València acaba con la ‘barra libre’ del aparcamiento nocturno en el carril bus

Entra la nueva regulación que lo prohíbe en 40 callesEl ayuntamiento reduce un 50% los tiempos de paso de cuatro líneas nocturnas

Carril bus en València

RAQUEL ANDRÉS DURÀ

Aunque las ciudades españolas regulan en qué carriles bus se puedeaparcar durante la noche, bastante limitados, en València funcionaba como una suerte de ‘barra libre’ en el centro, con placas que permitían dejar los vehículos privados entre las 22h y las 8h.

Así era desde 2009, cuando lo implantó el gobierno del PP de Rita Barberá y que ya contó con críticas de los usuarios del transporte público, que veían cómo las paradas de los buses se llenaban de vehículos de forma indiscriminada. El Ayuntamiento ha cortado con esta permisividad inaudita y, desde la noche de este lunes 15 de mayo, ya no se podrá aparcar en los carriles bus de 40 calles del centro de la ciudad.

Según la Ley de Tráfico vigente, está tipificado como “infracción grave”el hecho de “parar o estacionar en el carril bus”. Es el gran argumento del concejal de Movilidad de València,Giuseppe Grezzi (Compromís), para aplicar su medida. “Las leyes están para cumplirse. València es la anomalía”, dijo en una rueda de prensa. Además, defiende que garantizará la seguridad de los pasajeros (que podrán bajar en las paradas habilitadas) y mejorará el servicio de taxis y EMT, que con una circulación más fluida reducirán los tiempos de los recorridos.

Un autobús de la EMT de València circula por su carril (Raquel Andrés Durà)

Ciudades como Donostia viven ahora un proceso a la inversa: recientemente han abierto ligeramente la normativa para permitir aparcar en el carril bus de tres calles, con excepción de las paradas del transporte público y los espacios ocupados por contenedores de basura. Lo habitual es que se haga alguna excepción a la norma, no que la norma sea la excepción.

Se da el caso de que en València, muchos autobuses todavía estaban en servicio durante la franja horaria permitida (finalizan pasadas las 22h y casi todas comienzan a las 7h). Esto hacía que la ciudad se convirtiera, a veces, en una gymkhana donde los conductores tenían que esquivar los vehículos aparcados, e incluso, hacer las paradas solicitadas a unos metros de las que están habilitadas para ello, con las consiguientes molestias para los viajeros, especialmente para los que tienen movilidad reducida.

De hecho, en las calles donde seguirá estando autorizado aparcar (hay que fijarse si hay placa), el horario será más reducido para no obstaculizar las líneas regulares de los autobuses, entre las 22.30h y las 7h.

La Ley de Tráfico tipifica como“infracción grave” el hecho de “parar o estacionar en el carril bus”

Era una de las medidas más esperadas por los componentes de la Mesa de la Movilidad de València y una de las grandes apuestas de Grezzi por el transporte público. La nueva regulación -o prohibiciones- no ha tenido un camino de rosas; se ha topado con obstáculos internos (se aplica con un mes de retraso por desavenencias con la concejalía de Policía, en manos del PSOE) y externos (críticas de la oposición por no haber contemplado una oferta más amplia de transporte público nocturno, y sobre todo, entre los hosteleros).

Finalmente, se aplicará con acuerdo político en el tripartito que gobierna la ciudad y con dos compromisos en beneficio de los usuarios: las dos líneas nocturnas más utilizadas, laN1 (desde el Marítimo), la N6 (desde La Torre), la N89 y la N90 doblarán la frecuencia de paso, de manera que habrá uno cada 25 minutos y no cada 50; además, se ha llegado a un acuerdo con las empresas deparking con el que se ofrecerán“tarifas planas” en 2.200 plazas para toda la noche por entre 3 y 6,95 euros.

Antigua placa que permite estacionar en un carril bus en València entre las 22h y las 8h. Desde el 15 de mayo, el horario permitido es entre las 22.30h y las 7h (Raquel Andrés Durà)

El respaldo ciudadano es amplio; muchas las asociaciones de vecinos y otros colectivos de la Mesa de la Movilidad ven con buenos ojos la nueva regulación. La Asociación de Vecinos y Comerciantes Amics del Barri del Carme (el centro de la ciudad), la defendió en el último pleno municipal por ser “coherente y necesaria” en su deseo de “recuperar espacios públicos y ganar calidad urbana y del aire”.

Fernando del Molino, presidente de la Federación Sindical del Taxi de València, asegura que llevan “años” pidiendo esta prohibición porque la ciudad “no puede saltarse la ley de seguridad vial”. Así, asegura que en la Mesa de la Movilidad “el 90%” de las asociaciones eran favorables a este cambio. Sobre el posible incremento en el uso del taxi, De Molinos cree que económicamente les “va a afectar poco”: “La gente tiene muchas formas de solucionar el problema sin coger el taxi, usando parkings o aparcando más lejos”. Defiende que su reivindicación es más por “la seguridad de los usuarios” y por “comodidad en el trabajo”, ya que hasta ahora muchas veces tenían que abandonar su carril por otro “con más velocidad”.

La gente tiene muchas formas de solucionar el problema sin coger el taxi, usando parkings o aparcando más lejos”

FERNANDO DE MOLINOS

Presidente de la Federación Sindical del Taxi de València

Entre los grandes beneficiados figuran las personas con discapacidad. Mariola Borrero, deProyecto Válidos, es invidente y remacha: “No hay que pensar en la comodidad de unos pocos, sino en la accesibilidad para todos”. Cuenta que la medida le facilitará el acceso al bus o al taxi: “Si hay coches aparcados en la parada, tengo que salir a la carretera con el riesgo de que me puedan atropellar”. “Me da mucha pena que las personas que están en contra de la medida no piensen más allá de ellas mismas. A quien puede conducir le da igual aparcar un poco más lejos y caminar. Pero en mi caso, que siempre tengo que ir en transporte público, es fundamental que me dé un buen acceso”, expone, y concluye: “Todos podemos ser discapacitados en algún momento. La accesibilidad es un derecho”.

El sector crítico con la medida lo encabeza la Federación Empresarial de Hostelería de València. El portavoz del asunto y presidente de la Asociación de Pubs de València y provincia, Tico Corrons, cree que tendrá consecuencias negativas tanto para el consumidor como para los empleados, sobre todo en las zonas de Russafa, El Carmen y el Ensanche, “donde hay más clientela y espacio para aparcar en el carril bus”. “Habrá pérdidas porque dejarán de venir los consumidores de fuera de València, lo que se traducirá en pérdidas de puesto de trabajo. Además, los propios empleados no tendrán dónde aparcar”, sostiene. Considera que lo más apropiado habría sido aplicar la prohibición solo en las paradas. Por otro lado, critica que “se ha creado un problema donde no lo había”.

Mariola Borrero, invidente de Proyecto Válidos, en el pleno del Ayuntamiento de València (LVD)

Desde la organización STOP Accidentes València replicaban en el pleno municipal que “un interés económico no puede estar por encima de la seguridad vial”. En este sentido, el presidente del comité de empresa de la EMT de València, Ibán Alcalá, declaraba que apoya la medida “para evitar situaciones problemáticas y peligrosas para los usuarios”, al tiempo que pidió que “se amplíe al resto” de carriles bus de la ciudad. “No conozco ninguna ciudad donde se aplique esta medida, que es antirreglamentaria”, añadía.

Un conteo del Ayuntamiento localizó unos 1.500 vehículos estacionados en carriles bus en fin de semana

La Concejalía de Movilidad elaboró un conteo nocturno una semana al azar, sin festivos (del lunes 14 de noviembre al domingo 20 de noviembre), para averiguar el número de coches que aparcaban en los carriles bus de la ciudad y sus hábitos. Extrajeron que hay en torno a 1.500 vehículos estacionados en estas vías los fines de semana entre las 23h y las 2h de la mañana; de estos, solo quedaban alrededor de400 entre las 5h y las 7h, que corresponderían a personas que alargan la fiesta y a residentes.

Los datos también reflejan una media de 250 aparcamientos diarios, entre semana, en estas vías entre las 5h y las 7h, es decir, vehículos que previsiblemente corresponden a vecinos de la zona, que esas horas estarían durmiendo. Estas cifras engloban también los carriles bus donde se podrá seguir aparcando tras nueva regulación que entra en vigor este lunes.

Fuentes de la Concejalía de Movilidad señalan que son números muy bajos en comparación con elparque de 400.000 vehículosprivados que hay registrado en València y los 800.000 coches que proceden del área metropolitana. Por ello, no creen que vaya a suponer un problema de aparcamiento. Parece, más bien, un tema de pérdida de comodidad para unos (los usuarios del vehículo privado, que tendrán que dar más vueltas para encontrar plaza o caminar más) en beneficio de la de otros (usuarios del transporte público).

En rojo, los carriles bus donde se podrá seguir aparcando en València (LVD)

A quien puede conducir le da igual aparcar un poco más lejos y caminar. Pero en mi caso, que siempre tengo que ir en transporte público, es fundamental que me dé un buen acceso”

Publicado por la Vanguardia.

19 preguntas para entender toda la guerra Nación Taxi-Uber-Cabify

JAVI SÁNCHEZ

Uber liberaba hoy un informe, con ocho meses de trabajo a cuestas, en el que la compañía defiende la necesidad de liberalizar de una vez el sector. Cada una de sus conclusiones da para varios titulares: “el monopolio del taxi nos cuesta 603 millones de euros al año”“la liberalización crearía 12.000 puestos de trabajo en Madrid y Barcelona”“el monopolio encarece cada trayecto unos cinco euros”…  No es tanto una provocación al taxi (que también), como una declaración de intenciones: Uber no se asusta, y quiere erigirse en líder de una pelea de la que ningún gobierno en España ha salido indemne.

Una de las muchísimas movilizaciones de los taxistas. Ésta, en concreto, es de 2008, por lo cara que estaba la gasolina.© Cordonpress

1 ¿Cuándo empieza todo?

En 2004, con el primer proyecto de la Directiva Bolkenstein, la niña bonita del político holandés Frits Bolkenstein, miembro de la Comisión Europea por entonces. Una ambiciosísima ley que pretendía liberalizar a lo bestia casi todos los sectores de servicios en todos los miembros de la Unión Europea. Fue tan impopular que sirvió como catalizador para el rechazo a la Constitución Europea en medio continente. Por supuesto, uno de sus objetivos era el taxi.

2. ¿Y qué pasó?

La Eurocámara terminó rebajando la directiva. En muchos aspectos, pero específicamente en el taxi.

(21) Los servicios de transporte, incluido el transporte urbano, los taxis y ambulancias, así como los servicios portuarios, deben quedar excluidos del ámbito de aplicación de la presente Directiva.

Sin embargo, bajo mano, en Europa se pretendía acabar con el monopolio del taxi. En España, el presidente Rodríguez Zapatero decidió recuperar la idea de “liberad el taxi”… 

“Liberad el taxi”, según el gobierno.

…a la adaptación de la directiva europea, en la llamada Ley Omnibus o Ley Paraguas, que toqueteaba hasta 47 leyes estatales. En 2009, con la crisis reventando España, surge el primer intento de la liberalización del taxi en nuestro país. Habría sido una liberalización total, en la que cualquiera podría haberse hecho un Uber. Curiosamente, Uber inicia su actividad en marzo de ese mismo año. 

3. ¿Coincidencia?

Sí. De hecho, los primeros viajes de prueba de Uber surgen en enero de 2010, en Nueva York.

3. ¿Y la Ley Paraguas?

“Liberad el taxi”, en versión taxista.

Las movilizaciones de los taxistas reclamando protección para 70.000 familias, en un momento en el que España rozaba la insostenible cifra de 3,9 milllones de parados, hicieron que el gobierno socialista diese marcha atrás. El taxi se quedaba como estaba. En diciembre de 2009, la aprobación final de la ley excluía al taxi de la liberalización de servicios. Y regulaba así-asá la concesión de licencias VTC, con las que operan hoy Uber y Cabify. Ninguna de las dos, recordemos, existía en nuestro país por entonces.

4. ¿Y después?

En 2012 se las gastaban así con los taxistas que no secundaban el paro.© Cordonpress

En 2012, el ministro de Fomento Rafael Catalá tenía la orden de llevar a cabo una liberalización del sector -por entonces no pensaban en Uber, que no llegaría a España hasta 2014– ante la que los taxistas se alzaron con furia.

No hizo falta mucha furia tampoco: el día 27 de julio, con cinco detenidos por altercados en Madrid (léase “violencia pública contra los esquiroles”), movilizaciones por todas parte y una convocatoria de huelga general por parte de la nación-taxi para el 1 de agosto, el ejecutivo de Rajoy cedió. De cara a la galería, quedó como el primer paso atrás de las reformas emprendidas por el gobierno popular. Quizás fuese la única vez, en esos años de recortes, rescates-fantasma y presidentes-plasma, en la que las protestas de un sector afectado consiguieron algo. Con rapidez y violencia.

5. ¿Y qué consiguieron?

Que la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre mantuviese la proporción entre VTC y taxis. Una licencia como las que usan hoy Uber y Cabify por cada 30 licencias de taxi (aunque las Comunidades contaban con la posiblidad de modificar la proporción).

6. ¿Qué significa VTC?

Vehículo Turismo con Conductor. Algo que siempre ha existido más o menos para regular las empresas de alquiler de coches con chófer, limusinas, etcétera. Todo lo que no es taxi. Y la única alternativa legal al mismo con encaje en nuestro sistema.

7. ¿Pero Uber funciona así?

Si por Kalanick fuese, no. En 2014,aterrizó en España como UberPop,  que puedes ver en casi todas las series yanquis de Netflix. Donde cualquiera puede ser conductor de pasajeros en sus ratos libres y el espíritu original del servicio.

8. Algo me suena.

Claro, se lió pardísima. Dio para anécdotas maravillosas, como una asociación de taxi llamada Élite (con todas las connotaciones que te imaginas) amenazando con apedrear a instagramers si aceptaban ir en Uber. Taxistas contra instagramers en Barcelona. Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. 

9. ¿Uber cedió?

No exactamente. En diciembre de 2014 la app dejó de funcionar, y era imposible pagar un servicio. Por orden judicial. UberPop había muerto. Y un abogado llamado José Andrés Díez Herrera, a sueldo del taxi, había conseguido esa victoria. Quédate con su nombre.

10. Ok. ¿Y Cabify?

Por entonces, el “Uber español” (un nombre muy inexacto) llevaba tres años operando, siempre ajustados al concepto VTC. Es decir, siempre legales, siempre con licencia, siempre regulados. En este tema deEl Confidencial explican muy bien sus orígenes y crecimiento. Cabify fue la que señaló a Uber cómo debía volver (algo que hicieron en marzo de 2016): como una empresa con licencias. Aunque fuesen pocas.

11. O sea, que en Cabify no compiten con el taxi.

*silba*

12. O sea que sí.

Sí, su única limitación es que no hay licencias suficientes para todos. Y no le caen precisamente bien a los taxistas. Hace una semana, nueve vehículos de Cabify ardían en la Feria de Sevilla. A lo bestia. La policía, por supuesto, tiene una leve idea de con qué gremio simpatizan los incendiarios 

13. ¿Violencia contra la competencia? ¿Taxistas? ¿En serio?

¡Nunca!© Cordonpress

Si lo fuesen, son “grupos limitados”. Es el eufemismo con el que el presidente de Car2Go se refería a los taxistas que no veían con buenos ojos a su empresa. En esa época en la que más de 60 vehículos de su flota madrileña aparecieron con destrozos o fueron atacados a pedrada limpia. O cuando el presidente de Unauto denunciaba perdigonazos contra los conductores de Cabify.   O… Bueno, ya sabes. Es posible que no sean taxistas. 

14. Volvamos a lo de la VTC. ¿Se cumple ese reparto de licencias?

Qué va. El 1 de enero de 2015, con Uber lamiéndose las heridas y Cabify haciendo caja, había algo menos de 4.000 licencias por casi 70.000 taxis. No salían las cuentas ni entonces.

15 ¿”Ni entonces”?

 

El problema de que los taxistas te modifiquen un cachito de una ley que ya tienes escrita de acuerdo a sus intereses y que afecta a otros sectores, ha llevado a que en España haya hoy 67.089 licencias de taxi y 5.890 de VTC. Es decir, un VTC (que puede ser Uber, Cabify, la limusina esa blanca de la tele o cualquier otro servicio) por cada 11-12 taxis. Ups.

15. ¿Y eso?

Por lo que decíamos antes: en 2009 hubo que meter un calzador con forma de taxi en la Ley Paraguas, y el resultado es que si te ibas a un juzgado con tiempo y paciencia, terminabas sacando tu licencia VTC porque vivan los huecos legales.

16. O sea, que no hay límite.

Así están de cabreados los taxistas. Coches que arden, manifestaciones todo el rato, la petición de que se vuelva a legislar el sector… Ya sabes qué avispero ha removido hoy Uber con su informe: “no sólo vamos a ganar, sino que os vamos a pasar esto por la cara”.

17. ¿Tan serio es el tema? 

Se espera que lleguemos a las 10.000 licencias en los próximos dos años. Sólo en lo que va de año, se han repartido más de 350 nuevas licencias VTC. 

18. ¿Por qué están tan seguros en Uber de que van a ganar?

Dejando de lado que desde 2016 la Unión Europea está a tope con el tema Uber/Airbnb/Blablacar/etcétera [esta última no es una app], hay otro pequeño detalle. ¿Te acuerdas del abogado que se cargó Uber en 2014?

19. Sí. ¿Por?

Desde marzo de este año trabaja para Uber. Pum.

Publicado por revistagg.

General Urrutia se llamará Amado Granell y Barón de Cárcer volverá a ser la avenihada del Oeste

CALLES FRANQUISTASAYUNTAMIENTO DE VALENCIA

  La concejala Glòria Tello. Foto: KIKE TABERNER 

Listado completo de las calles que cambian de nombre

VALÈNCIA. “Queremos que València sea una ciudad libre de vestigios franquistas”. La frase es de Joan Ribó al inicio de la pasada legislatura y ha sido una de las principales premisas delGovern de la Nau. Es una cuestión de justicia poética o, más bien, cabría hablar de justicia histórica. Bajo el paraguas de la Ley de Memoria, el consistorio valenciano cambiará el nombre a 51 calles, bautizados durante el franquismo, y les asignará otros más acorde a la actualidad.

Entre estos cambios se encuentra el de la avenida Barón de Càrcer, que pasaría a llamarse Del Oeste; la calle Castán Tobeñas, que sería calle de la Democracia; la calle Doctor Beltrán Bigorra pasaría a llamarse Alejandra Soler en recuerdo a la maestra republicana y la avenida de General Urrutiasería con el cambio Amado Granell, en homenaje al teniente valenciano que participó en la liberación de París.

Los criterios para renombrar las calles han sido siete: la recuperación de denominaciones antiguas; las propuestas emitidas por el Consell Municipal de la Dona dirigidas a dar visibilidad al papel histórico y actual de las mujeres en el callejero urbano; antiguos dictámenes de la Comisión de Cultura o mociones aprobadas en las Juntas de Distrito en legislaturas anteriores, que no se habían implantado nunca; las peticiones obrantes y aún no atendidas en el Servicio Municipal de Recursos Culturales por parte de la ciudadanía; nombres de personas o agrupaciones que han contribuido a la proyección cultural de la ciudad; conceptos relacionados con la cultura y el saber en general y, por último, fomentar los valores universales y dignos de reconocimiento general. 

El primer caso, y uno de los más evidentes, es el de la avenida Barón de Cárcer, que recupera el nombre que aún reconoce y utiliza buena parte de la población: avenida del Oeste. Entre las calles que se incorporarán para reconocer el papel de las mujerez se halla Manuela Solís(reconocida ginecóloga), oJerònima Galés (impresora de relevancia), entre otras. En el tercer caso se hallará la calle dedicada al activista vecinal Félix del Río, aprobada en la Junta de Distrito de Trànsits hace años, que será el nuevo nombre de la calle Doctor Marco Merenciano, delator secreto que provocó la ejecución del rectorPeset Aleixandre.

Entre los nombres olvidados que ya deberían haber bautizado calles se hallan el fotógrafo Agustí Centelles (en sustitución de Gual Villalbí) o al profesor Higinio Noja (por Samuel Ros). También se incorporarán nuevas calles dedicadas al Equipo Crónica (en realidad plaza, ya que se ubicará en la plaza Francisco Bosch i Ariño), o al arquitecto Javier Goerlich, arquitecto (cuyo nombre reemplazará a Francisco Dolz). Entre los conceptos relacionados con la cultura y el saber en general, se incorporarán las calles de la Poesia (por calleDamián Adalid), calle de la Fotografia (calle Carmen Tronchoni) o calle de la Literatura (por José María Osset). No es tampoco un concepto nuevo ya que el callejero actual de València incluye vías como la dedicada a los Poetas Anónimos. Parecido espíritu tendrá la calle dedicada a la Democràcia, que sustituirá a Castán Tobeñas.

Cuatro reasignaciones 

Además de los 51 nuevos nombres de calles se “resignificarán” otras cuatro. Las plazas de Amèrica y de Galícia, la avenida de Portugal, y la calle de Belchite mantendrán su nombre pero sus expedientes se cambiarán lasrazones de la denominación. Inicialmente, en las cuatro se argumentaban motivos de apoyo y exaltación de la sublevación militar, la guerra o la dictadura. Ahora se mantendrán las denominaciones pero no las razones.

La propuesta se elevará a la Comisión de Cultura del próximo jueves, que emitirá un dictamen previo al acuerdo que habrá de adoptar la Junta de Gobierno Local, tal como establece la Ley de Bases de Régimen Local. La concejala de Cultura, Glòria Tello,adelantó la decisión del Equipo de Gobierno de mantener la convivencia del nuevo nombre de las vías urbanas con el antiguo para evitar las molestias a la ciudadanía, así como a los comercios y empresas radicados en ellas. Asimismo, Tello agradeció el apoyo y la colaboración de la Federación de Asociaciones de Vecinos “por su predisposición a participar y la ayuda prestada”.

Informe de la Universitat

Los cambios propuestos responden al estudio e informe realizado por el Aula de Historia y Memoria Democrática de la Universitat de València, concretamente al equipo de investigadores y especialistas coordinado por el profesorAntonio Morant, que acompañó a la concejala este lunes en la presentación de la iniciativa. Durante aproximadamente cinco meses, el equipo investigador analizó los expedientes y los acuerdos específicos que llevaron a cambiar el nombre de determinadas vías públicas entre el 1 de abril de 1939 (fecha en que València fue tomada por las tropas franquistas) hasta la primera Corporación de la Democracia, en 1979. 

El profesor Morant explicó en la rueda de prensa que se dio a conocer la decisión, que el trabajo de investigación y análisis se basó en la revisión de acuerdos y expedientes específicos, para conocer las motivaciones, pero también para evitar los casos de homonimia. Así, señaló, se investigó cada nombre, incluso acudiendo a las obras de las personas nombradas y a la prensa de la época. Por eso, añadió Glòria Tello, “en los casos que había dudas, o que la documentación hallada era poco concluyente se ha optado por no incluirlos en la propuesta”.

Convivencia de ambos nombres un año

Los nombres actuales, que Tello cree que podrían comenzar a verse a partir del verano, se mantendrán durante 12 meses con los nuevos para garantizar el periodo de adaptación, si prospera la propuesta. Tal y como admitió la concejala, “ha sido un proceso lento, puesto que hemos querido llevarlo adelante con todas las garantías y rigor, desde el respeto a los intereses específicos de la ciudadanía, al pluralismo y al respeto a la ley”.

Publicado por Valencia plaza.