POR MIGUEL
La mitad del sector cancela su actividad este fin de semana en protesta contra las multas por operar en situación ilegal y para pedir regulación
“Todas las limusinas de Barcelona son ilegales”, asegura la presidenta de la Asociación Catalana de Limusinas, Pilar Zamora. El Ayuntamiento de la ciudad lo corrobora. El motivo: es que la Administración no concede nuevas autorizaciones de arrendamiento de vehículos con conductor (VTC), la tipología bajo la que deben operan las limusinas junto con los demás coches de lujo que se alquilan con chófer. Esto, sumado al endurecimiento de la normativa catalana para luchar contra la proliferación de taxispiratas, ha llevado al sector al borde del abismo: “Estamos circulando, con los pasajeros dentro disfrutando del trayecto, nos para la Guardia Urbana, incluso, a veces cerrándonos el paso, nos pide la autorización, y como carecemos de ella, automáticamente nos inmoviliza el vehículo y lo conduce al depósito hasta el pago de la sanción”, denuncia el chófer Daniel Salvia. La situación ha motivado que la mitad del sector, compuesto por una veintena de empresas y medio centenar de limusinas, se haya declarado en huelga este fin de semana para reivindicar una regulación y el cese de las multas
Según explican fuentes del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, encargado de conceder las licencias VTC, la normativa estatal establece una relación de 1 licencia de este tipo –actualmente, unas 400 en Catalunya- por cada 30 taxis -12.500 en total-. El problema radica en el hecho de que desde hace años no se otorgan nuevas licencias al amparo de la ley 19/2003, de 4 de julio, del taxi y la ley 16/1987 de Ordenación de Transportes Terrestres (LOTT). “No se conceden desde las Olimpiadas”, se queja Salvia. Hasta hace poco tiempo la Guardia Urbana multaba de vez en cuando a los conductores de limusinas –con una sanción de 1.501 euros, que muchas veces se recurría-, pero no les inmovilizaba el vehículo, por lo cual el chófer podía concluir el servicio que estaba ofreciendo y a la empresa le salía rentable operar en la ilegalidad. Pero desde el pasado 20 de marzo las cosas han cambiado.
La nueva ley de acompañamiento de los presupuestos incluye una mención especial para luchar contra la intrusión en el sector del taxi a raíz del revuelo causado por la aplicación Uber, que permitía que conductores sin licencia llevaran a pasajeros en su coche a cambio de una ganancia económica. La norma incrementa de manera sustancial el importe de la multa en estos casos, que puede oscilar entre 4.001 y 6.001 euros, y además la policía puede inmovilizar el vehículo y conducirlo hasta el depósito a la espera de que el propietario abone el dinero. “Los clientes se enfadan y se sienten estafados cuando el chófer les explica que tienen que bajarse de la limusina a medio servicio”, comentan fuentes del sector.
Un servicio en peligro de extinción
“Si las multas continúan, las limusinas desaparecerán de las calles de Barcelona”, sentencia Salvia, que ve incomprensible cómo es posible que una ciudad tan turística no regularice un sector con tanta demanda: “¿Cómo le explicas a un americano o a un inglés que no hay limusinas legales en esta ciudad porque no nos dan autorización?”. Además de la huelga de este fin de semana, la Asociación Catalanade Limusinas tiene previsto concentrarse el martes 7 de abril a las 11 h. ante las puertas del Departamento de Territorio y Sostenibilidad dela Generalitat. También ha iniciado esta campaña a través de Change.org. “Tenemos miedo de circular”, reconocen
Publicado por Infotaxi.