El ocaso de los trabajos que conocemos

El trabajo está en plena mutación, por múltiples motivos. Mientras la mayoría de los empleados y de los autónomos están intentando adaptarse a la idea de que un puesto de trabajo ya no es para toda la vida, y acostumbrándose a vivir múltiples etapas laborales en vidas azarosas, asoma por el horizonte una nueva ola de transformaciones que harán (dicen los expertos) que todo lo que conocíamos hasta ahora prácticamente desaparezca, fruto de las nuevas herramientas digitales, del nuevo software, de la inteligencia artificial y de los cambios en los modelos de negocio.

Este fue uno de los asuntos principales en el foro sobre economía colaborativa, el Oui Share Fest Barcelona, donde Jordi Serrano, fundador de la consultora Future4Work y coautor del libro El ocaso del empleo, explicó que las transformaciones que están llegando son sin duda más profundas de lo que pensamos.

Según afirma Serrano a La Vanguardia, que la tecnología esté terminando con puestos de trabajo no es una situación de futuro, sino algo que está ocurriendo y de lo que no nos damos demasiada cuenta. “Ocurre con los cajeros automáticos de los hipermercados, por donde vamos pasando los productos. Antes había ahí una persona, y ahora no. Esta será la tendencia de futuro, la eliminación de los puestos de trabajo gracias a la tecnología”.

En ese contexto, asegura Serrano, “a los mejores les va a ir muy bien, porque el mercado ya es global. El mejor en cada campo va a tener un desarrollo impensado”. Una situación, que además, obliga a cambiar el chip, porque no sólo se trata de hacer muy bien el trabajo, sino de dominar el canal. “Puede que seas un gran artesano, pero acabarás vendiendo tus productos a tus conocidos y a los que pasan por tu tienda. Sin embargo, si dominas el canal y sabes aprovechar las ventajas de lo digital, vas a poder hacer negocio en todo el mundo. Se abren puertas que antes no existían”.

Ocupaciones

La mayoría de los expertos señalan que los trabajos que sufrirán más en los próximos años serán los manuales, además de algunos que nunca pensamos que podrían ser sustituidos por sistemas informáticos, como los conductores de camiones o los periodistas.

Para Serrano, algunas profesiones, como la ingeniería, la abogacía, o la medicina, donde parecen necesarias ciertas capacidades humanas, parecen un poco más protegidas de estos cambios, pero no tienen su continuidad garantizada. “Hoy ya han aparecido portales de atención jurídica on line que resuelven problemas de manera centralizada. El escritor con más obras en Amazon es PhilipM. Parker, que cuenta con ciento y pico mil obras suyas,y se trata de una empresa que genera libros de forma automática.

De modo que tampoco pueden confiarse, porque todo va cada vez más rápido y no se atisba cuál es el final de todo esto. Un ordenador ha pasado el test de Turing, aquel que servía para diferenciar una máquina de un humano, otro ordenador ha ganado un concurso televisivo, el Jeopardy,y cada vez va a más. Las profesiones más creativas, eso sí, tienen mayor posibilidad de protección. Y saldrán beneficiadas: si eres un músico muy bueno de Brasil que haces bandas sonoras, te llamarán para hacerlas de todo el mundo y te podrás quedar con medio mercado”.

Sectores con futuro

El sector que parece inmune a las transformaciones es el de los CEO, porque “gran parte de su tarea se basa en la intuición y en la creatividad. La parte más analítica, la de los datos, la proporcionarán los ordenadores, pero seguirá siendo necesaria esa capacidad intuitiva para saber leerlos,yeso es muy humano”. Otro sector que saldrá beneficiado es el de la élite digital. “Hay profesiones hoy, como los programadores, por los que la gente se está pegando”.

El debate último consiste en saber si este nuevo mundo será también capaz de crear nuevos empleos que recojan la mano de obra que se queda por el camino.Y no lo parece, porque “este mercado digital muy productivo generará puestos nuevos, porque alguien tendrá que mantener los ordenadores y ocuparse del big data, pero no va a ser capaz de absorber el mismo número de gente que desplace”.

Menos trabajadores: problemas sociales

Los problemas del futuro serán de corte social. ¿Cómo vivir en un mundo donde se generan muchos más productos y servicios con muchos menos trabajadores? Para Serrano, tiene una parte positiva, porque “ese escenario puede conducirnos a la utopía de no tener que trabajar.

La gente no vivirá de la renta de su empleo, sino que aparecerán conceptos como la renta básica universal o modelos mixtos, en el que los ingresos del trabajo se combinarán con los del capital. Antes invertir en bolsa era algo que sólo podían hacer los ricos,y ahora muchísima gente tiene acciones. Además, se producirá una reordenación mundial, porque antes, en los países subdesarrollados la gente trabajaba en el campo y cobraba un euro al día,y cuando se desplaza digitalmente el empleo allí, mejoran mucho en su nivel de vida”. Europa tiene un reto, porque es una de las zonas geográficas que más afectada puede verse por estas transformaciones, pero todo dependerá de lo que sepa hacer a partir de ahora. Como señala Serrano, “también la gente de otros países con más dinero puede venir aquí a hacer turismo, seguiremos contando con la historia y con los monumentos”

Publicado por la Vanguardia.