El pacto comercial entre la UE y Estados Unidos hace agua

El ‘Brexit’ y el extendido rechazo social en Europa, hacen imposible completar las negociaciones del TTIP

LUIS TINOCO

Si algo caracteriza al protagonista de El Renacido —la película con la que Alejandro González Iñárritu ganó en febrero el Oscar al mejor director— es la constancia y la superación. Hugh Glass, el personaje interpretado por Leonardo di Caprio en la pantalla, vive una odisea para resistir el duro clima de las montañas y vengar la muerte de su hijo. La película es una adaptación del libro del mismo título de Michael Punke, que va a tener que hacer uso de esas mismas habilidades si quiere llevar a buen puerto su propia misión.

En su vida ‘civil’, Punke es el número dos del Departamento de Comercio Exterior de Estados Unidos y su embajador ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Es, además, el encargado de negociar por parte de EE UU el acuerdo de comercio e inversión con la UE, el TTIP (siglas de Transatlantic Trade and Investment Partnership), un proyecto que va a exigir una fuerza de voluntad equiparable a la que Di Caprio exhibe en la película para superar las numerosas amenazas que le acechan.

El mantra oficial de las negociaciones resuena machacón: el mandato de negociar un acuerdo comercial de nueva generación para el siglo XXI antes de final de año sigue en pie, las dos potencias que acaparan casi el 50% del produto interior bruto (PIB) mundial tienen en sus manos marcar el rumbo de las alianzas comerciales del futuro y sellar definitivamente la mayor relación bilateral económica del mundo.

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“Desde la perspectiva de EEUU, hay mucho logrado y se han registrado muchos avances. Todavía es posible llegar a un acuerdo este año. El objetivo y el mandato del presidente [Barack Obama] es concluir las negociaciones en 2016 y trabajamos para que eso sea una realidad”, insistía el Punke negociador en un encuentro con periodistas durante una reciente visita a Madrid. “La Comisión Europea negocia sobre la base del mandato unánime que los Estados miembros nos dieron en 2013. La Comisión está preparada para finalizar el acuerdo a finales de año”, señalaba días antes el portavoz del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker.

Pero lo cierto es que algunos capítulos de la negociación llevan más de un año sin registrar avances reales y es difícil creer que lo vayan tener en apenas unos pocos meses. Para los europeos resulta prioritario el acceso a las compras públicas de EE UU, un mercado de 320.000 millones de dólares.

“El acceso es importante no solo a nivel federal, donde la penetración europea es muy baja, sino también en el ámbito municipal y regional. Llevamos más de un año esperando una respuesta”, advierte el embajador francés en España, Yves Saint-Geours. Tampoco marchan bien las conversaciones en lo que respecta a las telecomunicaciones, el transporte marítimo y la protección de inversiones, donde la Comisión Europea ha planteado la creación de un tribunal específico para dirimir las diferencias entre los Estados y las multinacionales —un modelo que se ha incorporado al acuerdo comercial con Canadá, que previsiblemente se firmará en octubre—.

Sin avances y propuestas concretas en estos ámbitos, los europeos se resisten a hacer concesiones en el capítulo agrícola, prioritario para los estadounidenses pero de especial sensibilidad en el caso europeo. Pero incluso donde las negociaciones marchan por buen camino, como en el sector farmacéutico y el automovilístico “aún queda mucho trabajo por hacer. Hay que ser claros. De momento hay capítulos a los que no se ve solución”, admite el negociador europeo, Ignacio García Bercero, en una conversación telefónica.

Visión optimista

Los estadounidenses venden una visión más optimista del momento negociador. “Hay muchos avances, ya se ha pactado acabar con el 97% de los aranceles aunque nuestro objetivo es eliminar el 100%. Pero la mayoría de los acuerdos comerciales no llegan al 90%”, apunta el embajador Punke. “Sin embargo, uno no pone en marcha una negociación de estas características para limitarse a eliminar los costes arancelarios. Ese no es el mandato para el TTIP”, puntualiza el embajador Saint-Geours.

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A las dificultades propias de un acuerdo comercial tan ambicioso como el TTIP y la larga lista de desencuentros técnicos entre las dos potencias económicas, se suman los numerosos desafíos políticos en ambas orillas del Atlántico. Barack Obama dejará la presidencia el 20 de enero de 2017 y debe lograr de aquí a entonces que el Congreso ratifique el acuerdo de asociación con el Pacífico, firmado el pasado mes de febrero y que ha suscitado el rechazo de los dos candidatos a sucederle. Por su parte, en Europa, la fuerte contestación social a la alianza comercial con Estados Unidos dificulta el apoyo de aquellos responsables políticos que aspiran a la reelección: las dos potencias europeas, Alemania y Francia, celebrarán elecciones el próximo año, ambos amenazadas por el auge de los populismos que han hecho del rechazo al TTIP una de sus banderas.

La decisión británica de abandonar la Unión Europea añade más incertidumbre a toda la negociación. No solo porque Reino Unido es uno de los principales defensores de los acuerdos comerciales y disfruta de una relación preferente con EE UU, sino porque aún queda por definir cuál será en el futuro la relación que Gran Bretaña mantendrá con la UE y eso puede condicionar el saldo de la negociación. Y todo ello con la premura de cerrar el acuerdo antes de que acabe 2016. Ni el Renacido sería capaz de tanto.

Oficialmente, los negociadores insisten en la importancia de los avances alcanzados durante las 14 rondas de negociación y los muchísimos encuentros bilaterales que han celebrado ambas delegaciones. El último, sin ir más lejos, el pasado jueves en Bruselas, que se saldó con un comunicado tan breve como lacónico. “Hemos tenido un buen encuentro en el que hemos pasado revista al sustancial progreso de las negociaciones y hemos discutido los próximos pasos para avanzar. Hemos indicado a nuestros equipos que progresen tanto como sea posible durante la próxima ronda, que tendrá lugar en la semana del 3 de octubre en Nueva York”, rezaba la nota de la Comisión Europea.

Antes de viajar a Nueva York, Malmström deberá lidiar con los ministros de Comercio Exterior en Bratislava, una cita convocada para el próximo día 23 con el fin de analizar la marcha de las conversaciones y pulsar el grado de compromiso de los Estados miembros tras de la catarata de críticas de las últimas semanas. El dirigente socialdemócrata alemán y vicecanciller, Sigmar Gabriel, aseguraba a finales de agosto que “las negociaciones con EE UU han fracasado de facto aunque nadie realmente lo admite”. La canciller, Angela Merkel, sin embargo, reiteraba su apoyo al TTIP. Pocos días después de las declaraciones de Gabriel, el secretario de Estado de Comercio Exterior francés, Matthias Fekl, anunciaba la intención de París de pedir la paralización “definitiva” del acuerdo precisamente durante la reunión ministerial de Bratislava. Su posición fue respaldada de inmediato por el ministro austríaco.

La aparición de dos bandos europeos en torno al TTIP se ha materializado esta misma semana cuando los ministros y secretarios de Estado de 12 países europeos (Reino Unido, Dinamarca, España, Italia, Finlandia, Portugal, Suecia, Letonia, Lituania, Irlanda, Estonia y República Checa) han remitido una carta a la comisaria Malmström instando a Europa “a demostrar un liderazgo claro en las negociaciones de los acuerdos de libre comercio si queremos generar el crecimiento que necesitamos para superar nuestros desafíos futuros”. Las negociaciones del TTIP “han mostrado avances, teniendo en cuenta el amplio ámbito y las elevadas ambiciones del acuerdo. Sin embargo, quedan asuntos pendientes y debemos concentrar nuestra atención en encontrar soluciones”, agregan. Sus homólogos de Alemania, Francia y Austria no se encuentran entre los firmantes.

Oposición francesa

Queremos un tratado pero no un acuerdo asimétrico. Y no estamos tan solos en esta postura”, justifica la Embajada francesa en Madrid. Aunque será difícil que los críticos con el TTIP lleguen a tumbar las negociaciones en la reunión de Bratislava, sus cancillerías recuerdan que el acuerdo con Estados Unidos, igual que el de Canadá, deberá ser ratificado por cada uno de los Parlamentos nacionales, a diferencia de lo que sucedía con pactos anteriores. Y ahí puede llegar el veto. “Pero no hace falta llegar tan lejos”, dicen fuentes diplomáticas.

La perspectiva de un fracaso en la negociación es cada día más patente pero nadie quiere blandir la espada y dar por muerto el Tratado. “Esa es la cuestión, que nadie quiere asumir la responsabilidad del fracaso en las negociaciones“, aseguran fuentes diplomáticas europeas.

Estados Unidos ha empezado a jugar la baza del Brexit en la negociación porque lo cierto es que Reino Unido es un mercado muy importante para sus productos: Gran Bretaña representa el 25% del total de sus exportaciones hacia la Unión Europea, un porcentaje que asciende al 65% en el caso de los vinos y al 50% en los servicios financieros. “No estamos retirando nada de las negociaciones por el Brexit, para nosotros aún es un acuerdo muy valioso, pero en el balance entre lo que ganamos y perdemos con el TTIP, el saldo se desequilibra y habrá que tenerlo en cuenta”, desliza Michael Punke.

La realidad, sin embargo, es que la Comisión tiene el mandato aún en vigor de “negociar en nombre de los Veintiocho. Hasta que no se active el artículo 50 y veamos qué implica no cambia nada. Las empresas y la industria británica siguen formando parte activa de la negociación, como las de otros países”, puntualiza García-Bercero. De hecho, un británico, Michael Bowles, jefe para Europa de Asuntos Públicos y Corporativos del banco Standard Chartered, encabeza el grupo de asesores de la Comisión Europea para el TTIP. La UE a Veintiocho aún es una realidad en el ámbito comercial.

Ante esa perspectiva empieza a emerger con fuerza la idea de buscar una salida digna a la negociación. Aunque EE UU negocia el TTIP directamente con los responsables de la Comisión y no con los Estados miembros, en las últimas semanas Punke ha estado de gira por varias capitales europeas (Madrid, Roma y Bruselas, solo en su último viaje) para tomar el pulso a los Estados e intentar aquilatar los avances logrados, aunque sean más que insuficientes respecto al propósito inicial.

El plan pasaría por rebajar las ambiciones y firmar un acuerdo de mínimos que permita exhibir un compromiso político entre las dos potencias económicas y asentar los avances logrados en la negociación, especialmente dada la incógnita que se abre ante el cambio en la presidencia de EE UU. “Italia ya planteó esa propuesta en 2014, bajo su presidencia rotatoria. Y fue rechazada”, recuerdan fuentes diplomáticas. Sería una especie de TTIP light, que permitiría seguir negociando los aspectos más espinosos del tratado sin la presión del calendario pero que también haría mucho más difícil cerrar esos capítulos pendientes.

No obstante, todo este planteamiento sencillamente no resulta realista a ojos de Bruselas. “La Comisión siempre ha defendido la aproximación global. El tratado solo entrará en vigor cuando se haya pactado en su totalidad”, explica el negociador europeo. Francia va más allá y advierte: “No se trata de una señal política, sino de un acuerdo comercial. Y eso no respetaría el mandato del TTIP”

Publicado por el País.

UGT lanza una campaña para explicar los efectos perniciosos del acuerdo comercial y movilizar a los trabajadores

Los sindicatos preparan movilizacionescontra los tratados comerciales de la Unión Europea con Estados Unidos (TTIP) y con Canadá (Ceta). UGT y CCOO están ultimando la convocatoria de una manifestación que probablemente se celebrará el 20 de septiembre contra estos tratados comerciales. Esta protesta se enmarcará en una batería de movilizaciones que los sindicatos de varios países europeos preparan para las mismas fechas, y que a mediados de octubre se ampliarán, además, a otras organizaciones de ciudadanos.

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El sindicato UGT lanza, además, este lunes una fuerte campaña publicitaria contra el TTIP, con el objetivo de movilizar a los trabajadores de cara a la tercera semana de septiembre. Pretenden conseguir que el TTIP suscite tanto interés entre los trabajadores como en países como Alemania, donde el rechazo al tratado ha provocado manifestaciones masivas. La campaña “7 (de las muchas) razones para decir #NoalTTIP” tiene, además, por objeto explicar el contenido del acuerdo.

Explicar los perjuicios

Pese a las dudas expresadas esta semana por Francia (Matthias Fekl, secretario de Estado francés de Comercio, aseguró que van a solicitar la paralización de las conversaciones), el Gobierno español sigue ofreciendo su apoyo al TTIP, porque considera que los estudios ponen de manifiesto que el impacto será positivo para la economía española. “Nosotros queremos concienciar a la gente y que conozca los detalles de ambos tratados. En septiembre y octubre se van a producir pasos importantes en la negociación del TTIP y den la ratificación del CETA”, señala José maría Álvarez, secretario general de UGT.

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Aunque la campaña está focalizada en el TTIP, no olvida que el acuerdo comercial entre la UE y Canadá, podría ser aprobado este otoño. “El Ceta va a pasar a una fase de ratificación por parte de los parlamentos nacionales, y no queremos que en España se ratifique, porque es la puerta de atrás del TTIP”, señala. El sindicato quiere implicar también a los eurodiputados y los parlamentos regionales en contra del tratado.

Publicado por el País.

Comienza la recta final de la aprobación del CETA

Septiembre 2016 – CETA: LA RECTA FINAL

¡Queridas/os amigas y amigos!

Comienza la recta final de la aprobación del CETA! El viernes pasado en Bratislava los ministros de economía acordaron remitir la aprobación del acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Canadá a la cumbre de la Unión Europea que se celebrará en octubre.

Nuestra protesta les ha abierto finalmente los ojos frente a los riesgos inherentes al tratado. Pero siguencreyendo que pueden arreglarlo todo con una declaración de dudoso valor legal de ultímo minuto. Si nuestros gobiernos ceden a los grupos de presión, les corresponderá la los Miembros del Parlamento Europeo defender el bien común europeo.

Por eso debemos aumentar la presión y decirles a nuestras/os europarlamentarias/os que no se dejen engañar por promesas de cambios cosméticos carentes de valor y que voten No al CETA.

El reto es grande, pero no imposible. Con la herramienta “CETA CHECK” miles de ciudadanas y ciudadanos europeos han contactado ya con sus representantes en el Parlamento Europeo. Juntos conseguimos que los legisladores y la opinión pública conocieran los riesgos y amenazas del CETA. Hasta ahora hemos recibido más de 1200 respuestas de europarlamentarias/os que representan a la mayoría de países de todas las tendencias políticas. Podemos usar muchas de esas declaraciones para señalar porqué el Parlamento debe oponerse al CETA.

Además, estamos preparando la próxima fase del CETA CHECK, que posibilitará a todos los ciudadanas y ciudadanos europeos presionar a sus miembros en el Parlamento Europeo directamente, preguntándoles si van a votar contra el CETA. Pero para que tengamos éxito, necesitamos algo más que una buena herramienta y nuestro entusiasmo: necesitamos hacer mucho ruido, y que la campaña tenga un impacto grande.

Por favor ayúdanos en esta lucha apoyando la fase final del CETA CHECK con una donación.

Recuerda: el CETA es igual de arriesgado y peligroso que el TTIP. Permite a inversores extranjeros -incluyendo las 41.000 empresas estadounidenses registradas en Canadá- llevar delante de los Tribunales, a la Unión Europea o a sus Estados miembros, por proteger a sus ciudadanas/os. El CETA otorga a las corporaciones canadienses y europeas un acceso privilegiado para influenciar la la legislación y las reglas de la Unión Europea. También puede usarse para debilitar la protección de los consumidores, del medio ambiente y de los derechos sociales.

Nuestra presión ha llevado a la detención momentánea de las negociaciones del TTIP. Ahora necesitamos unirnos para lograr lo mismo con el CETA. Este tratado está ya negociado y los líderes europeos parecen resueltos a aprobarlo pese a la resistencia de las/los ciudadanas/os que los eligieron.

Asegurémonos de que eso no pase. ¡Por favor dona y contribuye a que millones de ciudadanos europeos puedan decir a sus representantes en el Parlamento Europeo que queremos que voten contra el CETA!

La votación en el Parlamento Europeo sobre el CETA será crucial. Aunque formalmente el acuerdo debe votarse en todos los Parlamentos nacionales, gran parte del mismo -no sabemos aún qué partes- va a entrar en vigor inmediatamente, aunque de forma provisional.

Pero no tuvieron en cuenta nuestra solidaridad y determinación. Y esos factores son los que puedenarrojar al CETA al precipicio.

Por favor apoya nuestra lucha con un donativo. ¡Asegurémonos de que este otoño serán los últimos días del CETA!

Gracias por vuestro apoyo,

El equipo STOP TTIP & CETA
Michael Efler, Dániel Fehér y Stephanie Roth

UGT veta simbólicamente el acceso del TTIP y el CETA a Logroño y al Ebro

POR EUROPA PRESS28/09/2016 –

UGT veta simbólicamente el acceso del TTIP y el CETA a Logroño y al Ebro LOGROÑO |EUROPA PRESS

El sindicato UGT ha vetado hoy, simbólicamente, el acceso del tratado entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP), y el acuerdo comercial de la Unión Europea con Canadá (CETA) porque “son lesivos para La Rioja, por su tejido industrial y agrícola”.

En declaraciones a los medios de comunicación, el secretario de Internacional de UGT, Jesús Gallego, ha explicado que la acción, mediante la cual el sindicato ha cubierto con una cinta la Puerta del Ebro, busca “sumarse a todas las voces” contra estos tratados.

También, “trabajar para que los políticos de La Rioja den un mensaje claro de que éstos son unos tratados lesivos para los intereses de los riojanos”.

Así, ha explicado que “el propio espíritu del tratado se hace para las grandes corporaciones que nunca van a estar en igualdad de condiciones para competir con las empresas de La Rioja”

“Si hay que homologar formas los trabajadores de La Rioja no pueden renunciar a sus condiciones laborales, que ya se han degradado mucho en los últimos años, para poder hacer competitividad a costa de los derechos laborales y del salario”, ha dicho.

Ha añadido que “estos tratados nunca están solos” y, como ejemplo, se ha referido a un acuerdo anterior al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en inglés NAFTA, entre Canadá, Estados Unidos y México “que permite la movilidad de trabajadores”.

“De las 45.000 empresas que podrían operar en España con el TTIP, 40.000 lo pueden hacer a través de Canadá con el NAFTA; eso quiere decir que hay trabajadores de La Rioja que podrían ser obligados a movilizarse a sitios donde no existe el derecho sindical y no están firmados acuerdos que tienen que ver con los horarios o con el trabajo infantil”, ha asegurado.

Publicado por Google.

Nueva filtración de WikiLeaks permite acceder a las entrañas del pacto TiSA

Una nueva filtración de WikiLeaks a la que el diario español Público ha accedido en exclusiva revela que el ‘TTIP de los servicios’ permitirá imponer sanciones económicas a los países que no cumplan sus exigencias.

Una nueva filtración de WikiLeaks a la que el diario español Público ha accedido en exclusiva revela que el acuerdo internacional sobre comercio de servicios (TiSA, por sus siglas en inglés) –conocido como el ‘TTIP de los servicios’– permitirá imponer sanciones económicas a los países que no cumplan sus exigencias.

Según el diario, los documentos filtrados demuestran que el TiSA daría un enorme poder sobre los Estados firmantes a los paneles de arbitraje, de manera que incluso podrían “decidir de facto si los gobernantes deben cambiar sus leyes”.

Leer más

Las 10 amenazas del tratado secreto de servicios TISA que fraguan 50 países

En concreto, estos paneles podrían dictaminar resoluciones vinculantes sobre las disputas entre los Estados firmantes relacionadas con uno de los aspectos de la “interpretación y la aplicación” del pacto, y obligar a un país a compensar a otro económicamente.

Según detalla Jane Kelsey, experta en este tipo de acuerdos comerciales, “estos paneles pueden decidir de facto que los gobernantes deben cambiar sus leyes, políticas o decisiones en relación con un enorme rango de servicios e imponer penalizaciones económicas hasta que lo hagan”.

Las propuestas para el mecanismo de resolución de disputas se recogen en el documento titulado ‘Institutional and Dispute Settlement Provisions (non papers)’, redactado por la Comisión Europea y fechado el 4 de julio de 2016. Este documento de 30 páginas contiene 37 artículos que pretenden servir “como base para la discusión” de este mecanismo, que no podrá ser “bloqueado” por los Estados firmantes.

¿Qué es el Acuerdo de Comercio de Servicios (TiSA)?

El acuerdo internacional sobre el comercio de servicios (TiSA, por sus siglas en inglés) está siendo elaborado entre medio centenar de países. Según reveló Wikileaks en 2015, este tratado secreto “impondrá a todos los firmantes cláusulas que benefician a las grandes corporaciones multinacionales en detrimento de la soberanía y de los intereses públicos de cada país”.

El TiSA pretende regular de manera supranacional servicios de salud, agua, financieros, telecomunicaciones y transporte, entre otros. Además, exige que haya “transparencia”, lo que, en realidad, se traduce en la obligación de los países de presentar proyectos de ley internos antes de que sean aprobados para determinar su viabilidad. EE.UU. y la UE son los principales impulsores de este pacto que afecta a 50 países y a un 68,2% del comercio mundial .

Publicado por actualidad.

¡¡OTOÑO EN RESISTENCIA !! #ni CETA ni TTIP

13 agosto, 2016marchasdeladignidadgrupomadrid

¡Este otoño volvemos a las calles! 
Semana de acción 8-15 Octubre 2016

Las organizaciones de la sociedad civil, sindicales, campesinas y políticas, jóvenes, hombres y mujeres de todo el mundo convocamos un otoño en resistencia para exigir la suspensión de los mal llamados acuerdos de librecomercio e inversiones, como el acuerdo entre la Unión Europea y Canadá, llamado CETA, o el ya conocido TTIP, que se negocia con EEUU. Estamos convencidas de que para promover una sociedad igualitaria y respetuosa de los derechos de las personas y el medio ambiente es imprescindible replantear el sistema de comercio global que, a día de hoy, únicamente favorece la concentración del poder en manos de unas pocas multinacionales.[1]
El otoño en resistencia global llama a la movilización popular frente a los tratados de libre comercio y por el fin de la impunidad de las multinacionales.

En Europa y en Canadá, este año hacemos especial hincapié en el CETA, el caballo de Troya del TTIP, que se ha negociado en secreto durante más de cinco años y pretende ser ratificado a finales de 2016. Tanto la Comisión Europea como algunos Estados miembros están empujando fuerte para que el tratado se firme cuanto antes. El gobierno en funciones de Mariano Rajoy ha ofrecido su apoyo incondicional a la firma del CETA, a pesar de no tener ningún estudio de impacto que asegure un beneficio para nuestra economía, sociedad o medio ambiente.[2]

Sin embargo, cuanto más se conoce elCETA mayor es la oposición pública y de algunos sectores concretos económicos y sociales, como el agrícola, pequeñas empresas o asociaciones de jueces, que han denunciado la ilegalidad de incluir tribunales privados para los inversores, como el ICS[3]. Además, ya son varios los Estados que por distintos motivos han expresado su opinión contra este tratado.[4]

A pesar de esta creciente oposición, la Comisión Europea pretende concluir este año la firma del CETA gracias al apoyo de otros Estados miembros, entre ellos el Estado español.

Dada la extrema gravedad de sus consecuencias, nadie puede mantenerse al margen, ya que afectará a todas las personas arrebatándoles su soberanía como pueblo. Este otoño vamos a visibilizar las voces de millones de personas que exigimos la suspensión delCETA, así como de otros tratados que amenazan el equilibrio ecosistémico y climático del planeta y ahondan en la brecha de la desigualdad global, tales como el TTIP, el TISA o el TPP.[5]

Este otoño nos movilizamos en los cinco continentes. Es un otoño de resistencia con propuestas de otro modelo económico que ponen la vida por delante de cualquier otra decisión.

La  semana de acción en el Estado español tendrá lugar del 8 al 15 de octubre en distintos lugares sobre los que se informará a través de la web:noalttip.org así como del twitter: @noalttip. 

[1] Desmantelando el poder corporativo:http://omal.info/IMG/pdf/desmantelando_el_poder_corporativo.pdf

[2] Nuevas filtraciones. España pide aplicar rápido el TTIP de la UE con Canadá pese a las reservas de otros socios europeos:http://www.noalttip.org/nuevas-filtraciones-espana-pide-aplicar-rapido-el-ttip-de-la-ue-con-canada-pese-a-las-reservas-de-otros-socios-europeos/

[3] Jueces para la Democracia sobre el TTIP y la creación de un tribunal especialhttp://www.noalttip.org/jueces-para-la-democracia-sobre-el-ttip-y-la-creacion-de-un-tribunal-especial/;http://www.noalttip.org/la-mayor-asociacion-de-jueces-en-alemania-se-opone-al-isds/

[4] El acuerdo entre la UE y Canadá sigue adelante a espaldas de la opinión pública:http://www.noalttip.org/el-acuerdo-entre-la-ue-y-canada-sigue-adelante-a-espaldas-de-la-opinion-publica/

[5] Más info: www.noalttip.org

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Las 7 verdades que espantan sobre los TPP – Acuerdos TransPacífico y TransAtlántico

Violación de leyes, destrucción de puestos de trabajo, déficit del comercio, medicamentos caros, alimentos peligrosos para la salud, criminalización de las acciones civiles amparadas por las Constituciones, un ataque directo a los Derechos logrados en cada comunidad… No es el acabose, sino que son ‘los frutos’ de un acuerdo comercial negociado entre pocos.

       

En Octubre del 2015 el presidente de EE.UU., Barack Obama, elogió al TPP como “el acuerdo comercial más progresista en la historia”, manteniendo en secreto puntos claves alarmantes.

Las organizaciones de interés público progresistas que tuvieron acceso al documento del acuerdo del TPP afirman que el texto final, fruto de siete años de negociaciones comerciales secretas entre EE.UU. y otros 11 países de la Cuenca del Pacífico, no solo sigue la mayoría de las características preocupantes de los acuerdos comerciales desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sino también abre nuevos caminos dudosos.

Para orientarse mejor en este sistema engañoso el portal In These Times ha pedido a los expertos explicar los 7 puntos más alarmantes del tratado, tomando como base a uno de los líderes del acuerdo, EE.UU.

Algunos documentos filtrados sugieren que las grandes industrias y las empresas multinacionales, incluidas las grandes farmacéuticas que operan en América del Norte, América del Sur y Asia, obtendrían amplios poderes para desafiar las regulaciones, acciones y decisiones de los tribunales de gobiernos soberanos ante tribunales organizados bajo el Banco Mundial o las Naciones Unidas. Este sistema se denomina ‘arbitraje de diferencias inversor-Estado’, es decir, que las empresas de capital extranjero se sitúan al mismo nivel que los gobiernos soberanos.Un documento descubierto por WikiLeaks revela que el TPP fue diseñado para favorecer a las grandes corporaciones transnacionales, permitiendo a las mismas demandar a los gobiernos y solicitar millonarias indemnizaciones a cuenta de los contribuyentes. Incluso cuando los gobiernos ganan, bajo las reglas del TPP las multinacionales pueden pedir el pago de los costos de los procesos y honorarios de abogados, que promedian unos 8 millones de dólares por caso.

Lo más notable es que en las cerca de 6.000 páginas de texto del TPP ni siquiera mencionan las palabras “cambio climático”. El acuerdo da un paso atrás respecto a las protecciones ambientales de todos los acuerdos de libre comercio de EE.UU. desde 2007, al no exigir a los países del TPP cumplir con sus obligaciones en un conjunto de tratados ambientales internacionales centrales.

Aún más, las organizaciones ambientalistas como Greenpeace, Amigos de la Tierra, el Consejo de Defensa de Recursos Naturales, entre otras, han denunciado públicamente al TPP, argumentando que permitiría demandar a los gobiernos por tratar de limitar a las industrias que contaminen el aire.

Así, en 2013, la empresa minera estadounidense Lone Pine Resources demandó a la provincia canadiense de Quebec por aprobar la prohibición del ‘fracking’ en la zona, en la que se produjeron graves efectos contaminantes para la salud humana y el medioambiente, algo que, según los representantes de la compañía, le costó al Gobierno más de 250 millones de dólares.

Entre 1997 y 2014, EE.UU. perdió más de 5 millones de empleos en la manufactura. La gran mayoría, según el Instituto de Política Económica, desapareció como resultado del creciente déficit comercial con socios de tratados de libre comercio y la inversión-oferta de EE.UU. Unos 850.000 puestos de trabajo se perdieron en el TLCAN después de que entró en vigor en 1994.

Pero el pronóstico para los empleos que se perderán a causa del TPP es aún peor. ‘The Wall Street Journal’ ha calculado que para el año 2025, el acuerdo aumentaría el déficit comercial de EE.UU. en la fabricación, montaje de automóviles y piezas de automóviles en 55.800 millones de dólares al año. A ese ritmo, basado en la fórmula del Departamento de Comercio, el TPP llevaría a otros 323.000 trabajadores manufactureros estadounidenses al paro. Eso es casi un millón de empleos cada tres años.

Y eso es una estimación conservadora, ya que los negociadores del TPP no incluyeron métodos aplicables para detener los abusos laborales extranjeros, incluidos los salarios miserables y las condiciones de trabajo peligrosas.

El déficit comercial actual, por ejemplo, de EE.UU. ronda los 500.000 millones al año, o un 3% del PIB del país. Estas cifras, por su parte, dependen de la creación de la demanda y el empleo en otros países e implican la pérdida de cerca de 3 millones de empleos en EE.UU. al año. Esto importa enormemente en el contexto de una economía frente a un déficit en la demanda, o “estancamiento secular”. En tiempos normales, la pérdida de demanda al déficit comercial podría ser sustituida por una mayor inversión o el gasto del consumo, pero en condiciones actuales ni cubriría esa pérdida.

El TPP, por su parte, no aborda la razón principal del déficit comercial: la manipulación de la moneda por otros países. El aumento de los precios de las exportaciones y la reducción del precio de las importaciones hacen los bienes y servicios nacionales menos competitivos a nivel internacional.

Tras las filtraciones de WikiLeaks, el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz, alertó sobre las cuestiones de salud y los riesgos para los consumidores que podrían ir asociados al TPP. “En EE.UU. tuvimos un acuerdo para equilibrar los medicamentos genéricos y los de las grandes farmacéuticas. Queríamos que las grandes farmacéuticas trajeran nuevos medicamentos y que los genéricos mantuvieran el precio bajo. Mientras que nuestros precios de los medicamentos siguen siendo los más altos del mundo, si no hubiera sido por los medicamentos genéricos, habrían subido por las nubes”, asegura.

El director del Programa de Acceso Global a Medicamentos, Peter Maybarduk, por su parte, ha señalado que, “si el TPP se ratifica, la gente de los países ribereños del Pacífico tendría que vivir de acuerdo con las reglas de este texto que ha sido filtrado”. “Los nuevos derechos de monopolio para las grandes compañías farmacéuticas pueden poner en peligro el acceso a los medicamentos en los países del TPP. El TPP podría costar vidas”, ha advertido. (En la pagina Redcom hemos publicado dos artículos sobre el brutal aumento de los medicamentos).

En lo inmediato, el TPP abriría una avalancha de importaciones de mariscos, lácteos, frutas y verduras a EE.UU. en un momento en que las inspecciones de importación sufren de una falta de financiación grave. EE.UU. actualmente inspecciona solo el 2% de las importaciones de alimentos, y hay pruebas presentadas por el Consumer Reports que demuestran que el 60% de los mariscos (el 91% de los cuales se importa) están contaminados.

El TPP también ofrece a las empresas nuevas maneras de desafiar los procesos de las inspecciones de seguridad de los alimentos. Se crearía un “mecanismo de respuesta rápida” que permitiría a las empresas extranjeras impugnar las decisiones de seguridad alimentaria.

El TPP prohibiría los controles de capital, que permiten a los países bloquear vuelos desestabilizadores de “dinero caliente” de los inversores que esperan sacar provecho momentáneo de oportunidades especulativas y a continuación salir fuera del país, justo antes de que las burbujas que crearon colapsen. El acuerdo también detendría la promulgación de impuestos a las transacciones financieras, un medio de amortiguación de la especulación y un mecanismo necesario para aumentar los ingresos públicos.

Ecoportal.net

Periódico del Bien Común

Publicado por Ecoportal.

Francia descarta el tratado TTIP entre UE y EEUU porque “no va en el buen sentido”

Las reticencias de la izquierda a ambos lados del Atlántico suponen un freno a las negociaciones.

El primer ministro francés, Manuel Valls. Foto: Reuters.

El primer ministro francés, Manuel Valls, afirmó el domingo que “no puede haber acuerdo”de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (TTIP), porque la negociación “no va en el buen sentido”.

“A partir de ahora, ningún acuerdo de libre comercio debe concluirse si no respeta los intereses de la Unión. Europa tiene que mantenerse firme. Francia velará por ello. Y yo os lo digo sinceramente: no puede haber acuerdo de tratado transatlántico. Este acuerdo no va en el buen sentido”, dijo el primer ministro ante militantes del Partido Socialista.

La Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) “impondría (…) una visión que no solo beneficiaría a los populismos sino que sería mala para nuestra economía”, prosiguió Valls.

Estados Unidos y la UE negocian desde 2013 un amplio acuerdo que suprimiría las barreras aduaneras y reglamentarias entre las dos partes, pero encuentran fuertes resistencias a uno y otro lado del Atlántico, principalmente a raíz del impacto que podría tener en la agricultura y en el medio ambiente.

Publicado por economía hoy.

Juncker promete que el TTIP garantizará condiciones de trabajo “decentes”

TTIP

El presidente de la Comisión Europea,Jean-Claude Juncker, ha asegurado que el tratado de libre comercio (TTIP) que negocian actualmente la Unión Europea y EEUU no afectará las normas europeas en materia de salud y de seguridad en el trabajo.

“El acuerdo con EEUU deberá contener compromisos sobre todos los derechos fundamentales y sobre los convenios de trabajo europeos”, ha señalado Juncker durante la conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que recoge la agencia Efe. Asimismo, el TTIP deberá garantizar tanto un nivel elevado de seguridad y de salud en el trabajo como condiciones de trabajo “decentes”.

En su discurso, en una sesión de la conferencia dedicada al empleo juvenil, Juncker ha apelado a que se permita a los jóvenes tener acceso a empleos de calidad. “Es el momento de que Europa obtenga una triple A en materia social”, ha señalado el presidente de la Comisión Europea.

“Hemos propuesto la instauración de unsuelo europeo de derechos sociales mínimos, una especie de cordón sanitario que protegerá al mercado laboral. Esto determinará las condiciones laborales mínimas”, ha explicado el político luxemburgués.

En referencia al concepto de trabajo y contrato de calidad, Juncker ha señalado que “el contrato de trabajo habitual debe ser uno de duración indeterminada. Las empresas necesitan condiciones previsibles, pero los trabajadores también

Publicado por el Boletín.

¡Taxi libre! (de TTIP)

CALDENTEY

Cuando decimos que el TTIP y sus primos, el CETA (con Canadá) y el TiSA(acuerdo para liberalizar servicios entre más de cincuenta países), cambiaría la forma en que vivimos y trabajamos, sólo repetimos las palabras de Michael Forman, Representante de Comercio estadounidense, al anunciar el lanzamiento de las negociaciones entre la Comisión Europea y los EEUU.

Y no le falta razón. Hay sectores en los que son evidentes las consecuencias negativas que el TTIP les traería, como la agricultura o las empresas de propiedad estatal, como Correos, Renfe o Navantia. Pero existen otros sectores económicos y laborales en los que esta afectación será igual de dañina, pero muy poco conocida.

Uno de estos sectores es el del taxi. Los taxistas ya están viendo y sufriendo lo que supone la entrada de multinacionales como Uber Cabify, que, amparados bajo el lema de implantar lo que llaman ‘economía colaborativa’, lo que realmente hacen es reventar un mercado a base de precariedad laboral y elusión fiscal.

Esa es la idea base del libre mercado que nos traerían estos nefastos acuerdos. La competencia total como modelo económico sólo aporta beneficios a estas enormes empresas transnacionales y a nadie más, gracias a la explotación de los supuestos trabajadores, que no son tales, pues no son empleados, sino ‘colaboradores’, con lo que no están amparados bajo el paraguas de la protección laboral que otorga un contrato laboral decente.

El segundo pilar de sus enormes ganancias se debe a la facilidad para eludir sus obligaciones fiscales, ya que no tributan en España, sino en diversos paraísos fiscales, como Holanda o Delaware, en EEUU. Debemos ser conscientes de que, bajo este modelo, se potencia una economía extractiva, sustrayendo riqueza producida en nuestro país para esconderla en paraísos fiscales. Es piratería en toda regla, por muy legal que sea.

El colmo de la injusticia es que una de estas empresas, Cabify, llegó a recibir más de medio millón de euros en concepto de préstamos públicos a través del Ministerio de Industria, presidido entonces por el ex ministro Soria. Es completamente incomprensible que una multinacional que no tributa en nuestro país se vea privilegiada de este modo con fondos públicos. Es más fácil de entender cuando nos enteramos de que el principal accionista de esta empresa es un fondo de capital riesgo, Seaya Ventures, fundado y dirigido por la hija del Presidente del BBVA, Beatriz González. Todo queda entre amigos.

Esta es la situación actual, pero ¿acaso el TTIP puede empeorarla? Desgraciadamente, sí.

Porque el TTIP, entre otras medidas, impediría que un nuevo Gobierno, decidido a poner orden en esta jungla, pudiera sacar adelante una nueva normativa en relación a estas empresas-sanguijuela, y por ejemplo, obligarlas a pagar sus impuestos en España. Este tratado establece unas medidas muy concretas para facilitar que un Estado sea demandado por una empresa extranjera (ojo, sólo extranjera), si ésta considera que una ley perjudica sus expectativas de beneficio económico, y pedir una indemnización pagada, cómo no, con fondos públicos, con el dinero que es de todos.

A este nuevo Gobierno le quedarían dos opciones: dejar las cosas como están, permitiendo que sigan importando precariedad laboral y exportando recursos económicos; o cambiar la legislación e indemnizarles por proteger a los trabajadores y a toda la ciudadanía, que es la verdadera dueña de esos impuestos que se llevan a esconder a un agujero.

Otra de las medidas que establecería el TTIP es la eliminación de barreras no arancelarias. Y en el sector del taxi y los transportes en general, las licencias son consideradas barreras al libre comercio. Cualquier multinacional podría, de nuevo, denunciar a España por la existencia de esta obligación, que seguiría siendo aplicada a los ciudadanos de nuestro país pero no a los norteamericanos. Si un Gobierno decidiera eliminar la exigencia de licencias en todos los casos, la competencia desleal sería abrumadora, pues miles de taxistas que en su día cumplieron con la normativa deberían seguir pagando a los bancos la deuda que contrajeron para comprar dicha licencia, que puede llegar a los ciento cincuenta mil euros. Las licencias VTC, que son las usadas por los conductores de Cabify, cuestan unos veinte mil. La diferencia es notable, la desigualdad evidente.

Ni Cabufy ni Uber contratan a sus conductores bajo el régimen general de la Seguridad Social, a pesar de que la legislación para solicitar esa licencia VTC lo exija. Así que, además de no pagar impuestos y degenerar las condiciones laborales del sector, tampoco pagan las cuotas a la Seguridad Social. Todo un negocio redondo que les permite tener unas ganancias abrumadoras, eso sí, fuera de nuestras fronteras.

Si esto no es robar, si esto no es ser pirata, sanguijuela y parásito, entonces deberíamos cambiar el diccionario. O bajarnos de este mundo terriblemente desigual y salvaje que algunos están construyendo.

Publicado por el Periódico.