La dueña del mastín se recupera bien de las heridas en su casa riosellana.
Roberto Martínez, ayer, en Ribadesella, junto a su taxi.
Ribadesella, Emilio G. CEA Como los grandes héroes de cómics o de películas de acción Roberto Martínez quita hierro a lo sucedido. “No hice nada del otro mundo. Cualquier persona en mi situación hubiera actuado igual. Vi lo que estaba pasando y no lo dudé ni un instante”, asegura casi ruborizado. Este taxista riosellano salvó la vida a una vecina de Meluerda atacada de manera violenta por un can de raza mastín que Martínez describe como “un bicho considerable. Me llegaba por debajo del brazo”, aseguró ayer junto a su taxi.
Los hechos tuvieron lugar hace unos días, cuando Martínez se disponía a realizar un servicio en Meluerda. “Estaba entrando en el pueblo con tres clientas en el coche cuando de repente vi a un perro abalanzarse sobre una mujer”, explica. Según parece, el perro era propiedad de la persona atacada. El animal se había escapado de la casa y la mujer salió a buscarlo cuando éste la atacó de manera violenta. “Salí del coche inmediatamente”, recuerda Martínez. Una de las clientas que llevaba en el asiento de atrás, también salió del vehículo para intentar distraer al perro y evitar que continuase zarandeando a su víctima.
Martínez, experto cazador, asegura que no recuerda haber visto nunca a un perro en semejante actitud. “No he visto a perros de caza comportarse así ni cuando han atrapado a su presa”, relata. El mastín se tiró al cuello de la mujer. “Me han comentado que los médicos que la atendieron dijeron que por unos milímetros no le alcanzó la yugular”, dijo. La actitud del perro, que a más de uno hubiese acobardado, no impidió a este taxista riosellano jugarse literalmente el pellejo para salvar la vida de la malherida mujer.
“Me acerqué al perro e intenté cogerlo por el collar. No se dejaba. Fue muy difícil pues quería abalanzarse también sobre mí. Al tercer o cuarto intento logré sujetarle y meterlo dentro de la finca. Pensé que no soltaba a la mujer”, recuerda. Mientras el improvisado héroe intentaba parar al can, las mujeres que iban en el taxi llamaron a los servicios de emergencia y proporcionaron las primeras atenciones a la víctima.
Este periódico intentó ayer sin éxito conocer la versión de la mujer atacada, quien rehusó hacer cualquier tipo de declaración sobre el desagradable suceso. Aseguró, eso sí, que se encuentra bien. El can parece ser que fue sacrificado horas después del ataque.
No es el primer suceso de estas características que acontece en la comarca en las últimas fechas. El pasado mes de septiembre, Nacho Vázquez, miembro de la Agrupación Socialista de Oviedo (AMSO) y funcionario en el Ayuntamiento de Llanes, fue atacado por un mastín mientras hacía “jogging” a través de unas pistas forestales entre las localidades de Naves, Villahormes, Cardoso y Los Carriles, en Llanes. El ataque del cánido provocó a Vázquez graves lesiones en la cabeza, el pecho y las extremidades superiores.