HISTORIA DEL TAXI II

En la medida que ha ido transcurriendo el tiempo, los taxistas han ideado una formula de organización que les parecía la más apropiada para defender sus intereses, y adaptada a su nivel de desarrollo de la prestación de servicio, al ser éste individual y muy particularizado, donde se crea una filosofía concreta,  estrecha con miras hacía el futuro, lo que hemos llamado el gremialismo. Bien es verdad que respondía al momento  de la época preindustrial donde los asalariados se organizaban en Sindicatos y los artesanos en gremios, que en la medida de lo posible, algunos de los gremios han intentado persistir en el tiempo, la realidad es que en este momento la idea gremialista está en desuso por sus ideas del pasado.

 

Todo el entramado que había entorno al transporte se vino abajo, una vez comenzó a repuntar y a tomar cuerpo el automóvil, que fue ocupando un espacio que antes estaba reservado para los carruajes y los animales que se dedicaban al traslado de las personas de un sitio a otro. Todo lo que hasta ese momento se empleaba para poder llevar a cabo el servicio de taxis se vio modificado por la aparición del automóvil, en la medida que el coche iba ocupando espacio, el que había hasta ese momento se fue reduciendo, y en unas décadas prácticamente el coche ocupó todo el servicio. En aquella época era una transformación impresionante ya que se pasaba de una forma de transporte a otra, con más confort y seguridad para el usuario y los conductores, que prestaban servicio  en aquellos momentos.

La trasformación que ha sufrido el traslado de personas, de cuando se hacía a lomos de los animales, donde el conductor debía ir caminando cogido del ramal de la caballería, pasando por el carro, luego la galera, carreta, tartana hasta hoy día, coches adaptados, ecológicos, provistos de las nuevas tecnologías, Taxímetro, Impresora, GPRS, Emisora, algunos llevan Mampara de seguridad. Los adelantos que han ido aplicándose, han sido impresionantes, de tal forma que hoy podemos ver que en el taxi van instalados todos los adelantos de los que se dispone y se pueden aplicar a los coches. Hay podemos ver que la transformación y seguridad en la calidad del servicio del transporta ha sido muy importante ya que la época lo demanda, y también porque la mayoría de la población disfruta de esa calidad de transportes.

Hoy vemos como en algunas ciudades, se ven vehículos de tracción animal prestando servicio de taxis, particularmente a turistas que nos visitan sean nacionales o del extranjero, la realidad es que están prestando un servicio muy particularizado.

Estos vehículos dan una vistosidad al espacio urbano donde se encuentran estacionados (en su parada de taxis), ya que dan un servicio al que está prestando el coche taxi, por ejemplo aquí en Valencia, se da el caso de que la parada de los taxis de tracción animal, se encuentra al lado de la parada de taxis, y hay una convivencia normal. Esto demuestra que después del largo recorrido desde lo más antiguo a lo moderno se puede convivir normalmente, después de cruzar por muchas etapas de su desarrollo algunas veces con muchas dificultades por la baja rentabilidad.

 La palabra taxi viene de lejos, (al parecer su origen es del griego) es uno de los nombres que se escribe igual en la mayoría de los idiomas que existen en el Mundo.

El sector del taxi, nace en los primeros años del siglo XX, que ha visto trascurrir un proceso de vida muy desigual entre la población y en concreto los trabajadores, que han sido siempre los grandes perjudicados, por lo tanto, dado su empobrecimiento les era muy difícil utilizar el servicio.

Los taxis que han paseado siempre por nuestras calles, las de Valencia, nunca se les ha reconocido, como ahora un servicio público que puede ser utilizado por todos los ciudadanos, y éstos le reconocen al taxista su profesionalidad, y su labor social en determinadas ocasiones por la ayuda que prestan algunas veces, de socorrer algunas personas que se hallan en apuros, dado que es un profesional que está todos los días en la calle, prestando un servicio público.

En realidad el taxista es un buen embajador del pueblo,  ya que cuando alguien nos visita,  al primer ciudadano que se le pregunta algo es al taxista, depende mucho del comportamiento de éste,  así es la impresión de la ciudad que tiene el visitante de ésta, dado que el taxi es el primer servicio que suelen utilizar para desplazarse por la ciudad, quiere decir,  que el taxista se convierte en Embajador de la Ciudad que su información es muy valorada por los visitantes ya que les informa con certeza.

En tiempos atrás, normalmente quien visitaba la ciudad bien por trabajo o por negocios no traían contratado el hotel,  por lo que había que estar buscando alguna pensión, hoy casi todos los visitantes ya traen el hotel contratado

La historia del taxi es muy rica, ya que ha visto transcurrir muchos  acontecimientos entre ellos todo el tiempo que duro la 2ª República, y posteriormente el  régimen franquista, y sus avatares que fueron muchos, que comenzaron a levantar cabeza pasando los años 50, y particularmente los años 60, que es cuando la economía comienza su desarrollo, y comienza a superar la autarquía de la economía Española.

El taxi el año 1964,  estrena un reglamento, hecho a la medida del sindicato verticalista, que recogía como dar  prebendas, y satisfacía los intereses de los que habían servido al franquismo: excautivos, excombatiente, e hijos  de  caídos, y otros muy allegados a los jerarcas del régimen, pero éste reglamento hicimos que durase pocos años, hasta el año 1979, ya que perjudicaba seriamente a los asalariados, pues su articulado defendía en su mayoría todo lo que tuviera que ver con el régimen, dado qué cuando había una concesión de licencias, las primeras para los agradecidos del régimen, y muy pocas para los asalariados profesionales, dicho reglamento especificaba cómo comportarse en la prestación del servicio, un reglamento disciplinario a imagen y semejanza de los verticalistas, que  imponían su aplicación a rajatabla en todo aquello que les beneficiase aunque perjudicarse  a la mayoría de los asalariados ya que la inmensa mayoría de éstos no eran acólitos del franquismo, dado que ya se iba creando un núcleo de asalariados que no veía con buenos ojos ese reglamento que los discriminaba.