El grupo parlamentario del PSM ha registrado en la Asamblea de Madrid una proposición no de ley sobre el servicio de taxis para discapacitados, conocido como Eurotaxi, en la que defiende la recuperación de las ayudas directas a los usuarios del servicio.
idas en el sector una vez se ha puesto de manifiesto las “deficiencias” derivadas de las nuevas tarifas aprobadas por el Ayuntamiento de Madrid, según la socialista Victoria Moreno. La diputada ha augurado que no se van a cumplir los objetivos planteados para hacer accesible a todos los usuarios el 10 % de la flota, por lo que ha abogado por una solución integral para el servicio, con medidas como ayudas directas a las personas con capacidad y movilidad reducida.
Ha defendido además que el tercer plan de discapacidad de la Comunidad de Madrid ponga medios decididos y recursos para hacerlo y que el Consejo de la Accesibilidad avance en el debate de un modelo de taxi accesible para todos.
Desde el sector, Manuel Sánchez, coordinador del grupo regional del taxi, ha apoyado esta línea de trabajo del PSM y ha considerado que el taxi debe ser universal y accesible a todas las personas.
Ha indicado que el sector del eurotaxi se queja -hubo protestas e incluso una huelga en noviembre- porque los incentivos no son suficientes, ya que estos coche tienen un mayor gasto que el convencional. Fundamentalmente, los profesionales del servicio de taxi adaptado, con una flota de aproximadamente 100 vehículos preparados para personas con movilidad reducida, es el mantenimiento de un tope máximo de cinco euros por cada trayecto que tienen que hacer cuando acuden a recoger a los clientes.
Por último, otro coordinador del grupo regional del taxi, Alberto Matas, ha defendido que todos los taxis deberían estar adaptados para todo tipo de funciones y ser un vehículo “universal”.
Ha defendido que se desarrolle un proyecto de diseño de un modelo de taxi común -algo que, según ha indicado, ocurre en otras grandes ciudades del mundo-, con cuatro o cinco modelos consensuados con el sector y presentados a los usuarios y sometidos a un concurso público, puesto que ahora los profesionales no pueden decir nada al respecto.