Cabify: “Si el taxi fuera más barato, tendría más clientes”
POR MIGUEL TOMÁS
Se dedican a conectar pasajeros con conductores pero no todas son iguales. Las aplicaciones dedicadas de una forma u otra al transporte se han puesto de moda sobre todo después de la guerra que está llevando a cabo el sector del taxi contra Uber.
La Asociación Gremial de Auto Taxi y la Federación Profesional del Taxi
convocaron recientemente una huelga argumentando que esta app va en contra de lo que establece la legislación española y pone en grave riesgo a los usuarios al carecer de las autorizaciones y los seguros correspondientes, así como los requisitos que establece la propia ley para prestar un servicio de transporte de viajeros.
Pero lo cierto es que no es la única que está poniendo en peligro los cimientos de este sector.
Cabify es una startup española que, mediante una aplicación móvil, permite la contratación de vehículos de gama alta con chóferes privados (no particulares) y determinados taxistas asociados a ella.
Creada por un grupo de jóvenes emprendedores, la herramienta ofrece la posibilidad de disfrutar de vehículos con chófer y taxis, controlando en todo momento su ubicación a través del móvil. El pago es totalmente seguro a través de PayPal o tarjeta de crédito una vez que el usuario se registra en la plataforma, y no es necesario realizar ninguna transacción con el conductor.
Operativo desde diciembre de 2011, el servicio está disponible en Madrid, Barcelona, A Coruña, Málaga, Bilbao, Vitoria, Lima, Santiago de Chile y México, D.F. Pero sus inicios no fueron nada fáciles.
Uno de sus creadores, Juan de Antonio, nos ha recibido en sus oficinas en Madrid:
Pregunta: ¿Cómo nació Cabify?
Respuesta: Entre 2006 y 2011 viajé por muchos países y cada vez que llegaba a uno nuevo me encontraba con el problema de ir de un punto a otro. Fue entonces cuando pensé en crear un plan de negocio junto con unos compañeros de la universidad y, viendo las soluciones que ofrece la tecnología, creamos Cabify.
P. Empezasteis en una habitación y ahora estáis presentes en varios países y ciudades españolas. ¿Cómo fueron los inicios?
R. Muy duros. Como bien dices empezamos desde cero. Las primeras rondas de financiación las conseguimos en EEUU y no en España. Una vez que ya crecimos y demostramos que la idea era buena invirtieron desde nuestro país. Aquí el ecosistema no está tan desarrollado como en otros países.
P. Para que lo diferenciemos de otras aplicaciones que suenan ahora. ¿Qué es exactamente Cabify?
R. Hemos ido evolucionando con el paso del tiempo. Yo lo defino como una solución personal para la movilidad dentro de las grandes ciudades. Además contamos con un servicio Ejecutivo y otro de tax
P. ¿En qué se diferencian de los taxistas tradicionales?
R. En nuestro servicio Ejecutivo contamos con autónomos y coches de alta gama con licencia VTC. El servicio es distinto también. De mayor calidad. Sin embargo los precios son similares al de los taxis. Hay recorridos que son más baratos porque no tenemos suplementos, y otros un poco más caros. Sin embargo, independientemente de la ruta que tome el conductor el precio siempre es el mismo. Eso significa que te subes a un Cabify y estás tranquilo. Siempre te va a costar lo mismo. Pensamos que el taxímetro tenía sentido hace muchos años. Ahora con la tecnología que tenemos no.
Independientemente de la ruta que tome el conductor el precio siempre es el mismo. Eso significa que te subes a un Cabify y estás tranquiloPor otra parte, nuestro servicio de taxi como máximo llega al cliente con tres euros. Es decir, menos que los convencionales. Pero una vez que se enciende el taxímetro es lo mismo. Ahí no podemos hacer nada. Lo que sí hacemos es elegir a los taxistas. Los formamos y con el tiempo tienen que superar un examen. También están sometidos a la valoración de los usuarios y de unos especialistas que los ponen a prueba. Por lo que no hay posibilidad de tener malas experiencias.
P. ¿Y de las aplicaciones que acusan de ilegales como por ejemplo Uber?
R. En Cabify cumplimos con la normativa vigente en los mercados en los que operamos, incluido el español, y utilizamos autorizaciones o licencias administrativas en aquellos casos en los que son necesarias para los servicios que ofrecemos. Uber no hace nada de esto por lo que juega con ventaja. Esta aplicación está hecha de tal forma que sus usuarios no necesitan pagar impuestos ni tener seguros. Deberían de madurar y reconocer que son una compañía de transporte.
P. Sin embargo han conseguido hacer mucho ruido con la huelga de taxistas…
R. Efectivamente. Desde el punto de vista del marketing han llevado a cabo una jugada maestra. Y si lo piensas son cuatro los coches que tienen en España y solo en Barcelona.
P. ¿Qué crees que sucederá con el sector del taxi en un futuro?
R. Tienen serios problemas como por ejemplo de cohesión ya que poseen intereses muy distintos. El sector debería de estar abierto a nuevas posibilidades. Si el taxi costara la mitad lo cogería más gente. Existe la percepción de que el taxi es caro. El problema es que ellos no pueden hacer nada con el precio. Tiene que desregularse el sector para que crezca la industria. Los Radio Taxi no tienen futuro. Las nuevas tecnologías acabarán con este modelo de negocio porque no tienen incentivos para reinvetarse y no son eficientes.
P. ¿Qué nivel de adopción tiene Cabify en España? ¿Está el público español abierto a este tipo de servicios de transporte?
R. Sí lo está pero nuestro crecimiento está en cierto modo limitado por un sistema regulatorio obsoleto que perjudica al consumidor. En un futuro, seguirá habiendo distintas categorías de vehículos y calidades de servicio. Aunque probablemente, el consumidor sólo querrá tener un punto de contacto para solucionar todos sus problemas de movilidad en el medio plazo
Publicado por Infotaxi.