Haz números, puede que ir en taxi te salga más barato que comprar un coche

Diego Lorenzana enAhorradores

A día de hoy, son muchas las personas que deciden utilizar el taxi como medio para desplazarse por la ciudad. Su rapidez y comodidad le hacen ser un medio de transporte idóneo para aquellas personas que no saben como llegar a su destino, que han bebido una copa de más o, simplemente, que no quieren utilizar ningún medio alternativo.

De todos modos, son muy pocas son las personas que valoran el taxi como alternativa a los vehículos propios. La autonomía que proporciona el coche es un hándicap insalvable para el resto de medios de transporte, y mucho más para en el caso del taxi. Sin embargo, y a pesar de ser uno de los medios de transporte más caros, puede que el uso del taxi te salga más barato que comprar un coche.

¿Qué valoramos al comprar un coche?

La decisión o no de comprar un coche se valora en función denumerosos parámetros: el modelo de automóvil, el motor, sus prestaciones o la marca son las variables cualitativas y el precio, el tipo y precio del combustible o las condiciones de financiación son las variables cuantitativas o económicas.

La decisión final es una combinación de todas ellas pero, en líneas generales, las variables que más peso tienen a la hora de elegir un vehículo u otro son las variables económicas, en especial para aquellos que buscan únicamente un medio de transporte que nos proporcione la autonomía e independencia que garantiza un turismo.

Pero, además, existen ciertos costes que en muchas ocasiones se suelen pasar por alto en muchas ocasiones pero que ninguno de nosotros deberíamos descartar, como el gasto por mantenimiento del vehículo, el gasto del combustible, el lavado, la ITV o los gastos por contingencias inesperadas, como un pinchazo de una o la rotura de un retrovisor.

El coste de utilizar un coche: un ejemplo práctico

Imaginemos que adquirimos un coche por 20.000 euros mediante una financiación otorgada por una entidad bancaria al 5% de interés anual durante los próximos cinco años, el cual queremos amortizar en los próximos veinte años mediante un uso similar todos los años. Utilizando el método de la amortización lineal, el coste anual del vehículo será de 2.000 euros anuales los cinco primeros años (1.000 euros de la amortización anualizada y otros 1.000 euros del pago de intereses) y 1.000 euros anuales los quince años restantes.

A este coste habrá que añadirleel resto de gastos asociados con el vehículo. Por lo general, será necesario hacerle un par de revisiones anuales con un coste aproximado de 250 euros cada una y el coste de la gasolina, cuyo coste aproximado podríamos establecerlo en 150 euros mensuales. En total, a los 2.000 euros iniciales tendremos que añadirle 500 euros en concepto de mantenimiento y cerca de 1.800 euros en gasolina. Es decir, el coste del vehículo será de 4.300 euros.

La tabla del coste final del vehículo queda, por tanto, de la siguiente manera:

En realidad, la tabla podría ser más realista si tuviésemos en cuenta los gastos imprevistos o el mayor coste en mantenimiento que tendremos que hacer frente a partir del décimo año, cuando tendremos que pasar revisiones de forma más periódica o hacer frente a mayor cantidad de gastos imprevistos. Parece lógico pensar que cuanto más antiguo es un vehículo, mayor será el gasto en mantenimiento. De momento, y para facilitar el análisis, prescindimos de ellos.

Entonces, ¿me compensa coger un taxi?

Pongamos que únicamente utilizamos el taxi para ir del trabajo a casa y de casa al trabajo, y de forma esporádica para otros desplazamientos. A un coste aproximado de diez euros por desplazamiento, gastaremos unos veinte euros los días laborales que, multiplicados por 200 días laborables al año, nos darán un total de 4.000 euros en gastos de taxis. Si a ello le sumamos otros 150 euros de gastos esporádicos de taxis, tendremos en total unos 4.150 euros de taxi al año, cifra algo inferior a los 4.300 euros que tendremos que pagar los cinco primeros años.

Sin embargo, el gasto en taxis será de 83.000 euros en los veinte años de vigencia del vehículo, cifra sensiblemente superior a los 71.000 euros que habíamos calculado en el ejemplo anterior que, recordemos, era una cifra bastante conservadora. Por tanto, si esta fuese nuestra situación, nos compensaríaadquirir un vehículo para desplazarnos en lugar de coger taxi, con un ahorro de más de 10.000 euros en 20 años.

Ahora bien, tengamos en cuenta que nuestro análisis se restringe a tres aspectos:

Por un lado, no hemos tenido en cuenta ni los gastos imprevistos ni la depreciación del vehículo. Parece razonable pensar que, a lo largo de los próximos veinte años tendremos tanto que cambiar algún elemento averiado del vehículo como pasar la revisión más periódicamente a medida que se vaya desgastando el coche. Estos gastos aumentarán el coste final del vehículo.Por otro lado, este coste se calcula bajo el supuesto de un utilitario de gama baja. Si nuestro conductor adquiriese un vehículo más caro cuyo gasto en mantenimiento o gasto en combustible fuese mayor, el coste final aumentaría en la cuantía correspondiente.Por último, hemos supuesto que el usuario se mueve utilizando casi exclusivamente el taxi, premisa que no es del todo realista. Siempre habrá otra persona que esté dispuesta a llevarle al trabajo o también será posible utilizar el transporte público.

Sin embargo, a pesar de que no hemos tenido en cuenta estos supuestos, tampoco hemos tenido en cuenta los aspectos cualitativos, como la autonomía y comodidad que proporciona un vehículo o incluso el propio placer de conducir, ni tampoco el uso adicional que vayamos a hacer del coche, como desplazamientos largos.

Por tanto, la decisión de tomar o no un taxi depende en última instancia del uso que vayamos a hacer del coche. Si la única razón para desplazarnos es ir de casa al trabajo y del trabajo a casa puede que, a lo largo de los años, compense utilizar un taxi. En cualquier otro caso, el coche será nuestro mejor aliado. No obstante, los números los tendremos que hacer nosotros. La tabla anterior puede ser un buen punto de partida.

Publicado por ING