Guerra por el coche compartido: Europcar compra la ‘startup’ madrileña Bluemove

La aparición de nuevas plataformas como Car2go o Drivenow obliga a mover ficha a las empresas tradicionales de alquiler.

Guerra por el coche compartido: Europcar compra la madrileña Bluemove para hacer frente a Car2goBluemove

R. J. L.

Nuevo movimiento en el sector del transporte alternativo. Europcar, compañía de alquiler de coches propiedad de la empresa francesa de inversión Eurazeo, ha cerrado la compra de la plataforma de coche compartido Bluemove, una ‘startup’ madrileña fundada en 2011 por Gabriel Herrero-Beaumont y Jorge González-Iglesias. 

Según los datos facilitados por Europcar, Bluemove opera en el mercado español desde 2011 y cuenta con una comunidad formada por 47.000 clientes en las ciudades de Madrid, Sevilla y Málaga, aunque la previsión es ampliar su negocio a Barcelona y Valencia. Se trata de un competidor de Car2Go, la plataforma del Grupo Daimler (Mercedes Benz), y de Drivenow, que está impulsada por BMW.

Como informó EL ESPAÑOL, se trata de una de las dos alternativas locales destacadas en el segmento del alquiler de vehículos por horas. Una de ellas es Bluemove, fundada en 2010 y que hoy está presente en Madrid y Sevilla. Cobra por horas y kilómetros realizados y los coches deben aparcarse siempre en parkings cerrados y espacios delimitados en abierto. La otra es Respiro, que nació a principios de 2010.

Con esta operación, Europcar refuerza su apuesta por llegar a los nuevos clientes interesados en el coche compartido. Ha creado Ubeeqo, una plataforma multimodal orientada a ofrecer a sus clientes una experiencia integrada en el proceso de reserva y pago. La firma en la actualidad está operativa en Francia, Reino Unido, Bélgica y ahora también entra en España. El director del comité administrativo de Europcar, Philippe Germond, se mostró “muy satisfecho” con la compra de Bluemove, puesto que reafirma su liderazgo, junto a Ubeeqo, en los mercados de movilidad y les permite atraer a nuevos clientes y dirigirse a distintos públicos, según informa EP.

Publicado por el Español.

Miles de taxistas marcharon contra Uber en la 9 de Julio

La movilización contra Uber comenzó pasadas las 10 en el Obelisco, cuando los taxistas ocuparon todos los carriles de la avenida, en las dos manos. Durará al menos hasta las 13. Dicen que la recaudación cayó 40%.

Miles de taxistas coparon la 9 de Julio en una protesta contra Uber. (Nestor

El tránsito en el Centro porteño fue imposible esta mañana, con la avenida 9 de Julio bloqueada por miles de taxis, en una movilización que fue la mayor desde que comenzó el conflicto y dejó la imagen más fuerte de los tiempos últimos. Es que el Sindicato de Conductores de Taxis volvió a movilizarse desde las 10 de la mañana, para denunciar los perjuicios que les genera la actividad de Uber, la empresa para pedir autos a través del teléfono celular. 

La concentración comenzó en la esquina de la 9 de Julio y Sarmiento, frente al Obelisco, en la mano que va al Norte, donde los taxistas atravesaron un camión en el que improvisaron un escenario desde el que lanzaron discursos. Desde ese punto, la protesta no tardó en extendersehasta Belgrano. Fueron al menos ocho cuadras sobre la avenida más neurálgica de la Ciudad cubiertas por columnas de autos negros y amarillos.

Hacia el mediodía, el bloqueo también afectó la mano Sur. Si bien no hubo interrupción del Metrobus, se pudo circular por las calles laterales de 9 de Julio y después de las 13 se liberó la avenida, toda la zona permaneció durante horas colapsada.

El video de la 9 de Julio desde el aire:​

 

Antes del inicio de los cortes, el titular del sindicato de Peones de Taxis, Omar Viviani, había vaticinado que alrededor de cinco mil taxistas participarían y prometió que a las 13 quedaría todo despejado. El titular del gremio de taxistas porteños, José Ibarra, también había pronosticado un reclamo amplio dado que había mucha bronca en las bases. “Estamos ofreciendo disculpas, pero es nuestra fuente de trabajo, y no podemos mirar para otro lado cuando nuestros afiliados están con problemas de ingreso”.

Según el gremio, los taxistas se vieron afectados en un 40 por ciento de su recaudaciónpor Uber, que no tienen regulación del Estado como los taxis. En ese sentido, esta mañana el secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez, marcó que “la empresa busca todo el tiempo eludir las reglas” y confirmó que a pesar de todas las prohibiciones dispuestas  “sigue operando”.

También dijo que la compañía no está inscrita, no paga impuestos y sus trabajadores están en una situación de precariedad total. “Uber tal vez considere a la Argentina institucionalmente inferior y por eso quiera traspasar las reglas, pero no lo vamos a permitir”, dijo. 

Mirá también: “Sindicato mortal”, cómo es el juego para celulares entre Uber y taxis

 

Las asociaciones de taxistas ya lograron que la Justicia ordenara a las tarjetas de crédito no aceptar pagos de los viajes con Uber, pero la aplicación continúa en funcionamiento. También habían solicitado al Ente Nacional de Comunicación (ENaCom) que bloqueara los servidores, pero desde ese organismo estatal dijeron que no tienen potestad para concretar esa medida.

“Si ENaCom no cumple con la disposición de bajarle la palanca a Uber, lo va a hacer algún compañero”, dijeron los sindicalistas, que dejaron una amenaza:  la próxima vamos a trasladar la protesta a la puerta del Ente

Uber se consolida en Japón enfocando sus servicios a personas mayores

Escrito por Marcos Merino

Tras 3 años enfrentándose a obstáculos normativos y a la feroz competencia del sector de taxi de Tokio, la compañía ha decidido dar un giro a su estrategia centrándose en un nuevo público (con el apoyo de las autoridades).

Los esfuerzos de Uber para lograr introducirse en el mercado japonés han sido, hasta ahora, bastante mayores que el éxito obtenido. La compañía se implantó hace ya 3 años en Tokio, pero esta ciudad (que reúne al 20% de los taxis de todo el país) cuenta con una oferta amplísima, con varios operadores locales en feroz competencia que cuadruplican entre todos la cifra de taxis de la ciudad de Nueva York.

Y si esto no bastara para reducir sensiblemente el nicho de mercado de Uber, las empresas y asociaciones de taxi del país nipón han sabido reaccionar con rapidez en todo lo relacionado con las apps para solicitar viajes: la asociación de alquiler de taxis de Tokio lanzó su propia aplicación en 2014, y sólo unos meses antes la principal empresa del sector (Nihon Kotsu) se había aliado con el popular servicio de mensajería Line para lanzar ‘Line Taxi’. Poco después, el gigante del e-commerce japonés Rakuten compraba el 12% del principal competidor global de Uber, Lyft.

Por último, su proyecto piloto para expandirse fuera de Tokio, a la ciudad de Fukuoka, fue abortado por el propio ministerio de Transporte por entender que violaba la ley que prohíbe los servicios de taxis sin licencia.

Las personas mayores, el nuevo público de Uber en Japón

Ahora, sin embargo, Uber ha encontrado la forma de recabar el apoyo de las autoridades japonesas para implantarse en Tango, uno de los distritos de la pequeña ciudad de Kotango, en la costa oeste del país. La razón es sencilla: es un área que carece de compañías de taxis, y en la que recurrir a la única compañía de buses que opera allí requiere hacer una reserva con varias horas de antelación.

Y sin embargo, la población de Tango requiere con urgencia de alternativas de movilidad, a causa de su inusual composición demográfica: el 40% de sus ciudadanos supera los 65 años (13 puntos por encima de la media nacional). De modo que Uber se ha especializado allí en proveer viajes a personas mayores a través de los 18 vehículos que se han registrado hasta el momento. Por ahora, ha repartido medio centenar de tablets de forma gratuita para facilitar el uso de su aplicación entre los potenciales usuarios.

“Finalmente, hemos sido capaces de dar nuestro primer paso [en Japón]”, dijo Masami Takahashi, presidente de Uber Japan Co. “Nuestro servicio puede ser una solución para el envejecimiento de la población en el país”.

Publicado por ticbeat.

Uber iniciará plan piloto de autos sin conductor en Pittsburg

22/05/2016 7:10 pm

En las próximas semanas Uber empezará un programa piloto de conducción automática en las calles de Pittsburg, el último del creciente número de experimentos que el sector del automóvil está realizando para perfeccionar la tecnología.

Aunque el experimento es de Uber, la compañía que en poco tiempo ha revolucionado el modelo del negocio de los taxis en gran parte del mundo, gran parte de la carga de la prueba la lleva Ford, que a finales de abril formó una “coalición” con Uber, Google, Volvo y Lyft para avanzar en la conducción automática.

Uber utilizará en las calles de Pittsburg un Ford Fusion modificado por la compañía automovilística y el Centro de Tecnologías Avanzadas de Uber para circular sin conductor aunque durante las pruebas el vehículo tendrá una persona al frente del volante por razones de seguridad.

Uber explicó en un comunicado: “En el futuro, creemos que esta tecnología supondrá menos congestión, transporte más asequible y accesible y una reducción en el número de vidas pérdidas en accidentes de automóvil”.

El anuncio de Uber fue el último del creciente número de proyectos e iniciativas que está surgiendo prácticamente cada día en Estados Unidos en torno a la tecnología de la conducción automática.

La misma semana Google patentó un barniz para vehículos de conducción automática para minimizar el daño a los transeúntes en caso de un hipotético accidente. El barniz actuaría como un adhesivo que retendría al transeúnte en el capó del vehículo en vez de lanzarlo por efecto del impacto.

El viernes también se supo que varios antiguos ejecutivos de Google han impulsado un proyecto llamado Otto para aplicar la conducción automática a camiones, un sector que solo en Estados Unidos representa 700.000 millones de dólares al año.

Otto ha empezado a trabajar para modificar los camiones existentes hoy en día con tecnologías de conducción automática que harán innecesarios a los conductores, el principal costo fijo del sector del transporte por camión.

La empresa ya tiene tres camiones realizando pruebas en las carreteras del estado de California.

A principios de mayo, el grupo Fiat Chrysler y Google anunciaron un acuerdo para trabajar de forma conjunta en el desarrollo de la tecnología vehículos sin conductor. Las dos compañías utilizarán una flota de 100 monovolúmenes Chrysler Pacifica para adquirir datos y experiencia.

General Motors (GM) también tiene en marchas varios programas para el desarrollo de vehículos autónomos. GM, junto con Lyft, la rival de Uber, empezarán a probar taxis de conducción automática basados en el eléctrico Chevrolet Bolt a finales de este año.

GM ha adquirido por 1.000 millones de dólares la empresa Cruise Automation, una compañía creada hace tres años para desarrollar vehículos autónomos, para acelerar la tecnología que cree que como muy tarde empezará a estar integrada en los automóviles de venta al público en 2020.

Por supuesto, Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos de lujo, ya presume de que su sistema de conducción automática Pilot, que equipa las versiones más caras de sus automóviles, está prácticamente lista para su utilización masiva.

Pero la vertiginosa velocidad con la que las empresas están desarrollando y adoptando la conducción automática, para descerrajar decenas de miles de millones de dólares en ingresos potenciales, también ha despertado preocupación en algunos sectores.

El jueves, Consumer Watchdog (CW), una organización de consumidores, solicitó a las autoridades estadounidenses que imponga más controles en el desarrollo de los “autos robot”.

CW puso como ejemplo la relación “incestuosa” que los fabricantes, las empresas tecnológicas y los reguladores han desarrollado en poco tiempo.

El grupo señaló que al menos cuatro individuos que hasta hace poco eran altos funcionarios de la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA), el organismo del Departamento de Transporte encargado de velar por la seguridad del automóvil, ahora trabajan para el proyecto de vehículo autónomo de Google.

En una carta al Departamento de Transporte, CW advirtió que si las autoridades no ponen coto a estas prácticas, el consumidor tendrá la “problemática percepción que la revisión de políticas sobre vehículos autónomos que se darán a conocer en julio han sido creadas pensando en futuras perspectivas de empleo y no el interés público”.

Publicado por TVN NOTICIAS.

¿Hay empleados en la economía colaborativa?

Uber acepta que sus conductores en Nueva York formen un gremio, pero no un

Los tratados internacionales de libre comercio son una preocupación entre los trabajadores de las economías desarrolladas: ponen a competir sus productos con los de países con regulaciones más laxas, sobre todo en lo laboral, y con costes más bajos. Pero a veces la competencia desigual se encuentra en un mismo país, incluso en una misma ciudad. Es lo que ocurre con Uber —la plataforma de transporte alternativo al taxi que funciona a través de una aplicación—, que trata a los conductores como contratistas, en lugar de empleados, y por tanto les deja al margen de todas las regulaciones laborales. Tampoco, por tanto, tienen derecho a formar un sindicato con el que negociar sus derechos, pero en Nueva York, tras una ristra de pleitos y protestas, la compañía ha aceptado un escenario algo distinto.

Uber ha comulgado con la creación de una agrupación gremial —no un sindicato— de la que formarán parte 35.000 personas en Nueva York y que será el interlocutor cuando haya que negociar con la compañía de California, con la que hasta ahora cada conductor se las tenía que ver de forma individual. También la ciudad de Seattle les ha permitido sindicalizarse. Esto cuestiona uno de los pilares de esta llamada economía colaborativa: en teoría no va de empleados y empresas. El gremio neoyorquino servirá también para reclamar contra las decisiones de la compañía de denegar el acceso a la plataforma a conductores que, en su opinión, han vulnerado sus normas de servicio. También tendrán descuentos en servicios legales o seguros de vida y salud.

“Crear este gremio es crucial para miles de conductores que necesitan una voz más fuerte y da la oportunidad de adaptar la nueva economía de un modo que apoya y valora a los trabajadores y sus familias”, dijo en un comunicado el fundador del nuevo gremio, James Conigliaro. La llamada economía colaborativa no colabora igual con todos.

Publicado por el País.

Imputado por violación un conductor de Uber en México

Una mujer de 23 años pidió el servicio al salir de madrugada de un bar en el barrio capitalino de la Condesa. Durante el trayecto, el chófer detuvo el coche y abusó de ella

EL PAÍS

Diego V., un conductor de Uber de la Ciudad de México, ha sido imputado por los delitos de violación y robo a una usuaria del servicio de transporte privado. La supuesta violación se cometió el pasado dos de mayo en el acomodado barrio de la Condesa. La víctima, una mujer de 23 años, pidió el servicio de Uber al salir de madrugada de un bar. Durante el trayecto a su casa, el conductor detuvo el vehículo, abusó de ella y la echó del coche quedándose con el bolso.

Un juez penal de la capital mexicana aceptó a trámite la denuncia el pasado 4 de mayo. El agresor, de 34 años, se encuentra en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, a la espera del auto de formal prisión, primer paso del procedimiento penal, según fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) citadas por Efe.

La denuncia fue presentada ante la Fiscalía en Atención de Delitos Sexuales, donde la víctima llegó acompañada de su hermana. Las tareas de identificación del agresor fueron facilitadas por la colaboración de Uber, que proporcionó información adicional a los datos que el propio servicio facilita a sus usuarios cuando solicitan un viaje.

La declaración del gerente del bar del que salió la víctima antes de tomar el coche fue la pieza definitiva ya que reconoció al conductor

“Tomamos con mucha seriedad este tipo de acusaciones por lo que hemos desactivado de la plataforma al conductor. Nuestros pensamientos están con la joven involucrada y su familia. Estamos trabajando de cerca con las autoridades para asistirlas en las investigaciones”, indicó la empresa en un comunicado.

También fue clave para la detención del agresor la información aportada por las cámaras de vigilancia de la zona, una de las áreas de ocio más populares de la ciudad con una amplia oferta de restaurantes y bares. La declaración del gerente del bar del que salió la víctima antes de tomar el coche fue la pieza definitiva ya que reconoció al conductor.

Uber, con sede en la ciudad estadounidense de San Francisco, ha entrado con fuerza en negocio del transporte privado gracias a un modelo basado en las tecnologías y la liberalización de jornadas laborales y salarios. La empresa enfrenta numerosos contenciosos judiciales por su modelo de negocio.

En la India, el Departamento de Transporte de Nueva Delhi prohibió en 2014 la actividad de Uber después de la denuncia de una mujer que había sido violada por un conductor de la plataforma.

La Ciudad de México se convirtió el año pasado en la primera ciudad en regular Uber en América Latina. Los conductores cuentan con permisos anuales y pagan una cuota por cada viaje al Gobierno de la capital.

Publicado por el País.

Más puertas giratorias en Uber: ficha para su equipo en España a un ex diputado del PP

Uber opera de nuevo en España desde marzo

 REUTERS

Mientras la compañía americana de transporte colaborativo estaba anunciando el fichaje de la ex comisaria de Competencia Neelly Kroes para su equipo de asesores internacionales -5 de mayo-, en España se incorporaba al equipo directivo de la empresa Ildefonso Pastor, ex diputado del PP durante la legilatura 2011-2015. Pastor se ocupará de dirigir el departamento de Relaciones Institucionales de la firma, que comenzó a operar en España de nuevo en marzo.

Nuevo caso de ‘puertas giratorias’. El ex diputado del PP Ildefonso Pastor ha fichado por la empresa americanaUber. Desde principios de mayo, Pastor forma parte del equipo directivo de la compañía en España, donde opera de nuevo desde marzo después de que en 2014 un juzgado prohibiera su actividad al considerarla ilegal en España. 

Ildefonso Pastor se ocupará deldepartamento de Relaciones Institucionales, precisamente el departamento encargado de ejercer las labores de ‘lobby’ en las administraciones públicas y con otras empresas y organismos privados. Pastor es un jóven cordobés de 37 años licenciado en Derecho y que la legislatura pasada fue diputado del PP por Valladolid. Fueportavoz adjunto del Grupo Popular en la Comisión de Empleo del Congreso de los Diputados, entre otras funciones dentro de las Cortes. La legislatura anterior ocupó un escaño en el Senado. 

Fuentes de la compañía han confirmado que Pastor se incorporó “la semana pasada” a las nuevas oficinas de Uber en Madrid. El momento coincide con el anuncio por parte de la empresa americana el 5 de mayo del fichaje de la ex comisaria europea de Competencia Neelly Kroes para su equipo de asesores internacionales. En este consejo se encuentran también nombres como el de Roberto Dañino, ex primer ministro de Perú; Ray LaHood, ex responsable de Transportes con Barack Obama; Gesner Oliveira, ex presidente del Consejo Administrativo de Brasil para la Defensa Económica; la princesa saudí y empresaria Reema bint Bandar Al Saud, entre otros nombres de políticos importantes de Estados Unidos y la India

Compañía regulada

La compañía americana repite de esta forma en España la estrategia a nivel mundial yrepite también la estrategia de otras compañías que operan en sectores regulados. En España son numerosos los ejemplos de ‘puertas giratorias’ en sectores que dependen de las decisiones de los gobiernos, como es el caso de la eléctricas, constructoras o ‘telecos’. En esta lista se incluye por ejemplo -a un nivel mayor- el nombre del ex portavoz del Gobierno del PP Pío Cabanillas, que dirige el departamento de Relaciones Institucionales de la constructora Acciona. 

Y es que Uber mantiene unabatalla legal con los gobiernos de medio mundo para poder ejercer su actividad: el transporte colaborativo -pone en contacto vía teléfono móvil a conductores particulares y usuarios-. En España, una orden del Juzgado Mercantil número 2 de Madrid le obligó a retirarse de España en diciembre de 2014. Hasta ese momento, Uber funcionaba en España con su sistemaUberPOP, en el que los conductores de la empresa eran particulares. 

Desde marzo de 2016 Uber ha vuelto a España con un sistema de funcionamiento algo diferente para adaptarse a la legislación. Ahora funciona con el sistema UberX, por el que los conductores tienen la licencia VTC que les permite actuar casi como taxistas -similar a Cabify- puesto que la ley española les permite dar servicio de transporte de pasajeros. Pese a ello, el gremio de los taxistas sigue en pie de guerra ya que ha demandado a Cabify.

Más licencias

Este será uno de los retos del ex diputado del PP en Uber, lidiar con el sector del taxi y tratar de frenar la batalla legal con este sector. Otro será el de conseguir que las Comunidades Autónomas amplíen el número legal de licencias VTC. Según asegura la compañía en un informe, la legislación española es una “de las más restrictivas de Europa”puesto que solo permite una licencia de VTC por cada 30 licencias de taxi y exige que cada VTC opere con una flota mínima de siete vehículos.

Esta ley es estatal, del ministerio de Fomento, pero permite a las Comunidades Autónomas modificar la ley y ampliar el número de licencias VTC en comparación con el taxi. De momento, ninguna ha tomado esta decisión que, según Uber, crearía puestos de trabajo y “reduciría el tráfico y la congestión” de las ciudades. El problema de Uber es, por tanto, legal, de ‘lobby’ ante las administraciones. El éxito en este apartado podría acabar con todos sus problemas

Publicado por bez.

Conductores de Uber convocan a desconectarse viernes y sábado en protesta por rebaja de 20%

Sergio Arce

Un grupo de conductores de Uber está convocando a sus compañeros para que este viernes y sábado se desconecten de la aplicación, en protesta por el rebajo de 20% que la firma decretó días atrás en el país.

Lea también: Uber decreta rebaja del 20% en su servicio en el país.

Estos choferes están solicitando que los choferes Uber s desconecten de 7 a.m. a 9 a.m. y de 6 p.m. a 8 p.m. los dos días.

Lea también: Choferes de Uber se molestan por rebaja del 20% en las tarifas.

De acuerdo con una de las conductoras promotoras de la protesta, la rebaja provocó que la jornada de trabajo se haya extendido hasta tres horas más para ganar -dice ella- lo mismo que se recibía antes de la disminución. 

Agrega que la rebaja no tomó en cuenta los gastos de mantenimiento de los vehículos; es decir, gasolina, cambios de aceite y llantas, entre otros rubros. 

Otros dos choferes consultados por Teletica.com reconocieron que las jornadas ciertamente se extendieron “un poco más”, pero aseguran que la demanda se incrementó, al tiempo -indicaron- que la firma promueve bonificaciones.

AL cierre de edición de esta nota no había sido posible obtener respuesta de los representantes de la aplicación.

Publicado por teletica.

“Tenemos que derrotar a Uber, por nuestra libertad y privacidad”

D STALLMAN

Richard Stallman, padre del ‘software libre’, carga contra todas las grandes compañías tecnológicas en RETINA

Richard Stallman, presidente de la Fundación para el software libre, hoy en RETINA. SAMUEL SÁNCHEZ | EL PAÍS VÍDEO

Sus armas de guerra son peculiares. Una bolsa de compras y un maletín. Una mesa de cristal. Un montón de pegatinas y un peluche. Es Richard Stallman y su guerra se libra contra enemigos, a sus ojos, muy concretos: Apple, Microsoft, Facebook o Uber. El gurú y padre del software libreprotagonizó una conferencia en tono de soflama en RETINA, el foro iberoamericano de transformación digital de EL PAÍS patrocinado por Telefónica, Iberdrola y Santander. “Si un programa ataca tu libertad, no debes usarlo. Me resisto al husmeo”.

Después de cinco minutos de indecisión en los que Stallman pidió que se atenuara la luz, que si le sacaban una foto no estuviera la geolocalización activada y no se compartiera en redes sociales, que se repartieran sus pegatinas a la salida y que la gente viniera a su ronda de preguntas de la tarde para subastar su cabra de peluche, cargó sin reparos contra todas las grandes empresas por lo que considera la fuente de todos los males tecnológicos: el softwareprivativo. “Convierte la informática en algo para imbéciles. Ha transformado la tecnología en un régimen represivo que no debemos soportar”. Stallman, desde luego, practica con el ejemplo. El pasado 21 de marzo, encabezó una protesta en el campus tecnológico de Cambridge contra del DRM, el protocolo de protección que impide compartir archivos digitales como libros, películas o documentos. Por estas prácticas de encriptación, Stallman no ve películas en BluRay. “Una película no vale mi libertad”, afirmó esta mañana. 

Stallman citó ejemplos muy concretos. Como el de Uber, comparando lo que hace la startup de moda con lo que era antes pedir un taxi convencional. “Si te subes a un taxi, nadie te pide conocer quién eres. Uber te exige que te identifiques, no te deja usar el servicio de manera anónima.Tenemos que derrotar a Uber, por nuestra libertad y privacidad”. El gurú recurrió también a la historia de la mala praxis por grandes gigantes puntocomcomo Amazon. En 2009, en un movimiento que copó titulares en la prensa internacional, Amazon borró las obras de Orwell remotamente de usuarios de Kindle que las habían comprado por un conflicto de copyright. “Prometieron no volverlo hacer, salvo que se lo pidiera el gobierno. Cualquiera que conozca 1984 sabe que esa no es una afirmación precisamente tranquilizadora”.

Como alternativa, Stallman lleva desde 1983 promocionando el proyecto que abandera junto con otros convencidos del software libre. El Proyecto GNU, un sistema operativo que permite a los usuarios usar un ordenador sin caer en los pecados capitales del software que Stallman considera privativo. Estos son, básicamente, incumplir una de las cuatro libertades que ha de exigírsele al software libre y que se resumen en que se debe poder copiar, acceder libremente a su código fuente (el conjunto de instrucciones que lo hace funcionar), modificar al libre albedrío y compartir, vendiéndolo o no, con quién se quiera.

Stallman ha matizado que esto es aplicable solo a cosas funcionales, no que se puedan “apreciar”. “Una canción puede apreciarse, pero no se canta para hacer un trabajo funcional”. Y subrayó que no estaba en contra de que un programa de softwarelibre se pueda vender. El pecado que no puede cometer quien lo vende es poner por delante a la compañía del usuario, tener el control para modificar o captar información a su antojo. “La empresa, si tiene el poder por delante de los usuarios, se corrompe. Y esto le lleva a incluir funcionalidades espía”. Mientras hablaba, en la rotativa digital que preside como escenario todas las ponencias de Retina se proyectó la caricatura de un usuario al que su computadora, marca Apple, le dice que no acepta sus instrucciones. Y en su globo de pensamiento se ve que el símbolo de la manzana dictando las órdenes.

Publicado por el País.

La Economía Colaborativa de las app convierte a San Francisco en una distopía para la clase obrera

Andrew Callaway* 

“Applotación” en una ciudad de “instaciervos”

El boom de la economía colaborativa de la que presumen muchas app como Uber, Lyft, o Caviar en una ciudad como San Francisco es en la práctica una economía de la explotación, insalubre y deshumanizante para clientes y trabajadores que nada tiene que ver con la economía colaborativa real. Ausencia de garantías laborales o jornadas interminables son las condiciones que sufren unos trabajadores que ni siquiera son asalariados de la empresas de las app, a los que la necesidad orienta a realizar este tipo de trabajos y cuyos resultados solo son positivos en la cuenta de resultados de los dueños de las aplicaciones como se aprecia en esta experiencia personal.

Prayitno (CC)  

Si pasas suficiente tiempo en San Francisco, acabarás distinguiendo a los trabajadores de la Economía Colaborativa que pululan por allí. Observa a la persona más nerviosa de la cola mientras esperas tu turno para pedir comida. Me juego lo que quieras a que está trabajando para una app [1] Algunos de estos trabajadores están clasificados por colores: los de las camisetas naranjas son de Caviar, una app de comidas a domicilio; los de color verde representan aInstacart, la app que te sube a casa la compra del súper. Los de la chaqueta azul que van en patinete eléctrico son de una app llamada Luxe, gorrillas que se encargan de buscar aparcamiento a quienes todavía entran a la ciudad con el coche.

artículos relacionadosEl fin del Capitalismo se ensaya en Internet“El consumo hay que entenderlo como un acto de acceso y no de compra y posesión”Ouishare Fest Barcelona 2015: La Transformación ColaborativaLa economía colaborativa da un giro a los tapones solidariosLa economía colaborativa y la ciudadanía empoderada

En la bahía de San Francisco hay cantidad de trabajadores así, desquiciándose en una cola o corriendo por los pasillos, siempre a contra reloj, aunque la mayor parte del tiempo pasan inadvertidos porque están dentro del coche. Aún así se les puede detectar cuando invaden un carril bici para pedir un “burrito” en el restaurante de enfrente o aparcados en doble fila, esperando a que un pasajero baje de su apartamento. Si miras de cerca, verás un cartel en la ventana que dice Uber o un bigote de color rosa brillante que indica que carga a pasajeros de Lyft. El verano pasado, yo era uno de ellos.

¡Oh, Canadá! Te escribo desde Berkeley, California, para prevenirte de esta cosa llamada “Economía Colaborativa” o “Economía del Compartir”. Ya que nadie está compartiendo realmente nada, muchos de nosotros preferimos el término “Economía de la Explotación”, pero el fenómeno se ha extendido tanto en la bahía de San Francisco que muchos se refieren a ella ya simplemente como “La Economía”. Llámalo como quieras, la idea consiste básicamente en externalizar tareas cotidianas, que otra gente haga el trabajo doméstico por ti convirtiéndote en cliente de una app.

Mientras un chofer te pasea por la ciudad puedes encargar a alguien que te recoja y te lave tu ropa interior sucia. Te pueden subir la compra a casa y hacerte esa limpieza a fondo del baño para la que nunca encuentras el momento. ¡Y lo mejor es que para conseguir todo esto sólo te hace falta el móvil! Las empresas de la Economía Colaborativa prometen a sus clientes todos los lujos de los ricos y famosos. Lo hacen aprovechándose del sistema y, en algunos casos, retorciendo el derecho laboral cuando no ignorándolo directamente.

Sé de esto porque pasé un mes conduciendo, yendo de compras y sirviendo a los usuarios de aplicaciones como Uber, Lyft, Postmates e Instacart. Lo grabé todo para un podcast llamado La Teoría del Todo de Benjamen Walker. Benjamen quería saber qué se sentía al trabajar para una app pero no quería experimentarlo por sí mismo. Imbuido del espíritu de la Economía Colaborativa, me convenció a mí para hacerlo por él en calidad de “socio”. Os recomiendo que escuchéis el relato íntegro de mi aventura enwww.sharingeconomy.fail o introduciendo “instasafers” en el buscador, porque hay mucho material grotesco que se ha quedado fuera del reducido espacio de este artículo.

Desempeñé todos los trabajos de Economía Colaborativa que pude pero ninguno era un empleo propiamente dicho. Nunca fui un empleado. Fui “socio” o “héroe” e incluso un “ninja”, dependiendo de la app. Las empresas de la Economía Colaborativa son sólo intermediarias que conectan a sus clientes con los prestadores del servicio que contratan. Trabajé “con” estas app, no “”para” ellas, y cada vez que lo hice estaba esencialmente empezando mi propio negocio de viajes compartidos o mensajería, etc.

Como cineasta independiente, me conozco el apaño: ser autónomo es una gran responsabilidad. En los EE.UU. tenemos que pagar un impuesto adicional y tenemos que contratar nuestro propio seguro de salud. Tampoco tenemos la garantía de un salario mínimo. Como trabajadores de la Economía Colaborativa utilizamos nuestros propios coches, lo que significa que pagamos los gastos de gasolina y costes de mantenimiento. Estamos solos.

Y aún así, tenemos jefe. Solo que no es una persona. Es un algoritmo.

Para ser conductor de primera

En general, es muy fácil llegar a ser un conductor de Uber. Todo lo que necesitas es un coche relativamente nuevo y un carné de conducir. Por desgracia, mi Scion xB del año 2012 tiene algunos arañazos en el lado del copiloto y los inspectores de Uber me rechazaron. Me dijeron que los arañazos en el lado del piloto no son un problema pero que en el lado del copiloto son demasiado visibles para los clientes.

“Nunca fui un empleado. Fui “socio” o “héroe” e incluso un “ninja”, dependiendo de la app”

Me fui a Lyft -un clon de Uber en lo esencial y con la misma popularidad en La Bahía-. No se preocuparon mucho por los daños en la cosmética del coche. Después de enviarles la información de mi seguro e ir a dar una vuelta rápida alrededor de la manzana con otro conductor de Lyft (para probar que el coche realmente funcionaba), estaba listo.

Tenía ganas de empezar. Me gusta hablar con la gente y el oficio de taxista parece muy interesante, al menos en las películas. Casi todos los pasajeros eran muy majos pero el problema venía cuando no lo eran, como aquel grupo de engreídos racistas de una empresa de capital riesgo que se pusieron a fumar en el coche. Si realmente hubiese estado dirigiendo mi propio negocio, les podría haber mandado a la mierda pero los clientes de Lyft y de muchas otras apps puntúan tu trabajo. Y si tu puntuación promedio cae por debajo de 4.7 estrellas (de un total de 5) te eliminan de la app. Te despiden.

Ya se trate de Uber, Lyft o cualquier otra app de viajes compartidos, tú estás al volante pero los pasajeros tienen el control. Como las empresas de la Economía Colaborativa no están legalmente autorizadas a formar a sus trabajadores como si fueran empleados, los sistemas de puntuación de los clientes son vitales para su funcionamiento. Son los pasajeros los que ponen a prueba a los conductores sobre la marcha y criban a aquellos que otorgan puntuaciones bajas, por las razones que sean. Los engreídos racistas de la empresa de capital riesgo, por ejemplo, me dijeron que no les gustaban los conductores que no hablaran bien inglés.

Los defensores de la Economía Colaborativa me dicen a menudo que han hablado con conductores a los que les encanta su trabajo. A muchos conductores les gusta pero considera que, como pasajero, estás puntuando al sujeto al que entrevistas y que cualquier nota inferior a cinco estrellas le pondrá más cerca de la eliminación de la app. Eso puede afectar a la sinceridad con que los conductores responden a los clientes que les preguntan si les gusta su trabajo. Los conductores deprimentes no reciben puntuaciones altas. Nadie quiere que le hagan sentir culpable por usar su app preferida.

Siendo realistas, la gente no está montando extraños en su coche por amor al arte. Lo hace porque necesita ganarse la vida y esto ha sido difícil en Estados Unidos desde 2008. Aquí los trabajadores agradecen cualquier cosa que llevarse a la boca y las empresas tienen la sartén por el mango. El modelo de negocio estándar de las app de viajes compartidos o mensajería es el siguiente:

En la fase de implantación de la app en una nueva ciudad, asumir pérdidas por el pago al alza de los conductores y el cobro a la baja a los clientes.Ofrecer gratificaciones a los conductores que inscriban a amigos en la app.Una vez que la plantilla de conductores en la app se haya consolidado y esté garantizado el suministro de nuevos conductores, empezar a rebajar sueldos.

Las empresas no envían correos electrónicos comunicando a los conductores la próxima reducción salarial y disculpándose por ello. Sucede sibilinamente a través de “mejoras” en la app en que se modifican de vez en cuando tarifas y condiciones de pago.

Sólo los conductores con tiempo de sobra para tomarse la molestia de analizar cuidadosamente los nuevos términos se darán cuenta de que éstos no les benefician. Después de suficientes recortes salariales, algunos se rinden, pero muchos en la plantilla compraron coches específicamente para convertirse en una parte de la Economía Colaborativa y terminan atrapados, trabajando por menos dinero o cambiando a una app de la competencia.

Los autónomos están autorizados por ley a trabajar para las empresas que quieran, pero Lyft no quiere que conduzcas para Uber y viceversa. En enero de 2015, Uber anunció que garantizaría ganancias de entre 10 y 26 dólares, dependiendo de las horas punta. Pero los requisitos para disfrutar de esta garantía son aceptar el 90% de todas las solicitudes de viaje, realizar un viaje por hora y estar online durante 50 minutos por cada hora trabajada. Lyft tiene un acuerdo similar por el que se puede ganar una bonificación del 10% si se conduce un mínimo de 30 horas a la semana; una bonificación del 20% por 40 horas a la semana y una bonificación del 30% por 50 horas a la semana. La idea es premiar la lealtad y evitar que los conductores tengan Uber y Lyft abiertos al mismo tiempo. La cuestión es que si estás trabajando 40 o 50 horas a la semana con una empresa, esto se parece mucho más a un trabajo a jornada completa que a un trabajo ocasional.

Conexión con la plantilla

En Los Ángeles, en septiembre de 2014, un grupo de conductores de Lyft quemó sus bigotes de color rosa en protesta por los recortes salariales. Este tipo de acciones no son muy comunes porque la mayoría de nosotros no conocemos a nuestros compañeros y no hay ningún centro de trabajo físico donde reunirse. Lyft no permite a los conductores el acceso a las oficinas. Los lugares principales donde los trabajadores de la Economía Colaborativa pueden encontrarse son los foros en internet y los grupos de Facebook. Todas las app tienen al menos un grupo así y mi favorito es Postmates Couriers.

Postmates es una app para entregas a domicilio. Como cliente, puedes pedir lo que quieras y te lo llevan a casa en menos de una hora. La mayoría de las veces, la gente pide comida, pero de vez en cuando sale un pedido de sifones para hacer espumas o de un cable HDMI. Parece un trabajo relativamente sencillo, pero en realidad puede ser todo un reto, por lo que es importante contar con una comunidad de mensajeros dispuestos a aprender los unos de los otros.

El grupo oficial de mensajeros de Postmates en Facebook es bastante inocuo, compuesto mayormente por gente que pide consejos para conseguir más dinero y gente que difunde sus ingresos con orgullo. Las respuestas son todas optimistas e inspiradoras, dando la impresión de que el curro en Postmates es muy agradable. Así que me sorprendió cuando me uní al grupo no oficial de Postmates, restringido sólo a mensajeros, y la primera cosa que vi fue este mensaje publicado por el moderador:

Sed conscientes de que en este grupo hay espías de la empresa. Lo que digáis aquí puede ser motivo de suspensión o expulsión de la app. Hacemos todo lo que está en nuestra mano para mantener a los espías de la empresa fuera del foro pero es una tarea casi imposible. No queremos ver a nadie expulsado de la app por una publicación en Facebook así que, por favor, pensad bien lo que decís antes de darle al “enter”.

Sí, se expulsa a los trabajadores de Postmates por protestar. He hablado con algunos de ellos. Y sí, en el grupo oficial de mensajeros de Postmates en Facebook se censura y se borra todo aquello que pueda ser percibido como una queja. Pero, más importante aún, está claro que Postmates no quiere divulgar entre los mensajeros las obligaciones que conlleva el estatus legal de trabajador autónomo. Para muchos mensajeros es un trauma descubrir lo poco que han ganado por su trabajo después de liquidar impuestos. Hay un montón de capturas de pantalla que demuestran cómo algunos de ellos están cobrando por debajo del salario mínimo.

Aceptar las “ofertas promocionales” de Postmates es la forma más segura de no ganar dinero durante tu turno de trabajo. En una ocasión, entré en un autoservicio de yogur helado (era la tercera vez aquel día) y vi a dos personas alternando desesperadamente su mirada de la pantalla de sus móviles a la barra del autoservicio. Empecé a hacer la combinación de yogur helado que aparecía en mi teléfono cuando escuché: ¿No tienen frambuesa? También era de Postmates. Nos dimos cuenta de que los tres estábamos en el mismo barco tan pronto recibimos la respuesta (se habían acabado las frambuesas) y por un instante nos compadecimos mutuamente.

-¿Postmates?

 Sí, espera, voy a llamar a mi cliente.

“Si estás trabajando 40 o 50 horas a la semana con una empresa, esto se parece mucho más a un trabajo a jornada completa que a un trabajo ocasional”

Los clientes de mis dos compañeros sustituyeron las frambuesas por otro ingrediente. Mi cliente quería cancelar el pedido. ¡Pero yo ya había empezado a llenar un barquillo con yogur helado! El cajero se me quedó mirando. ¿Que se suponía que debía hacer? Puse unos “lacasitos” por encima y lo compré para mí. Me di prisa, si quieres rebasar el salario mínimo en Postmates tienes que amontonar pedidos, lo que significa aceptar un nuevo encargo antes de que termine el anterior. Un tío en la otra punta de la ciudad necesitaba que le pusieran un burrito en la mano antes de 45 minutos.

Acabé pagando de mi bolsillo toda clase de menudencias por el estilo. Es parte del riesgo de iniciar tu propio negocio. Aquella vez sólo tuve que comprar un yogur helado de 3 dólares, pero puede ser mucho peor (te pueden poner multas por aparcar mal en San Francisco de más de 80 dólares). Con frecuencia, hay que elegir entre aparcar mal o llevar fuera de plazo un pedido.

Un empleado de Postmates me recomendó aparcar en los vados porque es menos probable que te multen que si aparcas en doble fila. Me pasé por la oficina para preguntar si reembolsaban las multas (no lo hacen) y me dieron un cartel para colocar en el salpicadero del coche en el que se avisa a los agentes que un mensajero de Postmates está haciendo un reparto y que volverá enseguida. Todo el riesgo recae sobre el trabajador y la empresa está libre de responsabilidad, a pesar de que el cartel es una invitación explícita a que infrinjamos la ley si hace falta para entregar a tiempo un pedido.

Verdadera eficacia

Cuando empiezas un turno para Uber, lo primero que haces es buscar “puntos calientes”. Los conductores y los clientes tienen diferentes interfaces en sus teléfonos. Para los conductores, una zona roja en el mapa indica supuestamente dónde están (o estarán) solicitando viajes la mayoría de clientes, así que te diriges a esa zona con la esperanza de encontrar un pasajero. Pero ya que todos los conductores disponibles de Uber están yendo a los mismos lugares, las zonas rojas pueden cambiar antes de llegar a ellas.

La Economía de la Explotación es tan insalubre y deshumanizante para los clientes como para los trabajadores

¿Por qué no se limita Uber a decir exactamente a sus conductores dónde se necesitan viajes? Dar órdenes directas a trabajadores autónomos les transformaría en trabajadores asalariados con derechos y beneficios. El resultado es un sistema mucho menos eficiente (para los conductores) de lo que debería ser, simplemente porque las app quieren evitar a toda costa las consecuencias de ser patronos.

Postmates permitió una vez que sus mensajeros viesen todos los detalles de un pedido antes de aceptarlo. Esto fue estupendo para los mensajeros porque nos permitía estimar cuánto dinero podíamos hacer con cada pedido. También significaba que podíamos rechazar los pedidos malos, lo cual generó una situación en la que se tardaba mucho tiempo en encontrar un mensajero que aceptara un pedido poco rentable o incluso era imposible encontrarlo. Postmates reaccionó “actualizando” la app a un “sistema ciego” en el que todavía podríamos aceptar o rechazar pedidos, pero sin contar con suficiente información para determinar si valdría la pena o no (por ejemplo, pedidos grandes en un supermercado). Para asegurarse de que aceptamos trabajos de forma rápida y sin analizarlos, la app emite un pitido muy ruidoso y molesto diseñado específicamente para inducir al mensajero a que acepte el pedido resaltado por el algoritmo.

Una de las mejores empresas para las que trabajé se llama Washio. Yo recogía la colada sucia y entregaba la colada limpia. Fue la mejor pagada y menos estresante de todas las app con las que trabajé aquel mes porque no existía la ilusión de la elección. Washio te dice exactamente lo que tienes que hacer y tú lo haces. Es sencillo y directo. Pero también traiciona el espíritu de la contratación con trabajadores autónomos y eso es relevante por varias razones.

En los Estados Unidos, como sospecho que en Canadá, los derechos laborales de nuestro ordenamiento jurídico están concebidos para proteger a los trabajadores asalariados. Por ejemplo, los empleadores están obligados a pagar un salario mínimo, proveer un seguro médico y conceder determinadas prestaciones, como por ejemplo la cobertura de bajas por enfermedad. Simulando que sus trabajadores asalariados son autónomos, las empresas de la Economía Colaborativa pueden esquivar estas obligaciones y ahorrar de paso una enorme cantidad de dinero – un ahorro que repercute tanto en el cliente de la app como en la propia app que se lo embolsa en forma de beneficio. Suena muy bien hasta que uno se pregunta por cosas como los seguros.

Una historia real: un conductor de Uber atropella a una niña de seis años en un paso de cebra y la mata. Uber no se hace responsable porque el conductor no cargaba un pasajero en ese momento y por lo tanto, técnicamente, no estaba trabajando para Uber. La compañía de seguros del conductor, por el contrario, no cubre el accidente porque considera que éste estaba violando los términos de la póliza suscrita al circular sin haber declarado su actividad comercial para Uber. Uber llegó a un acuerdo privado por una cantidad no revelada después de un año y medio de litigio.

Tu compañía de seguros puede cancelar tu póliza si descubre que estás llevando pasajeros o carga con fines lucrativos. Lo sé porque llamé a la mía para comentarles que estaba “pensando” trabajar para Uber. Ellos me dijeron que no lo hiciese, ya que estaría conduciendo sin cobertura desde el mismo momento en que iniciara la actividad. ¡Con suerte, nunca escucharán el podcast!

¡Legisladores! A por ellos

Algunas simples búsquedas en Google me llevaron a una serie de artículos sobre la respuesta de Canadá a la Economía Colaborativa. Puedo ver que hay conflicto con Uber en particular, de Vancouver a Halifax, y que la palabra recurrente es “legislación”.

Entiendo que es difícil resistirse a los precios más baratos y a la comodidad de conseguir lo que quieras con una app. ¡Es impresionante, en realidad! Pero yo diría que la Economía de la Explotación es tan insalubre y deshumanizante para los clientes como para los trabajadores.

Las app están rompiendo el espíritu de la ley mediante la explotación de lagunas legales y fomentan su incumplimiento

A los mensajeros de Postmates se les dice que está totalmente prohibido dar la mano a un cliente. Como toda norma, ésta no ha surgido de la nada. La verdad es que usar los servicios de la Economía Colaborativa puede generar desprecio por los trabajadores. Un solo conductor repulsivo de Uber puede alimentar el desdén por todos los conductores modestos. Ni siquiera tienes que ver a la persona que está limpiando tu casa o tu ropa. Un montón de gente me pidió que dejara su comida en la puerta. Los clientes llegan a amar a las app que convierten al trabajador en un anónimo. De esta manera, no tienes que sentirte culpable por tener sirvientes.

La defensa más común de la Economía Colaborativa que escucho es: si es tan malo, ¿por qué hay tanta gente haciéndolo? Muchos lo hacen por desesperación. He hablado con muchos conductores que trabajan más de 30 horas cada fin de semana, aparte de tener un trabajo a tiempo completo entre semana, sólo para tener dinero suficiente para pagar el alquiler y mantener a sus hijos. También puede parecer que estás haciendo mucho más dinero de lo que realmente haces si no contabilizas los gastos meticulosamente, muchos de los cuales son invisibles. Por ejemplo, los impuestos no se descuentan de tu sueldo, por lo que cuando llega abril puede ser impresionante descubrir la cantidad que debes.

Por otro lado, la Economía Colaborativa puede ser una gran cosa para algunos de sus trabajadores. Si escuchas el tercer episodio de la serie “Instaserfs” te encontrarás con Brooklyn, una increíble trabajadora de TaskRabbitque contraté para que me ayudara a acabar la serie. Renunció a un salario de seis cifras para perseguir su pasión (un blog de moda enwww.boisclub.com) Ella puede hacer eso y todavía pagar el alquiler debido a la flexibilidad que disfruta como autónoma. Pero ella es una autónoma de verdad, no el trabajador promedio de la Economía Colaborativa.

Hay un lugar en este mundo para la Economía Colaborativa y podría ser algo hermoso, pero donde yo vivo son estas app las que dirigen el cotarro. No hay reglas. Las app no sólo están rompiendo el espíritu de la ley mediante la explotación de una laguna legal respecto al trabajo autónomo sino que fomentan activamente su incumplimiento (por ejemplo, la colocación de carteles en los salpicaderos de los coches). Pero son los trabajadores quienes son castigados por ello, no las empresas. Si vas a permitir la Economía Colaborativa en tu tierra, querida Canadá, por favor, toma el control de la situación. No te limites a dejar que la mano invisible te lleve por donde ella quiere.

*Andrew Callaway es un director de cine independiente radicado en San Francisco. Este artículo fue publicado en febrero de 2016 en The Monitor .

Traducción: Freke B & Malouney.

Andrew Callaway*  

Publicado por el salmón.