Blablacar lanza una aplicación para compartir trayectos cortos

M. PRIETOMADRID

La compañía francesa lanza Blablalines, una nueva aplicación pensada para compartir trayectos cortos diarios tales como el desplazamiento al trabajo.

Blablacar amplía su radio de acción.El servicio francés para compartir viajes en coche ha anunciado en su país de origen una nueva aplicación con la que los usuarios pueden compartir trayectos en automóvil de corta distancia, como por ejemplo la ida y vuelta al trabajo.

“La mayoría de la gente usa Blablacar para viajes de fin de semana o vacaciones. Hay un gran potencial para compartir trayectos diarios de ida y vuelta al trabajo, algo que no se ha materializado hasta la fecha por falta de herramientas o hábito”, ha asegurado Frederic Mazzella, consejero delegado de Blablacar, durante la presentación de Blabalines, la nueva aplicación de la compañía. Según Mazzella, en la actualidad nueve de cada diez trayectos en Blablacar son de más de 80 kilómetros.

Blablalines permite al usuario interesado buscar trayectos activos acordes a sus rutas de desplazamiento y solicitar la recogida. El conductor recibe una notificación para confirmar que acepta al pasajero y, una vez realizado el trayecto, se cobra en metálico (se añadirá el pago electrónico más adelante) en función de los kilómetros recorridos. Inicialmente, la compañía no cobrará ninguna comisión con el objetivo de aumentar la base de usuarios de servicios.

De momento, Blablalines se lanza exclusivamente en el mercado francés. La compañía arranca ofreciendo servicios entre diferentes ciudades del país que están a un distancia no superior a los 50 kilómetros. El objetivo es que funcione en toda Francia a lo largo de 2018.

Blablacar tiene 40 millones de usuarios , según Mazzela, de los que una cuarta parte son franceses. La compañía opera en 22 países.

Publicado por Expansión.

Comparten coche con Bla Bla Car y quedan tiradas al dar positivo en drogas el conductor

Al carecer de permiso de conducir las chicas, que iban de Vigo a Verín, el padre de una de ellas tuvo que ir a Trasmiras a recogerlas

P. SEOANEourense / La Voz, 12 de febrero de 2016.

Mil euros y seis puntos del carné de conducir, aparte de una previsiblemente severa pérdida de reputación en las redes sociales, es lo que ha dejado el carnaval del 2016 a un vecino de Vigo que la semana pasada se había ofrecido a compartir coche hasta Verín. Se le cruzó la operación Entroido de la Guardia Civil de Tráfico. Y cuando circulaba por la A-52, de charla con las tres chicas a quienes había recogido en su Volkswagen Polo para hacer ese viaje y poder disfrutar de una de las citas de la fiesta más señalada de la capital del Val de Monterrei, se encontró con un control. Seguramente ignoraba que aparte de una boquilla para soplar y ver qué decía el alcoholímetro, le iban a dar un bastoncillo para recoger una muestra de saliva y comprobar de ese modo si había tomado drogas. Su positivo en THC, es decir, en cannabis, hubiera sido un problema meramente personal, pero adquirió otra dimensión al afectar a tres personas ajenas, tres chicas que se habían subido en un coche desconocedoras de la situación y de las condiciones en las que se encontraba el conductor.

Se habían puesto en contacto por medio de la aplicación Bla Bla Car. Ayer mismo, para cubrir el mismo trayecto y sin fecha concreta, había varias ofertas. Entre ocho y diez euros como aportación. Se trata de compartir gastos, aunque, si uno quiere ir desde Cangas a Verín el día 1 de mayo, por ejemplo, el viaje subía de entrada hasta los 31 euros.

Inmovilizado en la gasolinera

El conductor del Polo no podía seguir al volante tras el positivo en drogas, según le explicaron los agentes de la Guardia Civil de Tráfico cuya presencia en la A-52 era más que una llamada de atención para festeiros y usuarios en general. ¿Alguna de ustedes puede conducir?, preguntaron a quienes, en el interior del utilitario, veían como otros coches avanzaban y ellas permanecían atascadas. Ninguna conducía. El coche no podía quedar en el arcén, o en una acera, como hubiera ocurrido si el escenario fuera otro. Había que retirarlo de la autovía. Uno de los guardias se puso al volante y en la primera salida se dirigió hacia una estación de servicio, la de Trasmiras.

Entre unas maniobras y otras, las chicas ya habían empezado a buscar soluciones. Llamaron a casa. El padre de una de ellas se desplazó hasta la misma gasolinera de A Limia donde quedó el Polo hasta que, tiempo después, pasadas unas cuantas horas, el conductor lo retiró.

Si aquel padre que se desplazó de forma inesperada hasta Trasmiras, o los padres de las otras chicas atrapadas por un exceso ajeno, les contaron cómo había perdido fuerza el durante años muy popular fenómeno del autostop -a raíz de la multiplicación de denuncias de agresiones sexuales y robos en uno u otro sentido- o si reflexionaron sobre el riesgo que supone poner la vida en manos de un desconocido, lo saben ellos. Porque garantías, lo que se dice garantías, son relativas.

Llevar a tres desconocidos en un coche ni es delito ni da lugar a una sanción administrativa, aunque taxistas y empresas de transporte pongan el grito en el cielo por este sistema de transporte. Pero dar positivo en drogas cuesta mil euros.

crónica la otra cara de bla bla car

Publicado por la Voz de Galicia.