La nueva Ley nos refuerza como servicio público de interés general

Para Fernando del Molino, presidente de la Federación Sindical de Valencia y Valencia, presidente de la Confederación de autónomos del taxi de la CV y secretario de CTAE es importante que la nueva Ley del Taxi de Valencia respalde el modelo autónomo que desde todas las organizaciones en las que tiene un cargo se defiende de forma “directa y sin fisuras”.

Gaceta del Taxi.- Tanto para la Federación Valenciana como para la Confederación de Autónomos de la C.V que usted preside, esta nueva ley es un “pilar fundamental” para el sector. ¿En qué aspectos mejorará al taxi valenciano?

Fernando del Molino.– Primero y principal fortalece nuestro modelo de taxi titular de una sola licencia como servicio público al usuario, contra un modelo de transporte empresarial liberalizado, que es el que están solicitando tanto la CNMC como las plataformas de transporte fraudulento que todos conocemos. Después y también en la línea de fortalecer nuestro sector y hacernos más competitivos, pone las bases para que en la Comunidad Valenciana se preste un servicio de mayor calidad si cabe, con algunos artículos en la línea de mejoras tecnológicas, mejoras en la prestación del servicio, y en la delimitación de los derechos y deberes de usuarios y taxistas. Por último pone las bases para regular la oferta y la demanda, incluso con la remuneración al titular por la retirada de su licencia.

G.T.– ¿Por qué esta ley es importante de cara a la presión ejercida desde la CNMC?

F. dM.-Uno de los argumentos de la CNMC es que el taxi es una actividad empresarial más y debe estar liberalizado como el resto de sectores. Esta Ley nos refuerza como un servicio público de interés general para el usuario, con tarifas reguladas, acorde con lo que dice el preámbulo de la Ley de Garantía de Unidad de Mercado sobre los taxis y las farmacias.

G.T.-¿Ha existido consenso con el resto de organizaciones a la hora de elaborar la normativa?

F.dM.– Tal como hemos demostrado, la práctica totalidad de Asociaciones de Castellón y Alicante apoyan públicamente esta Ley, la prueba más palpable es se ha firmado un manifiesto por parte de la práctica totalidad de Asociaciones de Taxis de la Provincia de Alicante (incluidas algunas que están con la Gremial) apoyando a la nueva Ley del Taxi de la Comunidad Valenciana. Esta Ley es favorable para los taxistas autónomos, y solamente perjudica a los que tienen licencias acumuladas, y a alguno que defiende un modelo empresarial (argumentos cercanos a los que esgrime la CNMC).

En la Comunidad Valenciana solo existe la acumulación en Valencia ciudad. Para que se hagan una idea, (números aproximados) de 4.500 licencias en la Comunidad Valenciana, solo hay unos 100 titulares que tengan más de una licencia. Los últimos presidentes de la Gremial han sido titulares de varias licencias, ¿significativo verdad? Aun así seguiremos buscando consenso con la Gremial si quieren sentarse con nosotros.

G.T.– Además de la batalla contra la CNMC, el taxi tiene otros problemas a nivel nacional, ¿cuáles diría que son los principales? ¿Y cuáles las herramientas para solucionarlos?

F.dM.El taxi tiene problemas históricos relacionados con la salud y la conciliación familiar, y me da la sensación que la Confederación va a quedarse sola en esto.

Conseguir un convenio sectorial que contenga el reconocimiento de enfermedades profesionales, jubilaciones anticipadas como tienen otros sectores similares, y regulaciones del servicio enfocadas a la protección de los conductores.

Otras asociaciones no le dan la importancia que le damos en la Confederación, y más cuando hay representantes de asociaciones que defienden el modelo empresarial. Nosotros sí nos preocupamos de las condiciones de trabajo de los taxistas, porque los que estamos en primera línea también trabajamos nuestro taxi.

Las herramientas son muchas, pero si tengo que priorizar, diré que el convencimiento de lo que queremos, la experiencia para saber cómo llegar a convencer a quien sea necesario, y la perseverancia para lograrlo, y luego poner los medios tecnológicos y políticos necesarios. Somos personas y no máquinas, no podemos estar 40 años trabajando 14 horas diarias 7 días a la semana, esto no debería consentirlo nadie, ni taxistas ni representantes, ni la administración.

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