Competencia vive su peor crisis interna por el retorno de Uber

TRANSPORTE

Tensión en la CNMC por defender frente al Gobierno la apertura del sector del taxi

La policía custodiando la entrada de la CNMC el pasado 18 de febrero, tras una manifestación de taxistas en Madrid  . El Mundo.

Aunque Uber aceptas las restricciones de sólo contar con conductores con permiso VTC, el sector del taxi avisa de que no permitirá que se desmonte un servicio público

TwitterFacebookWhatsapp 24CÉSAR URRUTIA  Madrid@cesarurrutiasjActualizado 31/03/201602:26

Fiel a su estilo, Uber regresó ayer a la calle y sembró la polémica en la administración reguladora, la supervisora de competencia en los mercados, las empresas de transporte y los 16.000 taxistas de Madrid, que ven cómo 15 meses después de lograr que un juez cerrara Uber se reabre el debate sobre la necesidad de liberalizar el transporte urbano.

No importa que empresas como Cabify que compiten con el taxi con conductores profesionales y al menos el doble de licencias estén operando en Madrid y otras cinco capitales españolas desde 2012 y que lo hagan sin desatar la conflictividad.

“Siempre hemos sido legales. Intentamos mantener la mejor relación con los taxistas pero damos un servicio de precios cerrados con una rebaja de un 20% sobre las tarifas de los taxis”, explica Juan Ignacio García, responsable de Cabify España, acerca de la diferencia entre Uber y su empresa. Cabify ha tenido como principal accionista al fondo de capital riesgo Seaya Ventures, fundado por Beatriz González, hija del presidente de BBVA Francisco González.Cuenta en Madrid con aproximadamente 600 licencias para operar, casi el doble que Uber.

El primer día de Uber coincidió ayer con un tenso consejo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el que los consejeros eran informados sobre el último estudio en el organismo acerca de economía colaborativa, término en el que se incluyen algunos modelos de negocio de Uber.

El informe había sido elaborado tras la llegada de Uber a Barcelona y Madrid en 2014. Seis de los 10 miembros del consejo incluyendo a la vicepresidenta María Fernández consideraron ayer que las conclusiones de Antonio Maudes, director de la Promoción de la Competencia de la CNMC, a favor de flexibilizar el acceso a los mercados del taxi se basaban en información incompleta y pidieron su cese por pérdida de confianza. El presidente, José María Marín Quemada, ratificó a Maudes en un pulso que ha elevado la tensión en el seno de la CNMC.

Fuentes conocedoras del ambiente que se vive en el organismo reconocieron que la actitud favorable a una apertura del mercado de los taxis ha desencadenado el conflicto. La CNMC siempre se ha manifestado a favor de abrir el mercado a la “tercera revolución industrial”.

Por este motivo, cuando el Gobierno, a un mes de las elecciones, renovó por decreto la fuerte regulación que pesa sobre la principal competencia de los taxistas, los vehículos de alquiler con conductor o VTC, el supervisor reaccionó.

Las asociaciones gremiales habían amenazado apenas una semana antes con huelgas en Madrid por la pasividad del Gobierno ante el “intrusismo” en el sector. Marín Quemada amenazó el pasado enero con llevar el decreto del Gobierno ante la Audiencia Nacional por blindar el régimen de monopolio de los servicios de taxi. Ya antes la CNMC había reprobado normativas municipales relativas al sector.

Pero la advertencia al Gobierno, que creó el superregulador en 2013 garantizando su independencia, es la que, con la economía colaborativa de fondo, ha desatado los enfrentamientos en el seno del organismo entre los partidarios de Marín Quemada y los más favorables al Gobierno.

El reestreno de Uber sorprendió a la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, en la firma de un convenio en la provincia de Huelva. Allí defendió el marco regulatorio que Fomento impulsó en noviembre. “Yo velo por el cumplimiento de la ley y por tanto quien quiera operar tiene que pagar sus impuestos y cumplir con el ordenamiento jurídico español”, aseguró en referencia a los temores de los taxistas ante la llegada de Uber.

Mientras, en el Ministerio de Fomento tenía lugar por la tarde una reunión del Consejo Nacional de Transporte Terrestre, órgano de la Administración que incluye a 76 consejeros y está presidido por Rafael Barbadillo, presidente de la Federación Española Empresarial de Transporte de Viajeros (Asintra). El motivo de la reunión era también analizar la situación creada por la llegada de nuevos gigantes tecnológicos.

Los taxistas representados por la federación Fedetaxi advirtieron por su parte que no permitirán “que Uber y la CNMC desmonten un servicio público” como el del taxi, que es “universal e igual para todos los ciudadanos”, por lo que estarán “vigilantes de la actividad de esta plataforma de intermediación por si fuera necesario volver a llevarla a los tribunales”.

Para los taxistas, Uber vuelve para no perder “la guerra por monopolizar el mercado del transporte de viajeros” frente a otras aplicaciones “que sí se ajustaron a la normativa para operar y que le han ganado la partida, consiguiendo una cuota de mercado importante en los VTC”

Publicado por el Mundo.