El Centro de Control del Taxi de Langreo cierra por la «mala gestión» del gerente

La Federación Asturiana ha presentado una querella criminal por falsificación documental, injurias y calumnias contra el ejecutivo 

El Centro del Control del Taxi, que gestiona más de setecientos vehículos de toda España, ya no opera desde Langreo. A principios de año, sus trabajadores fueron trasladados a Oviedo, a una instalación gestionada por el anterior socio logístico de la Federación Asturiana en la cuenca del Nalón.

El cierre es temporal ya que, en unos meses, podría nacer un nuevo proyecto de similares características. El equipamiento, impulsado y administrado por la Federación Asturiana del Taxi, permitía a estos profesionales, a través del sistema de localización geográfica Auryga, recibir llamadas procedentes de toda España a través de una centralita emplazada en Langreo, que asignaba el servicio al coche de la parada más próxima al lugar de donde procedía el aviso. El sistema permitía optimizar el servicio, incrementar la seguridad del profesionaly, además, incorporaba un navegador para facilitar la llegada al destino.

Cantabria, Extremadura, Castilla y León, Madrid, Castilla-La Mancha, Canarias, Asturias y el País Vasco eran las comunidades autónomas que ofrecían parte de sus servicios a través de esta centralita. Entre otras figuraban las cooperativas de Alcorcón, en Madrid, y de la zona de Illescas, en Toledo,Ponferrada, Mérida, las poblaciones madrileñas de Collado Villalba y Alcalá de Henares; Azuqueca de Henares, Quer y Alovera, en Guadalajara y siete pequeños municipios de Cantabria.

El traslado del personal no responde a malos resultados económicos, ni a la falta de cartera de trabajo, según apuntó ayer el secretario general de la Federación Asturiana del Taxi, José Artemio Ardura. En su opinión, todo vino motivado por una falta de confianza de su socio logístico con el gerente del centro langreano. «El gerente falsificó documentos, incluso mi firma, y aseguró a nuestro socio que la Federación Asturiana del Taxi lo iba a abandonar. Ante el temor a perder clientes, nuestro socio acabó montando un centro propio en Oviedo» explicó Ardura. Desde la Federación creen que el antiguo gerente, destituido tras conocerse su actuación, pretendía «montar el negocio por su cuenta y casi logra hundirnos a todos». Finalmente, tras conocer la «mala gestión» del ejecutivo del centro, en el que trabajaba desde 2008, «ya era tarde y el nuevo centro instalado en Oviedo acabó, al menos, subrogando a los trabajadores de Langreo para que no se quedarán en la calle».

La Federación ha presentado «una querella criminal por falsificación documental, injurias y calumnias».

 

FUENTE: elcomercio.es

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