A Cabify la declaración de la Renta le sale a devolver: publica pérdidas y Hacienda le abona más de un millón

23 de Marzo de 2017 / 7:41

Cabify tiene su matriz en Delaware y la de Uber está en Bermudas

por Javier Romera

Jefe de Redacción

En pleno enfrentamiento con el colectivo de taxis por supuesta competencia desleal, a Cabify la declaración de Hacienda le sale a devolver. La sociedad Maxi Mobility Spain, que gestiona el servicio de conductores privados, suma desde su constitución en 2011 unos números rojos de 3,2 millones, lo que le ha permitido que, debido a los créditos fiscales acumulados, la Agencia Tributaria le haya abonado en los dos últimos años 1,07 millones de euros.

De acuerdo con las últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil de Madrid, en 2014 la empresa logró una devolución de 622.125 euros y en 2015, de otros 448.964, lo que ha permitido reducir sustancialmente los resultados negativos.

La matriz de Maxi Mobility es una sociedad del mismo nombre domiciliada en el territorio offshore de Delaware (EEUU) y sus cuentas no son públicas. Fuentes próximas a la compañía justifican, sin embargo, la decisión de mantener esta sociedad porque, según dicen, “tras la constitución de la firma española, recibió su primera ronda de financiación en 2011 por parte de inversores americanos en Silicon Valley y uno de los requisitos para cumplimentar el acuerdo era tener una sede fiscal en Estados Unidos”.

Ventajas fiscales

Cabify admite que la elección de Delaware se debe “a que es el Estado norteamericano con mejores ventajas fiscales”, insistiendo en que esa es la razón por la que la mayoría de startups ubican allí su sede.

La empresa tiene a su vez una filial participada al cien por cien, Maxi Mobility Transporte de Viajeros, que en 2015, el año de su constitución, declaró unos ingresos de 2,38 millones. A falta todavía de las cuentas de 2016, esta firma, que tiene a su vez otras diez sociedades participadas, sí que obtuvo beneficios al cierre de ese ejercicio.

Fueron en concreto 207.396 euros antes de impuestos, pagando así al fisco un importe total de 51.849 euros. En una nota de prensa tras las últimas agresiones sufridas por sus conductores por parte de varios taxistas, la compañía reiteró que opera de “forma legal a través de las licencias de VTC (Autorización de arrendamiento de vehículos con conductor)”.

El mayor competidor de Cabify, Uber, opera, por su parte, a través de la sociedad Uber Systems Spain, filial que se constituyó en marzo de 2014 y que aún no ha presentado cuentas. La sociedad española cuelga de un holding ubicado en Holanda, territorio con importantes ventajas fiscales para las empresas. A su par, el dueño último de la compañía de transporte privado es la sociedad Uber International CV, que está radicada en el paraíso fiscal de Islas Bermudas, según refleja el registro mercantil de Países Bajos.

El holding holandés sumó en 2015 unos activos totales de 37,3 millones de euros, frente a los 2,22 millones que tenía un año antes

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