Uber y Tesla Se hacen con la flota de taxis en Dubái: es el primer paso para conquistar los Emiratos Árabes Unidos

Uber y Tesla se hacen con la flota de taxis en Dubái: es el primer paso para conquistar los Emiratos Árabes Unidos

Desde el reino de los excesos nos vienen vientos de prosperidad para Uber y Tesla. La empresa californiana Uber ha anunciado su asociación exclusiva con la Corporación del Taxi de Dubái para electrificar la flota de taxis en el Emirato, y ha empezado con una flota de 50 Tesla Model X y S.

La opción de UberOne (con una tarifa similar a Uber Black /XL) estará disponible en la aplicación a partir del 10 de octubre. Tesla entró en el mercado de los Emiratos Árabes Unidos a principios de este año con un acuerdo para suministrar 200 vehículos Model S y Model X. Al parecer, Elon Musk está anonadado por el interés dubaití en las energías limpias.

Un buen mercado para Tesla

Dubái anunció hace unas semanas una serie de acciones encaminadas a potenciar el uso de coches eléctricos: exención de impuestos fiscales, plazas de aparcamiento y estaciones de recarga gratuitas… Solo en 2018 se planea alcanzar los 200 puntos de recarga, que será gratuita para aquellos que adquieran un modelo eléctrico hasta 2019.

Con el acuerdo firmado con Tesla el pasado 14 de febrero, Dubái anunció su intención de convertir el 25 % de los vehículos que circulan por la ciudad en autónomos de aquí a 2030, lo que equivale a 42.000 unidades. Esta medida se enmarca dentro del programa ‘Dubai Future Foundation‘, que incluye el reto de “inventar una nueva flota de vehículos autónomos adaptados a las necesidades de movilidad. Esta flota debe usar 100% de energía solar o eléctrica en lugar de combustible y ofrecer un 50% de mejora en la eficiencia operacional”.

El gas, que se está convirtiendo un refugio para el sector de la automoción frente a la caída del petróleo, está viviendo su momento estelar, más aún en Dubái, donde no necesitan comprar energía de otros países (la electricidad de los Emiratos Árabes se produce en centrales alimentadas por gas natural). Por ello se pueden permitir estas ventajas fiscales para sus habitantes.

Así las cosas, Elon Musk viajó en febrero a la monarquía petrolera del Golfo para celebrar su flota de Tesla en los Emiratos Árabes Unidos, donde se reunió con los ministros. Según Electrek, Musk se sorprendió por el compromiso del país con la energía sostenible y ve un potencial para la región a liderar en este sector. Espera formar parte de la esperada transición de los combustibles fósiles a las energías renovables.

Los vehículos de Tesla vendrán equipados con el hardware de segunda generación del Autopilot, que permitirá que eso que muestra su vídeo promocional se haga realidad: taxis sin conductor.

De momento, Dubái ya cuenta con una Tesla Store, así los interesados en poseer un eléctrico de lujo no tendrán que recurrir a las importaciones.

publicado por motor pasión.

Oslo dice adiós a Uber

Oslo dice adiós a UberLa capital noruega anunció la retirada de la empresa Uber , tras los enfrentamientos entre el Taxi y Uber en su país vecino,Finlandia. Oslo ha tomado medidas contundentes.

El próximo 30 de Octubre entrará en vigor la nueva normativa, Uber dice adiós a otra capital Europea.

Otra capital Europea se ha sumado al boicot a la empresa estadounidense, Uber no ha encajado en el modelo escandinavo. Un modelo ejemplo a seguir de cara al exterior,¿Estará Uber en decadencia? ¿La gente abrirá los ojos?,sea como fuere.
Felicidades Oslo

 

Uber solo factura en España por servicios a su matriz de Holanda

La delegación española declara una cifra de negocios de 1,4 millones y paga 28.000 euros por el impuesto de sociedades.

La filial española de la compañía de transporte de vehículos con conductor, Uber System España, quiere recuperar el tiempo perdido en España. A pesar de que interrumpió su actividad por una orden judicial durante un año y medio, el regreso al mercado en la primavera del año pasado le permitió cosechar unos ingresos de 1.428.54 euros.Toda Esta cifra denegocio se la facturó en realidad a su matriz holandesa, que goza de grandes ventajas fiscales.Es decir, que su actividad se limita a ser una prestadora de servicios de una empresa extranjera.

Esta estrategia corporativa, utilizada por casi todas las filiales de multinacionales que se asientan en Europa, le permitió a la sucursal española de la empresa de transporte pagar solamente 28.395 euros por el impuesto de sociedades durante el año pasado después de ganar 83.401 euros, según figura en las cuentas anuales de la compañía depositadas en el Registro Mercantil correspondiente al ejercicio 2016.

La sucursal española de la conocida empresa de economía colaborativa se dedica en concreto a “ofrecer servicios de marketing local y apoyo en servicios”. Es decir, actúa casi como comisionista formando una estructura que permite trasladar de forma legal los ingresos a Holanda. De hecho, la compañía factura el grueso de sus ingresos, 1,4 millones de euros, a Uber Internacional Holding, la matriz que posee el 100% de las acciones de la filial española y que tiene domicilio fiscal en los Países Bajos, un territorio que ofrece una fiscalidad muy ventajosa para los grandes grupos internacional al ofrecer acuerdos ventajosos a los holdings.

Este diario se ha puesto en contacto con Uber System España, que ha rechazado comentar sus cuentas y la estructura corporativa y fiscal de la compañía.

La compañía española se enfrenta a un doble reto. Por un lado trata de recuperar el terreno perdido con sus rivales como Cabify y por otro, hace frente a la presión que recibe desde el sector del taxi —un gremio que ve a estas empresas como intrusos en un sector muy protegido—  y los cambios restrictivos que trata de establecer el Gobierno.

La filial española de Uber cuenta en España solo con ocho empleados. Todos fijos y todos hombres. En total, la firma se gasta 679.316 euros en pagar las nóminas y las cotizaciones a la seguridad social de sus ocho trabajadores, tres de los cuales tienen el estatus de altos directivos y el resto está empleado como personal de venta y distribución

Publicado por el País.

Uber y Cabify: las CC.AA. decidirán si crean un registro de actividad de VTC

Es la propuesta del ministerio de Fomento, que acaba de enviar a las distintas partes interesadas.

El Gobierno dejará en manos de las Comunidades Autónomas la creación de un registro de actividad de viajes de los coches de alquiler con conductor (VTC). Así se recoge en el Real Decreto que prepara para regular el sector, y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

El documento señala que las Autonomías que “por delegación del Estado hubieran asumido las competencias en materia de autorizaciones […] podrán hacer que los titulares de esas autorizaciones les comuniquen, antes de su inicio, la prestación de cualquier servicio que haya de desarrollarse íntegramente en su territorio”.

Se trata de uno de los dos puntos esenciales del Real Decreto que ha sido remitido esta misma mañana a las partes. La parte justificativa del documento reconoce que se ha detectado “un fuerte movimiento especulativo que convierte las autorizaciones (de VTC) en objeto de comercio tan pronto son expedidas por la Administración”.

Para poner fin a estas prácticas, el texto señala que las licencias “no podrán ser transmitidas hasta que hayan transcurrido dos años desde su expedición original”; excepto en “supuestos de transmisión por jubilación; incapacidad física o legal del titular; o en favor de los herederos en caso de muerte”.

De este modo, el Gobierno pone encima de la mesa su postura en torno a la guerra que mantiene el sector del taxi con las plataformas de VTC como UberCabify. Los implicados han rechazado dar opiniones sobre el contenido hasta que terminen el análisis.

Se mantiene la cuota

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, Fedetaxi considera “insuficiente” el contenido del Real Decreto. En primer lugar porque su intención era conseguir que la transmisión de licencias se prohibiera durante -al menos- cinco años. 

De hecho, los representantes del sector trasladarán su inquietud sobre estas normas a Fomento en las próximas semanas a través de los distintos órganos de consulta en donde están representados.

Por último, el reglamento que prepara el Ejecutivo contempla que los coches de VTC tengan que cumplir “con las condiciones técnicas” que se recogen en la Ley de Transportes. En ella, además, se mantiene el ratio de 1 VTC por cada 30 de taxis.

Uber y Cabify se movilizan para frenar el decreto que limitará su actividad

El Gobierno prevé crear una registro para controlar la contratación de servicios

África Semprún

Uber y Cabify ya se están movilizando para tratar de frenar el Real Decreto Ley con el que Fomento busca controlar y restringir los servicios de transporte de vehículos con conductor (VTC) en España.

La asociación Unauto, de la que forman parte ambas compañías online, ha solicitado una reunión de urgencia con el ministro del ramo, Íñigo de la Serna, para expresarle su malestar por una normativa que “infringe los principios de la libre competencia”, tratar de convencerle para que la retire y poder participar en la regulación de su sector. Desde Uber ya han confirmado a este diario que asistirán a la reunión “cuando se produzca” y, aunque Cabify no se ha pronunciado, también irá. Las negociaciones con Fomento son el primer paso antes de acudir a Competencia y a la vía judicial para “impugnar el Decreto”, que consideran “ilegal”, tal y como explicó a este diario Eduardo Martín, presidente de la asociación mayoritaria en el sector de vehículos de turismo con conductor, Unauto.

“Es un escándalo de Decreto. Un atropello. No se puede permitir que un sector como el taxi regule a su competencia para que desaparezca. Las medidas que incluye el texto son un disparate y pro especulación de las licencias de taxi, que se podrán vender libremente”, sentenció Eduardo Martín.

Y es que, el Real Decreto, que empieza hoy su tramitación, prohíbe la venta o transmisión de cualquier tipo de las licencias VTC durante dos años desde su otorgamiento. Desde Fomento justifican que las autorizaciones de VTC no se pueden vender para “evitar su uso con fines especulativos”, ya que las que se están consiguiendo en los tribunales no se quedan en manos del que las solicitó, si no que salen al libre mercado donde se pueden comprar por unos 20.000 o 45.000 euros dependiendo de la ciudad. La Administración cobra 32 euros por otorgarla tras haber sido obligada vía sentencia judicial, ya que según la Ley de Transporte Terrestre, que está recurrida por Competencia, por cada licencia VTC o vehículos turismo con conductor debe haber 30 de taxi. Actualmente hay una licencia por cada 10 taxis, una cifra que está bajando, ya que en los dos el últimos meses se han otorgado 174 VTC más, la mayoría en Madrid, por lo que ahora hay 6.102 licencia frente a las 5.928 que operaban en junio.

El “catálogo de medidas urgentes” presentada ayer por Fomento para “garantizar la convivencia ordenada entre ambos sectores” también contempla obligar a los conductores de coches VTC a informar al Gobierno de los clientes que les han contratado en tiempo real y antes de prestar el servicio. Así, las administraciones competentes, que en este caso con las Comunidades Autónomas, crearán registros electrónicos públicos en los que “deberán registrarse los servicios de VTC de manera previa a su prestación”. Con esta medida busca garantizar que este tipo de coches no capten viajeros directamente de la calle o en las estaciones de tren y aeropuertos y que no realicen más del 20 por ciento de su actividad fuera de la Comunidad en la que se otorgó la autorización.

A su vez, el Gobierno ha iniciado la tramitación de una norma para crear matrículas diferenciadas para los vehículos que operen con Uber y Cabify, medida con la que busca “frenar el intrusismo y la piratería”.

publicado por El Economista.

Uber y Cabify tendrán que diferenciar sus matrículas

El Gobierno refuerza el control del sector VTC y obliga a un registro público de sus servicios

Ep / Madrid 01.09.2017 | 18:16

Taxistas protestan contra los VTC.

Taxistas protestan contra los VTC. Archivo

Las empresas como Uber y Cabify, de alquiler de vehículos con conductor (VTC), tendrán la obligación de plasmar en un registro público todos los servicios de transporte que contraten y de llevar una matrícula que les diferencia de las de los taxis, según informó el Ministerio de Fomento.

Se trata de medidas que el Gobierno implementará por Real Decreto para reforzar el control a este sector, ante la demandas de intrusismo y competencia desleal manifestadas por el gremio de los taxistas.

Así, las firmas de VTC deberán dar cuenta en un “registro electrónico público” de cada servicio de transporte que les encargue un cliente “de forma previa a su prestación”.

Con ello, se pretende garantizar que las empresas cumplan lo establecido en la legislación, esto es, que formalicen el preceptivo contrato para cada servicio con un cliente y que no capten viajeros circulando por las vías públicas o estacionados en puntos de concentración de demanda, como son aeropuertos o estaciones de tren.

También se pretende evitar que las empresas de VTC sobrepasen el límite de servicios de transportefuera de su comunidad autónoma que está permitido por ley, fijado en un 20% de total de sus servicios trimestrales.

Esta medida se suma a la ya anunciada por el Gobierno, que consiste en prohibir que estas compañías vendan las licencias de VTC durante al menos los dos años siguientes a su consecución.

En este caso, el fin de esta incitativa es que las empresas destinen las licencias a prestar servicio y no a venderlas, para evitar así la eventual ‘burbuja’ especulativa que se puede generar con la compraventa de las alrededor de 10.000 licencias VTC que se espera se concedan en los próximos meses por resolución judicial.

Matrículas diferentes

En virtud del Real Decreto, que Fomento tramitará por la vía de urgencia, el Departamento que dirige Íñigo de la Serna también promoverá un cambio normativo para que los coches de las empresas de VTC lleven una matrícula distintivamente distinta a la de los taxistas.

Con este paquete de iniciativas el Ministerio pretende atajar la ‘guerra abierta’ entre las firmas como Uber o Cabify y el taxi, que en los últimos meses ha conllevado manifestaciones y huelgas del gremio de taxistas e incluso ha provocado altercados entre profesionales de los sectores, como los acontecidos este verano en Málaga.

Fomento confía en que las medidas, pese a que todas ellas se centran en las empresas de VTC, contribuyan así a “garantizar una convivencia ordenada y equilibrada entre los dos sectores”, dada su “relevancia para la movilidad ciudadana”.

La ‘guerra’ desatada este año entre los dos tipos de empresas deriva de la cascada de licencias de VTC que se están concediendo por vía judicial, fruto de un vacío legal registrado entre 2009 y 2013, que llevarán a superar el ratio de una VTC por cada treinta taxis fijado en la legislación.

Según cálculos de distintos ayuntamientos, en los próximos meses podrían concederse unas 10.000 nuevas licencias al sector del VTC, con lo que se triplicará así el número de autorizaciones que actualmente tiene este sector (unas 5.928), un volumen que, a su vez, ya multiplica por tres a las 2.188 que le correspondería en función del referido ratio legal.

Los taxistas se han guardado 700 licencias para combatir la competencia desleal de Uber

En ciudades como San Francisco, la plataforma web tiró los precios un 40%, y hundió al sector del taxi, que no pudo competir

Alberto Magro Palma 31.08.2017 

Con Uber se puede pedir un coche con chofer a través de móvil: es como un taxi, pero, a diferencia del taxi, pueden poner el precio que quieran.

Con Uber se puede pedir un coche con chofer a través de móvil: es como un taxi, pero, a diferencia del taxi, pueden poner el precio que quieran. reuters

Las claves

  • El vacío legal: De 2009 a 2013 se podía pedir licencia para alquiler de coche con conductor

    Un vacío en la ley estatal permitía solicitar en las autonomías y sin restricción licencias VTC, un modelo utilizado tradicionalmente para dar servicios de coche y chófer ligados al lujo. Esa opción fue aprovechada por algunas empresas para solicitar miles de licencias. En el caso de Balears, una sola firma de la península llegó a pedir 200, mientras los taxistas contraatacaban solicitando 700 (por si acaso). Todas fueron denegadas en tiempos de los gobiernos de Antich y Bauzá , pero ahora el Supremo decidirá si las devuelve a la vida.

  • El pelotazo: La empresa usa licencias que valen 40 euros para venderlas luego a Uber y Cabify por hasta 100.000

    La avalancha de peticiones durante el vacío legal estuvo protagonizado por un puñado de empresas de la península, que vieron una opción especulativa perfecta: solicitaban permisos que valían unos 40 euros para, si algún día ganan la batalla legal, venderán a Uber y similares por entre 60.000 y 100.000 euros (una licencia de taxi cotiza en Palma por 200.000 euros). En Mallorca la que lo intenta es Ares Capital: logró 200, que no valen tanto gracias a que los taxistas se han hecho con 700 licencias idénticos que restan valor a las 200 de Ares.

En caso de que el Tribunal Supremo autorice 200 permisos denegados en la isla para alquilar coches con chófer, solicitados por una firma en la órbita de Uber, también concedería 700 permisos idénticos tramitados en bloque por el sector del taxi, que con ellos podría defenderse de un nuevo modelo que tira los precios

Los taxistas de Mallorca han estado más listos en la guerra contra Uber que los del resto del Estado. Mientras en Andalucía, Cataluña, la Comunidad Valenciana y la de Madrid corren el riesgo de que el Tribunal Supremo dé luz verde a cientos de licencias VTC para alquilar vehículos con chófer, que permitirían a plataformas web como Uber Cabify hacer competencia desleal al taxi con precios mucho más bajos, en la isla el peligro existe, pero los taxistas se han protegido mejorcontra la amenaza: según explican, ellos mismos aprovecharon el vacío legal que hasta 2014 permitió solicitar sin restricciones licencias VTC, hasta el punto de que han acumulado 700, frente a las 200 conseguidas por una empresa de la penínsulaAres Capital, que podría luego ponerlas en manos de Uber y similares.

Todos esos permisos fueron denegados durante los gobiernos autonómicos de Antich (PSOE) y de José Ramón Bauzá (PP), pero la batalla legal subsiguiente ha llevado la validez de los permisos ante el Tribunal Supremo: serán su jueces los que sentencien si las licencias valen para algo. Eso deja así un escenario preocupante para los taxistas de Mallorca, pero no tanto como en el resto de comunidades, en las que los profesionales del sector no se cubrieron las espaldas solicitando también ellos permisos de alquiler de coche sin conductor, un coladero con el que Uber o Cabify podrían dar en la práctica servicios como los de los taxistas, solo que con los precios que quieran (los del taxi están regulados y son de obligado cumplimiento).

La consecuencia es que si el Supremo da validez a esas licencias VTC denegadas en su día por la administración balear, Uber podría tener al alcance 200 vehículos en Mallorca. Con ellos podría intentar tirar los precios y hundir a los taxistas, como ya han hecho en lugares como San Francisco (Estados Unidos) y como están intentando en media Unión Europea. Pero si lo hacen se encontrarán con que los taxistas de las islas tendrán a su disposición 700 de esas autorizaciones VTC para defenderse de la ofensiva. “No tenemos intención de usarlas, pero si se llegase a ese escenario, en el que el Supremo las permite, decidiríamos entre todos cómo emplears para defendernos”, explica Gabriel Moragues, presidente de los autónomos del taxi.

De momento, dice, ya han logrado algo: que Ares Capital, la empresa de la península que está especulando con licencias VTC que consiguió por 40 euros para después venderlas a Uber, Cabify y similares por entre 60.000 y 100.000 euros, se encuentre con que sus 200 autorizaciones en la isla no valen tanto, aunque solo sea porque el colectivo del taxi se ha cubierto con 700 solicitudes de licencia que tendrán idéntica validez. “Es una vergüenza que el ministerio hoy por hoy esté permitiendo a esta gente especular con licencias que cuestan 40 euros, con las que quieren dar un pelotazo de primera”, opina Moragues, que también está al tanto de que el propio Ministerio de Fomento, en colaboración con gobiernos autonómicos como el balear, está buscando opciones para impedir ese uso especulativo.

Opciones para frenar a Uber

La alternativa más clara contra la especulación es prohibir que las licencias puedan ser vendidasdurante unos años. Eso impediría que, por ejemplo, Ares Capital revendiese por miles de euros a Uber sus autorizaciones. Lo que no impediría es que sucediese lo que de hecho está sucediendo: que la empresa concesionaria, en vez de transmitir el permiso VTC, lo que haga es meter en su accionariado a uno de estos gigantes especializados en ofrecer falsos taxis por móvil o internet en tiempo real. “En ese supuesto lo que tendremos que hacer es acreditar ese cambio de accionariado e intentar denunciarlo por fraude: es cierto que ese cambio accionarial no es un delito mercantil, pero puede ser un fraude si encubre la transmisión de una licencia VTC”, razona Gabriel Moragues, que deja constantemente claro que los taxistas de las islas se han movido mucho y bien para plantar cara a la amenaza que tiene al borde del abismo a profesionales del taxi de medio planeta.

Y ojo, dice, que aquí esas 200 licencias que podrían quedar a tiro de Uber o Cabify son una amenaza en toda regla para los taxistas de Mallorca. “Es muy peligroso. Basta con que concentren su actividad en un par de zonas de hoteles o en infraestructuras clave [como el aeropuerto] y estamos listos”, avisa Moragues, uno de los líderes de un colectivo que sigue trabajando para anticiparse a lo que pueda venir.

De momento, desde Palma han hablado ya con taxistas de zonas como Calviá para que haya una estrategia conjunta y puedan llegar a verse protegidos igualmente por las licencias VTC que se reservaron en la asociación y ahora dependen del Tribunal Supremo. “Si [Uber o similares] consiguen 200 licencias para hacernos competencia desleal, nos harán daño, pero tendremos las nuestras para hacerles polvo. Por eso estamos más tranquilos que en otros sitios: creo que salvaremos el tipo gracias a la estrategia planteada”, concluyen en el sector del taxi, que solo en Palma cuenta con 1.237 coches.

Publicado por Diario de Mallorca.

Vicios de startup: el escándalo de Uber deja a la vista el otro lado de Silicon Valley

El explosivo crecimiento de la compañía creada por Travis Kalanick no alcanzó para ocultar algunos problemas fundamentales que enfrenta la nueva economía colaborativa; los peligros del rol omnisciente del fundador

 DE AGOSTO DE 2017
Foto: Fast Company

Poco después de que el cofundador de Uber, Travis Kalanick, tuviera que renunciar como CEO luego de una sucesión de escándalos en su compañía de viajes compartidos, un inversor de riesgo influyente aseguraba que la debacle no dejaba grandes lecciones. Uber, explicaba el hombre de negocios que sólo aceptó hablar manteniendo el anonimato, no es emblemático de alguna “podredumbre” en el corazón de Silicon Valley. Más bien, la presencia de Kalanick en Uber era simplemente una “anomalía”.

En toda la industria tecnológica, fundadores de startups, empleados e inversores han estado debatiéndose sobre cómo interpretar el impactante ascenso y caída de Kalanick. Habiendo convertido a Uber en una fuerza disruptiva, un servicio global con más de 14.000 empleados en más de 600 ciudades y la startup de mayor valor de la historia (aproximadamente US$ 70.000 millones) en apenas ocho años, Kalanick parecía corporizar lo mejor del espíritu de los emprendedores y todo lo que puede lograr un innovador al estilo de Silicon Valley cuando se lanza sobre una industria estancada.

Su ejemplo reverberaba por todo Silicon Valley. Al fin de cuentas, llamar a una empresa “el Uber de X” no describe sólo una app que permite acceder instantáneamente a un servicio en el mundo real; “uberizar” una empresa implica adoptar una postura agresiva en cuanto a escala y una postura impiadosa hacia la competencia. Fuera del sector tecnológico empresas gigantes, desde el comercio minorista pasando por los alimentos hasta la salud, corren a uberizarse antes de que recién llegados las superen. ¿Cómo podría entonces Uber ser una mera anomalía?

Las banderas rojas venían apareciendo desde hace años. Estaban las tácticas de Uber para socavar a los rivales y sus métodos para evitar los controles regulatorios. Su búsqueda de tecnología de autonomía llevó a un juicio por violación de propiedad intelectual de la unidad de auto sin chofer de Alphabet, Waymo. Se habló de que a periodistas que investigaban la compañía se los buscó ensuciar. Pese a estas controversias, Uber mayormente siguió creciendo.

No fue hasta que la ex ingeniera de Uber, Susan Fowler, subiera una entrada a su blog en febrero de 2017 que los reclamos de la renuncia de Kalanick comenzaron a ganar peso. Fowler describió un ambiente laboral tóxico, hostil hacia las mujeres y lleno de empleados que se hacían autobombo y jefes permisivos. El modus operandi era “caos completo y sin fisuras”. En junio, luego de que una investigación del ex ministro de Justicia, Eric Holder, encargada por Uber, encontró fallas organizativas sistémicas, Kalanick renunció.

Hoy es imposible no ver sombras de Uber en todo, desde la demanda de Ellen Pao de 2015 contra Kleiner Perkins, una firma de inversiones de riesgo, hasta la cultura de “hermanos programadores” que afectó a Zenefits, un unicornio en un tiempo prometedor, el año pasado. Hace unos meses una sucesión de denuncias de acoso sexual sacó a luz cuestiones con raíces profundas en el mundo del capital de riesgo.

“Espero que estemos en un momento en que todos no quieran simplemente barrer las cosas debajo de la alfombra”, dice la inversora Theresia Gouw de la firma Aspect Ventures, liderada por mujeres. Pero Silicon Valley es insular y está en guardia. Es difícil encontrar gente dispuesta a hablar abiertamente sobre los problemas de Uber. Los que lo hicieron (la mayoría, notoriamente, mujeres) sostuvieron que hay una oportunidad para corregir el rumbo ahora mismo. El cambio empieza por reconocer que Silicon Valley no es aún la meritocracia utópica que busca ser y que el sistema errado de Uber sacó a luz algunos problemas fundamentales de la economía de las startups.

Valores en la mira

Unas pocas semanas después de que Fowler publicara su comentario en su blog, Kalanick tuvo una discusión sobre los valores de Uber durante una hora en las oficinas de la compañía en Palo Alto. Hablando ante una sala llena de mujeres programadoras, reclamó una reevaluación de los principios centrales de la compañía y juró que arreglaría los problemas de Uber. “Tenemos valores culturales -yo soy su autor- y creo que tienen mucho de bueno”, le dijo al público. “Pero si no se los entiende bien, la gente puede hacer cosas que no debiera”, agregó el fundador de la compañía.

Uber se ve a menudo como una compañía sin principios, pero Kalanick, en muchos sentidos, en realidad personifica algunos de los postulados centrales de Silicon Valley, incluido que se reverencia violar las reglas y crecer a toda costa.

A mediados de la década de 1990, Andy Grove de Intel inspiró a una década de emprendedores con su manifiesto pugnaz: “Sólo los paranoicos sobreviven” y el credo del CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, “Moverse rápido y romper cosas” influenció a la actual generación de hackers reconvertidos en CEO. Paul Graham de la firma Y Combinator aconsejó a los fundadores en un ensayo en el sentido de que “lo único esencial es el crecimiento” que debe actuar como un “compás para casi toda las decisiones que enfrenten”. El tratado del inversor Ben Horowitz sobre “CEO en tiempos de guerra” delineó las características endurecidas por las batallas requeridas para superar amenazas existenciales.

Promulgado por los inversores de riesgo que son responsables de impulsar o quebrar a los fundadores, este tipo de dogma se ha infiltrado en el ADN de Silicon Valley. Desde el inicio Kalanick definió la misión de Uber como la búsqueda del hipercrecimiento. Entre sus postulados fundacionales se encuentran las premisas de que “Siempre hay que estar tramando algo” y “Pisar cabezas”, lo que promovió una cultura confrontativa en la que los empleados operan atacándose unos a otros y al borde de la legalidad. Los valores de Uber no incluyen ninguna mención de “trabajo en equipo”.

El fundador omnisciente es un mito peligroso

Poco después de la renuncia de Kalanick, Mood Rowghani, socio de la firma Kleiner Perkins que ha invertido en Uber, salió a defender no sólo a Kalanick sino a los emprendedores en general: “El ADN de los fundadores es un activo precioso y no puede subestimarse”, escribió en una declaración enviada al portal de noticias Axios. “Es la pasión, la clarividencia estratégica, la capacidad de inspirar y motivar a los empleados y el impulso sin descanso a la misión de los fundadores lo que permite a las startups lograr cambios sísmicos contra todos los pronósticos”.

Con una tradición que se remonta a Bill Hewlett y Dave Packard, que crearon HP en su garaje de Palo Alto, a los emprendedores tecnológicos se les enseña que son los verdaderos innovadores. Y cualquiera que se interponga en su camino (directorios, inversores, burócratas) forma parte del grupo de los negadores de mentes pequeñas que se enfrentan a los visionarios como Steve Jobs. Bajo esta premisas los fundadores hoy en día se aferran fuertemente al mando, aprovechando sus acciones con superpoder de voto para evitar que el poder recaiga en los directorios o los inversores. Luego de que Mark Zuckerberg lograra seguir siendo CEO reclutando a la jefa operativa/mentora Sheryl Sandberg, casi todos los fundadores, incluido Kalanick, han tratado de replicar ese modelo.

Pero ¿por qué debe esperarse que quien tiene la capacidad de incubar una idea hasta convertirla en un producto tenga también la capacidad de conducir una organización compleja? Poca gente puede hacer ambas cosas bien. Más problemática es la creencia subyacente en las capacidades casi sobrenaturales de un fundador.

La realidad es que sacrificar el título de CEO puede ser lo mejor tanto para la compañía como para su fundador. Larry Page y Sergey Brin dieron un paso al costado de modo que el ejecutivo de tecnología de larga data Eric Schmid pudiera orientar a Google en su primer lanzamiento de acciones en la década del 2000. Page estudió bajo Schmid aproximadamente una década antes de retomar las riendas. Jobs, también, se tomó casi la misma cantidad de tiempo para madurar como CEO antes de volver a Apple.

Y sin embargo la sociedad Zuckerberg-Sandberg recibe más reverencias que la de Page-Schmid incluso entre los inversores. “Esa mitología de los fundadores decididamente lleva a los directorios en las primeras fases a darles el mayor margen posible”, dice Singh Cassidy, que ha fundado tres compañías.

Debe romperse el sistema de responsabilidades

Meses antes del despido de Kalanick, Freada y Mitch Kapor, de la firma de inversiones Kapor Capital, publicaron una carta abierta al directorio de Uber y sus inversores. Habían intentado por mucho tiempo referirse a lo que veían como un “patrón tóxico” de la mala conducta, ejerciendo presión detrás de escena. Pero dado que la participación de Kapor es relativamente pequeña, sus esfuerzos en gran medida fueron ignorados. “Los inversores en las compañías de alto crecimiento y éxito financiero rara vez, si es que alguna, denuncian conductas inexcusables de fundadores o altos ejecutivos” escribieron.

Si realmente hubiera controles y contrapesos saludables los directorios no esperarían a que hubiera indignación pública para actuar. Pero reconocer que el sistema de responsabilidades en Uber falló es reconocer que se necesita de un cambio fundamental, algo que Silicon Valley normalmente abraza. Si Silicon Valley realmente se enorgullece de moverse rápido y romper cosas, debiera empezar por aquí.

Traducción Gabriel Zadunaisky

Publicado por La Nación.

Los taxistas acudirán a los tribunales si las empresas de VTC logran más licencias

El «boom» de plataformas como Cabify, que compiten con el taxi, dispara el interés en el sector del transporte por obtener más permisos

Naila Ikhenazen | València 24.08.2017 | 09:08

Los taxistas acudirán a los tribunales si las empresas de VTC logran más licencias

Los taxistas acudirán a los tribunales si las empresas de VTC logran más licencias

Los sindicatos del taxi no han tardado en reaccionar ante la posible autorización de las más de mil licencias de VTC (alquiler de coches con conductor) pedidas por una decena de empresas para operar en la C. Valenciana. Fernando del Molino, presidente de la Federación de Autónomos del Taxi, ha afirmado que el colectivo está dispuesto a dedicar su mayor esfuerzo a evitar que se otorguen, hasta el punto de recurrir a la la vía judicial. Según él, en el caso contrario esto supondría «la ruina del sector».

Como viene contando Levante-EMV, la aparición de plataformas como Cabify o Uber ha disparado el interés en este sector, tradicionalmente centrado en trasporte privado (clientes vip, bodas, transfer) pero que con las nuevas aplicaciones hace la competencia directa al taxi.

Las empresas del sector están pidiendo licencias en toda España ante el incremento de la demanda. Aunque las administraciones las está denegando, los tribunales obligan a reconocerlas. Las mercantiles están recibiendo el apoyo de los juzgados y hasta el del Tribunal Superior de Justicia, después de que la Generalitat haya denegado los permisos. Para Ismael Arraéz, presidente del Gremial del Taxi, el objetivo es que «no se emita ninguna» licencia más. Según Arráez, algunas empresas «están trabajando de manera ilegal», por ejemplo anunciando uno precios inferior al valor del servicio y «haciendo pagar el doble al cliente después», por falta de control legal. Declara que desde el sindicato se defiende «la creación de un cuerpo específico en contra del intrusismo para los dos sectores».

«Competencia desleal»
El representante sindical afirma también que esto fomentaría el intrusismo laboral, hecho que redundaría en una baja calidad del servicio para el usuario. Los dos representantes se muestran críticos con la actuación de los partidos. El presidente de la Federación Autónoma del Taxi acusa al PP y al PSPV de no mantener sus promesas cuando afirmaron que «las licencias VTC no supondrían un desequilibrio para el sector».
Del Molino habla de competencia desleal, destacando el hecho de los que disponen de licencias VTC, «no estan obligados a respetar límites geográficos». Su aprobación sería «perjudicial» e «insostenible» para los dos sectores porque colapsaría la oferta, detalla.

publicado por el Levante.

Mil licencias al alcance de Uber penden del Supremo para competir con los taxis en Baleares

Fueron denegadas entre 2009 y 2012 por los gobiernos de Antich (PSOE) y Bauzá (PP), pero los jueces decidirán ahora si se conceden.

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La guerra de taxistas de todo el mundo contra plataformas tecnológicas como Uber y Cabifypodría estallar de lleno en Balears: aunque en las islas los sucesivos gobiernos autonómicos han denegado hasta la fecha todas las licencias solicitadas por estas compañías para alquilar por internet y móvil coches con conductor, serán finalmente los tribunales los que decidan. Y la amenaza para el taxi es grande: según confirman en la Dirección General de Movilidad del ejecutivo balear, ahora mismo están pendientes de la decisión del Tribunal de Supremo dos casos que afectan a 200 y 700 licencias respectivamente. A esas 900 se suman decenas de casos más en un fase procesal menos madura y se añaden otras 60 sobre las que ya hay una sentencia a favor de los solicitantes, recurrida por el actual Govern del Pacto. En total, suponen más de mil peticionespara poner en marcha vehículos de alquiler con conductor, también llamados VTC, la figura legal a la que se están acogiendo Uber y Cabify en comunidades como la Valenciana, la de Madrid o Cataluña y Andalucía para entrar de lleno en la pelea por las carreras de los taxis.

Todas esas licencias baleares pendientes de decisión judicial corresponden a solicitudes presentadas entre los años 2009 y 2013. Según documenta el actual director general de Movilidad, Jaume Mateu, hoy ya no se dan más licencias VTC, pero en en aquellos años había un vacío legal que permitía solicitarlas sin restricción. Quedaba luego en manos del criterio de cada comunidad concederlas o no. Balears, tanto en tiempos del president Antich (PSOE) como en la etapa de José Ramón Bauzá (PP), rechazó todas esas peticiones. Así se acumularon cientos de solicitudes denegadas, de las que hay constancia de al menos mil que han pasado por los tribunales hasta quedar ahora en manos de lo que sentencie el Supremo.

Si el Alto Tribunal optase por dar validez al millar de licencias vedadas, sus adjudicatarios podrían empezar a alquilar vehículos con conductor, los citados VTC. Eso abriría una guerra sin precedentes en un sector extremadamente sensible a la competencia, que está perfectamente informado de las maniobras de Uber y Cabify para irrumpir en el mercado. La preocupación del Govern balear, del Ejecutivo estatal y del propio colectivo del taxi está directamente relacionada con el hecho de que detrás de buena parte de ese millar de solicitudes está una sola compañía con sede en la península, que sospechan que pueda vender luego sus permisos para convertirse en la puerta de entrada al negocio para Uber y Cabify.

Estas dos multinacionales, que han revolucionado el transporte urbano en todo el mundo, tienen un modelo de explotación que solo funciona si pueden ofrecer en una misma zona una amplia flota de vehículos. Y eso es justo lo que les puede dar el Tribunal Supremo: con esas hasta mil licencias en Balears, Uber y Cabify podrían comenzar a alquilar con sus aplicaciones móviles coches con conductor, a los precios que estimen oportunos y en competencia directa con un sector del taxi que , encima, se ve obligado a trabajar con las tarifas que les marca la administración pública (que en atención a los taxistas, las suele poner muchos más altas de las que suele fijar Uber).

Amenaza letal para el taxi

Con lo que el impacto sería de aúpa. Según datos del sector, de las mil licencias que cuelgan ahora de los tribunales alrededor de 700 serían para Mallorca y otras 300 permitirían desplegar coches por Eivissa. Eso, en el caso de Mallorca, supondría disparar la competencia: ahora mismo en Palma hay 1.237 taxis, con lo que la entrada en el mercado de hasta 700 coches más, con capacidad para competir con sus propios precios, pondría en jaque a los taxistas. No sería solo el efecto de la irrupción de nueva competencia, sería el hecho de pelear en desigualdad de condiciones: frente a estos operadores que entrarían al mercado con autorizaciones nuevas a coste bajo, la única forma que hay hoy de entrar al negocio del taxi es comprar una licencia que, en el caso de Palma, ronda los 200.000 euros, dinero que luego toca amortizar con miles de carreras y horas de trabajo.

De ahí la preocupación. Y de ahí el consenso político, que en primavera llevó a las comunidades a reunirse con el Gobierno central para, entre todos, buscar una respuesta conjunta a lo que decida el Tribunal Supremo, encargado de unificar criterio para las miles de licencias VTC en litigio en toda España. “Si se aceptan, será un cambio muy fuerte. Lo que estamos trabajando con el sector del taxi aquí es fortalecer la línea actual“, dice el director general de Movilidad del Govern, que recalca que esa estrategia pasa por conceder solo una licencia VTC por cada ocho taxis (una por cada seis en Eivissa), que es lo que se viene haciendo desde la reforma de la Ley de Transporte de 2014. Con ese planteamiento, ahora mismo hay 200 VTC en Balears, 150 en Mallorca, cifra que ya no se puede aumentar.

El problema es que ese cupo podría saltar por los aires si, a las 200 licencias VTC vigentes, el Tribunal Supremo ordenase sumar otras mil, abriendo de paso a la actividad masiva de Uber y Cabify, las AirBNB del transporte, una revolución que ya ha dinamitado el negocio del taxi en todo el planeta.

Las claves
  • El vacío legal: De 2009 a 2013 se podía pedir licencia para alquiler de coche con conductorUn vacío en la ley estatal permitía solicitar en las autonomías y sin restricción licencias VTC, un modelo utilizado tradionalmente para dar servicios de coche y chófer ligados generalmente al lujo. Esa opción fue aprovechada por algunas empresas para solicitar miles de licencias. En el caso de Balears, una sola empresa llegó a pedir casi 900 licencias. Todas fueron denegadas: los Governs de Antich y Bauzá rechazaron las peticiones, decisión que ha sido recurrida en el caso de mil licencias.
  • La amenaza: Si el Supremo da luz verde, Uber y Cabify podrían tener un millar de coches
    La situación balear se ha repetido en comunidades como Andalucía o la Valenciana. Las licencias VTC denegadas en bloque han acabado siendo recurridas por la vía del contencioso administrativo, y han llegado al Tribunal Supremo. Si los jueces dan validez a los permisos pedido durante el vacío legal, Uber y Cabify podrían accceder a mil coches en Balears.

Diario de Mallorca. Publicado por Yotaxi.

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