El taxi pide una regulación horaria “más efectiva” en Valencia

En un encuentro mantenido con la Consellera de Transportes de Valencia, las asociaciones del taxi han propuesto la puesta en marcha “con urgencia” de una regulación horaria más efectiva en Valencia y Alicante.

 

En la reunión, celebrada el pasado 28 de septiembre, la Confederación de Autónomos del Taxi, Uso Taxi C.V  y Radio Teletaxi de Alicante han vuelto a incidir en el mal momento que está sufriendo el sector como consecuencia de la crisis, que obliga a los profesionales a hacer largas jornadas laborales para cubrir gastos. Además, denuncian la proliferación de la competencia desleal y la “explotación fraudulenta de asalariados”.

 

Desde la Consellería, su titular, María José Salvador, se ha comprometido a estudiar sus reivindicaciones y a redactar una nueva ley del taxi. Desde el sector confían en la nueva línea de participación que ha abierto el Govern y esperan que se vea reflejado en medidas “reales” que mejoren la calidad de vida de los profesionales autónomos

Publicado por la Gaceta del Taxi.

El Supremo cuestiona la legalidad de la CNMC y pide opinión a la UE

El Tribunal solicita a la Justicia Europea que aclare si la creación del ‘superregulador’ español vulnera la independencia de los supervisores

RAMÓN MUÑOZ Madrid

El Tribunal Supremo ha puesto en duda la legalidad de la creación en 2013 de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) comosuperregulador en sustitución de los anteriores supervisores sectoriales (de telecomunicaciones, competencia y energía, entre otros) por entender que puede afectar a la independencia de esos organismos respecto al Gobierno en contra de las directivas comunitarias que regulan esta materia.

Por ello, el Supremo, en un auto fechado el pasado 3 de julio  al que ha tenido acceso EL PAÍS, acuerda plantear al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, tres cuestiones prejudiciales para conocer si la decisión adoptada por el Gobierno del PP se ajusta al marco regulador europeo.

En concreto, la primera cuestión es saber si es compatible con el marco regulador común de las redes y los servicios de comunicaciones electrónicas “la creación por el legislador nacional de un órgano de regulación y supervisión que responda a un modelo institucional de carácter no especializado, que fusiona en un solo organismo los órganos de control en el ámbito de la energía, las telecomunicaciones y la competencia, entre otros, existentes hasta entonces”.

Las otras dos cuestiones que plantea son si las condiciones de “independencia” de las autoridades nacionales de regulación en materia de redes y servicios de comunicaciones electrónicas, a las que se refieren las directivas comunitarias, han de ser análogas a las requeridas para las autoridades nacionales de control de protección de datos personales, y si el cese anticipado de sus consejeros, en los términos en que ha tenido lugar, pudiera afectas a aquella independencia.

Bernardo Lorenzo, el último presidente de la CMT, denunció su cese por ilegal 

Y es que el proceso iniciado en el Supremo se produce a instancias delanterior presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), Bernardo Lorenzo, y del consejero de este organismo Xabier Ormaetxea que recurrieron ante el Tribunal la decisión del Gobierno de cesarles en sus cargos en octubre de 2013, coincidiendo con la creación de la CNMC. Argumentan en su recurso que su cese forzado se trataba de un acto nulo al producirse antes de expirar el término de su mandato, inicialmente previsto de seis años, y sin concurrir ninguna causa legal de cese.

El Ejecutivo de Rajoy decidió crear en 2013 la CNMC que aglutina en un solo organismo las funciones de varios supervisores: la Comisión Nacional de Energía, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, la Comisión Nacional de la Competencia, el Comité de Regulación Ferroviaria, la Comisión Nacional del Sector Postal, la Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria y el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales. La razón que dieron fue la necesidad de mejorar la coordinación y de reducir los costes del conjunto de los organismos.

Críticas de la Comisión Europea 

La Comisión Europea se mostró muy crítica con esta decisión por entender que socavaría la independencia en sectores como las telecomunicaciones electrónicas y energía, también discrepaba el nombramiento de los miembros del Consejo, la financiación y la atribución de competencias a la misma autoridad.

En esa línea, el auto del Supremo señala que “es cuestionable” si la fusión en un solo órgano de regulación de los anteriores supervisores resulta compatible, en concreto, con la configuración de los órganos nacionales de regulación en materia de redes y servicios de comunicaciones electrónicas que se desprende de la Directiva 2002/21/CE que “exige que las autoridades nacionales dispongan de un órgano regulador propio, no integrado en otro superior, de modo que quede suficientemente garantizada no solo su independencia sino también su capacidad y competencia técnica”.

El Supremo también pone en duda “la existencia de razones suficientes para considerar si, con ocasión de una reforma legal que reordena la organización general de los órganos reguladores, es posible no respetar la totalidad del mandato de los consejeros y presidente de la CMT inicialmente previsto”, en este caso seis años, “ sin que los titulares del órgano hubieran incurrido en ninguna de las causas legales de cese”, siendo debido este, como única razón, a la aprobación de la CNMC.

Publicado por el País.

El Supremo cuestiona la legalidad de la CNMC y pide opinión a la UE

El Tribunal solicita a la Justicia Europea que aclare si la creación del ‘superregulador’ español vulnera la independencia de los supervisores

RAMÓN MUÑOZ Madrid

El Tribunal Supremo ha puesto en duda la legalidad de la creación en 2013 de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) comosuperregulador en sustitución de los anteriores supervisores sectoriales (de telecomunicaciones, competencia y energía, entre otros) por entender que puede afectar a la independencia de esos organismos respecto al Gobierno en contra de las directivas comunitarias que regulan esta materia.

Por ello, el Supremo, en un auto fechado el pasado 3 de julio  al que ha tenido acceso EL PAÍS, acuerda plantear al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, tres cuestiones prejudiciales para conocer si la decisión adoptada por el Gobierno del PP se ajusta al marco regulador europeo.

En concreto, la primera cuestión es saber si es compatible con el marco regulador común de las redes y los servicios de comunicaciones electrónicas “la creación por el legislador nacional de un órgano de regulación y supervisión que responda a un modelo institucional de carácter no especializado, que fusiona en un solo organismo los órganos de control en el ámbito de la energía, las telecomunicaciones y la competencia, entre otros, existentes hasta entonces”.

Las otras dos cuestiones que plantea son si las condiciones de “independencia” de las autoridades nacionales de regulación en materia de redes y servicios de comunicaciones electrónicas, a las que se refieren las directivas comunitarias, han de ser análogas a las requeridas para las autoridades nacionales de control de protección de datos personales, y si el cese anticipado de sus consejeros, en los términos en que ha tenido lugar, pudiera afectas a aquella independencia.

Bernardo Lorenzo, el último presidente de la CMT, denunció su cese por ilegal 

Y es que el proceso iniciado en el Supremo se produce a instancias delanterior presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), Bernardo Lorenzo, y del consejero de este organismo Xabier Ormaetxea que recurrieron ante el Tribunal la decisión del Gobierno de cesarles en sus cargos en octubre de 2013, coincidiendo con la creación de la CNMC. Argumentan en su recurso que su cese forzado se trataba de un acto nulo al producirse antes de expirar el término de su mandato, inicialmente previsto de seis años, y sin concurrir ninguna causa legal de cese.

El Ejecutivo de Rajoy decidió crear en 2013 la CNMC que aglutina en un solo organismo las funciones de varios supervisores: la Comisión Nacional de Energía, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, la Comisión Nacional de la Competencia, el Comité de Regulación Ferroviaria, la Comisión Nacional del Sector Postal, la Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria y el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales. La razón que dieron fue la necesidad de mejorar la coordinación y de reducir los costes del conjunto de los organismos.

Críticas de la Comisión Europea 

La Comisión Europea se mostró muy crítica con esta decisión por entender que socavaría la independencia en sectores como las telecomunicaciones electrónicas y energía, también discrepaba el nombramiento de los miembros del Consejo, la financiación y la atribución de competencias a la misma autoridad.

En esa línea, el auto del Supremo señala que “es cuestionable” si la fusión en un solo órgano de regulación de los anteriores supervisores resulta compatible, en concreto, con la configuración de los órganos nacionales de regulación en materia de redes y servicios de comunicaciones electrónicas que se desprende de la Directiva 2002/21/CE que “exige que las autoridades nacionales dispongan de un órgano regulador propio, no integrado en otro superior, de modo que quede suficientemente garantizada no solo su independencia sino también su capacidad y competencia técnica”.

El Supremo también pone en duda “la existencia de razones suficientes para considerar si, con ocasión de una reforma legal que reordena la organización general de los órganos reguladores, es posible no respetar la totalidad del mandato de los consejeros y presidente de la CMT inicialmente previsto”, en este caso seis años, “ sin que los titulares del órgano hubieran incurrido en ninguna de las causas legales de cese”, siendo debido este, como única razón, a la aprobación de la CNMC.

Publicado por el País.

Nada de cháchara con el taxista: en Japón ya prueban los taxis autónomos

Japón es un país que siempre ha estado en la vanguardia de la tecnología. Pero aunque parecía que se estaban quedando atrás en la carrera por lanzar coches autónomos, ahora están empezando a pisar el acelerador y volverse a adelantar a los demás. Eso sí, su intención no es tanto la de vender estos coches a unos pocos afortunados como la de ponerlos al servicio de sus ciudadanos.

Y todo porque tal y como leemos hoy en The Wall Street Journal, la empresa Robot Taxi Inc. ha anunciado que a partir de principios del año que viene pondrá en marcha en la prefectura de Kanagawa, al sur de Tokyo, una prueba con taxis autónomos que transportarán automáticamente a cerca de 50 voluntarios de sus casas a las tiendas más cercanas.

De momento sólo es un experimento

De momento no se trata tanto de un nuevo servicio que intentan comercializar como de un experimento controlado para ver cómo funciona esta tecnología. Cada uno de estos taxis recorrerá una distancia media de cerca de tres kilómetros, y mientras los coches conducen por sí mismos, en ellos habrá operarios dispuestos a tomar el control si hubiera peligro de accidente.

Robot Taxi es una empresa conjunta entre la operadora de Internet DeNA Co. y ZMP Inc., un desarrollador de tecnologías para coches. La empresa quiere comercializar sus propio servicio de transporte en 2020, aunque antes de hacerlo primero van a tener que realizar varias pruebas como esta para asegurarse de que la tecnología es segura.

En este proyecto también ha colaborado el gobierno nipón, y forma parte de sus esfuerzos por promocionar la innovación y las startups en su país. Tanto la empresa como los gobernantes aseguran que la intención de estos taxis autónomos es la de ofrecerle un medio de transportea todos los ciudadanos de áreas en las que no hay disponibles trenes ni autobuses.

Publicado por Xataka.