Sólo vecinos de la zona peatonalizada de Valencia podrán recorrerla en coche

ÁLEX SERRANOVALENCIA|11

Dueños de plazas de garaje o comerciantes en calles para peatones también podrán circular por ellas

La tarjeta que permitirá circular por las calles peatonales de Ciutat Vella será solo para residentes o comerciantes, o propietarios o arredantarios de plazas de garaje, en esas calles peatonales. Así lo desveló el martes el Ayuntamiento de Valencia, que transmitió a varias entidades vecinales los requisitos para pedir la tarjeta.

Según explican desde el Consistorio, la posibilidad de que un vecino viva en una calle que sea peatonal en un tramo y para tráfico rodado en otro y que viva en el tramo de tráfico rodado no se da. Según este supuesto, este vecino no tendría derecho a la tarjeta, pero desde el Ayuntamiento insisten en que la circulación en bucle está pensada para que no se den estas situaciones: en estos casos, se permitirá el acceso a la zona de tráfico rodado mediante otras calles. Es el caso de la calle Caballeros, que permitirá acceder a la zona por donde pueden pasar los coches a través de María Cristina o Ercilla, que no son peatonales.

Así las cosas, tendrán derecho a la tarjeta que permitirá circular por estas vías peatonales «todo residente en zona peatonal (para poder hacer una parada momentánea en la zona peatonal) y todo propietario o arrendatario de una plaza de aparcamiento con acceso desde la zona peatonal», según fuentes de la concejalía de Movilidad Sostenible.

Los residentes o propietarios han de presentar una instancia de solicitud general acompañada del permiso de circulación del vehículo y un documento que acredite ser residente en la calle peatonal o titular de plaza de aparcamiento en la misma (padrón, DNI, título que acredite el uso de la plaza de aparcamiento, etc.). En caso de que el permiso de circulación figure a nombre distinto del solicitante se ha de aportar, además, un documento que vincule al solicitante con el titular del permiso de circulación y la póliza del seguro del vehículo que justifique que el solicitante es el conductor habitual del mismo.

En caso de que el solicitante sea comerciante de la zona peatonal, el Ayuntamiento sólo autorizará un vehículo por comercio. De nuevo, hay que presentar una instancia de solicitud general con permiso de circulación del vehículo, declaración censal de alta en el Impuesto de Actividades Económicas y, al igual que en el caso anterior, un documento que vincule al solicitante con el titular del permiso si no es la misma persona.

Se despejan así las dudas que tenían los vecinos sobre cómo pedir una tarjeta que será imprescindible para moverse por la Seu y el Carmen a partir del próximo día 3 de mayo. El Consistorio había dado de plazo hasta el 30 de junio para pedir la tarjeta.

También tendrán acceso a esta acreditación, previa petición de la tarjeta, quienes tengan que trabajar en el barrio de manera circunstancial, como repartidores o técnicos de electrodomésticos, por ejemplo, así como vehículos de carga y descarga.

Salvador, al límite

Mientras se despejan las dudas que quedan sobre la peatonalización, los vecinos de la Seu empiezan a «sufrir», según ellos, los efectos de la reordenación del tráfico. Aseguran que desde ayer el tránsito por la calle Salvador de 5.000 coches al día, según el Consistorio, está haciéndoles la vida imposible. «No se puede vivir así, por la noche es aún más insoportable y tienes que cerrar las ventanas», aseguraban varios vecinos.

Critican que el Consistorio no ha tenido en cuenta la monumentalidad de esta calle y que el exceso de tráfico que sufre la vía complica y mucho el día a día de la calle Serranos. Los comerciantes, lejos de estar satisfechos por el aumento de un tráfico que, dicen, es de paso, también lamentan la decisión del Consistorio.

Pero los vecinos van más allá. Denuncian que la retirada de los bolardos en las aceras, que hasta el momento evitaba el aparcamiento en ellas, ahora lo permite, lo que en muchas ocasiones crea largos atascos en dirección al centro de la ciudad. Estos embotellamientos se agravan en el cruce de la calle Navellos con la plaza de la Virgen, donde el tránsito peatonal provoca largos atascos en la calle Salvador, a veces de casi una veintena de coches, siempre según la versión de los vecinos.

Los habitantes de la zona, además, critican que el sistema de bucles del Ayuntamiento tendrá, a la larga, un efecto no deseado sobre la plaza de la Virgen, que verá cómo el tráfico que sufre en su extremo norte crecerá «muchísimo», según los vecinos. Todo el tráfico que, ahora, discurre hacia el corazón del Carmen lo hace a través de la propia plaza y a de la calle de la Batlia.

La tesis municipal defiende que cuando esté en funcionamiento la circulación en bucles que quieren poner en marcha en el Carmen, el tráfico que estos días soporta la calle Salvador será mucho menor. La previsión es pasar de 5.000 coches al día a apenas 600, cuando acceder a Ciutat Vella sólo se permita a vecinos y residentes. Cabe recordar que al final de la calle Salvador se podrá girar a la derecha y entrar al Carmen si se es vecino o girar a la izquierda y salir de nuevo al río, concretamente a la plaza del Temple.

Esta actuación en Serranos va unida con la reciente peatonalización blanda de la Lonja, que también ha dividido a los vecinos de la zona. Ambas reurbanizaciones han sido pensadas, según defienden desde la concejalía, para ser complementarias, por lo que las calles a las que no se pueda acceder desde la zona del norte del Carmen, la de Serranos, lo serán desde el sur, desde el Mercat y el resto de las calles del entorno de María Cristina.

La intención detrás de toda la peatonalización es que el usuario del coche se plantee el uso de transporte público. Además, Ciutat Vella sufre «desde hace años», según la gerente de la Asociación de Comerciantes de Ciutat Vella, Julia Martínez, una casi endémica falta de aparcamiento público. Como contó a LAS PROVINCIAS, los aparcamientos más cercanos son los de Tetuán y la plaza de la Reina. Además, el Carmen tiene desde 2011 un sistema de aparcamiento regulado por horas, la zona naranja, de precio elevado y superior al de la zona azul, una zona naranja en la que los residentes tienen preferencia.

Los vecinos del Carmen han reclamado en varias ocasiones que el Consistorio habilite alguno de los solares vacíos y en situación de abandono que hay en el barrio, que las distintas entidades vecinales tienen inventariados, para aumentar la oferta de plazas de aparcamiento. Sin embargo, el anterior gobierno municipal se negó y el barrio sufre una falta de plazas de aparcamiento que ya es prácticamente endémica.

Publicado por las Provincias.