Elecciones 2019: Joan Ribó seguirá por la mínima como alcalde en Valencia y sin Podemos

Compromís logra 10 ediles; PSPV, 8; PP, 7; Cs, 6 y Vox 2

Compromís, con Joan Ribó a la cabeza, mantendrá la Alcaldía de Valencia. Lo hará por la mínima y con un único socio, el PSOE, puesto que su tercer compañero de viaje durante la pasada legislatura, Podemos, se ha despeñado en las urnas. El partido morado no ha alcanzado el mínimo del 5% y se quedará fuera de la corporación del tercer ayuntamiento de España.

El ascenso de la coalición valencianista y de los socialistas ha sido suficiente, sin embargo, para retener un gobierno de izquierdas en Valencia pese a la entrada en el hemiciclo de Vox con dos concejales. La distancia con el bloque de la derecha, no obstante, es mínima debido en buena parte a los buenos resultados del PP, que ha levantado los resultados de las autonómicas y se convierte en la segunda fuerza en el consistorio valenciano. María José Catalá ha resucitado un partido que se había instalado en una tendencia negativa tanto en España como en la Comunidad Valenciana. Con ocho concejales y todos ellos ya limpios de sospechas de corrupción, Catalá se convierte en la líder de la oposición con un margen muy amplio sobre Ciudadanos.

El candidato del partido naranja, Fernando Giner, no ha logrado el sorpasso sobre el PP en la ciudad que vaticinaban los resultados autonómicos y se tendrá que conformar con seis concejales, los mismos que obtuvo en 2015.

Ribó dispondrá así de cuatro años más al frente del Ayuntamiento de Valencia y disipa las dudas sobre el liderazgo que ha ejercido en la ciudad, alimentadas en buena parte por las expectativas que había generado la candidata socialista, Sandra Gómez, en las últimas encuestas electorales. En un escenario de cierto retroceso de Compromís en toda la Comunidad, el alcalde no sólo ha sostenido a la marca en Valencia sino que ha aumentado su fuerza con un concejal más.

Atrás quedan ahora las polémicas del carril bici a las que se había aferrado la oposición en los últimos cuatro años. Aunque por la mínima (en buena medida por la desaparición de Podemos del mapa político en la ciudad), las urnas han avalado el modelo urbano que ha desarrollado en los últimos cuatro años y que ha supuesto una revolución en materia de movilidad con una apuesta decidida por la bicicleta en detrimento del vehículo privado.

Su socia en el próximo gobierno municipal, Sandra Gómez, aunque no ha cumplido con las expectativas que había generado la victoria de Ximo Puig en las autonómicas, da cierto oxígeno a los socialistas en la ciudad de Valencia. Ha sumado dos concejales más a los cinco que logró el partido del puño y la rosa en 2015, pero no ha logrado el objetivo de acercarse a Compromís, que se consolida como la primera fuerza sin matices.

Publicado por El Mundo.