceses les encanta bajar a Barcelona a emborracharse los fines de semana… Y, no hace mucho, los taxistas, que aún están autorregulándose para no hacerse la competencia entre ellos, decidieron incrementar el número de coches en funcionamiento los fines de semana, y los de Cabify se pusieron unos nuevos cartelitos muy luminosos y vistosos ¡Todos quieren recuperarse cuanto antes de un año funesto!
Más de mil taxistas protagonizan otra marcha lenta de protesta por las calles del centro de Barcelona
De modo que, luego de dejar a Uber en jaque, los taxistas más combativos intensificaron sus hostilidades hacia Cabify. Acusan a esta empresa de incumplir de manera sistemática el decreto ley de la Generalitat que restringe la actividad los VTC. Dicen que Cabify no respeta la obligatoria precontratación con quince minutos de antelación, que sus coches circulan por las calles en busca de clientes, que en verdad tratan de funcionar como taxis, igual, aunque sea de una manera ilegal ¡incluso el cartelito luminoso y vistoso, añaden, contraviene el reglamento del taxi metropolitano!Lee también
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La comitiva de taxistas encabezada por Alberto Álvarez, alías Tito , fue recibida en Sant Jaume por Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguridad, y Rosa Alarcón, edil de Movilidad y presidenta del Institut Metropolità del Taxi (Imet). Los concejales presentaron un balance de inspecciones a VTC: en el 2019 se abrieron 106 expedientes, en el 2020 hasta 135 y este año 22. La mayoría por circular por la ciudad en busca de clientes, como si fueran taxis. A los taxistas estos números se les antojaron ridículos. Batlle y Alarcón se comprometieron a mejorar la formación de los agentes a fin de incrementar los controles sobre las VTC ya en julio.
Y Uber permaneció esta vez en un segundo plano, al menos aparentemente. Pero en realidad nadie concitó nunca tanta unanimidad entre los taxistas como la multinacional de San Francisco. Siempre será el enemigo que batir. De modo que mientras discurría la marcha entre la plaza Espanya y la Via Laietana, una protesta que en verdad discurrió mucho más veloz que la anterior a finales de marzo, que
trató así de paliar las molestias generadas a fin de no ganarse las antipatías de la ciudadanía, unos cuantos grupos de taxistas de Telegram y WhatsApp continuaron aireando las identidades de compañeros dispuestos a trabajar con la app de Uber y de empresarios que quieren que sus flotas de asalariados también lo hagan. El pasado lunes Uber denunció estas prácticas, y también a Álvarez –a su entender por promoverlas–, ante la Autoritat Catalana de la Competència (Acco).