Taxistas y usuarios, enfrentados por la tarifa plana para viajar desde el aeropuerto
Decenas de aviones tocan tierra cada día en Manises, dejando centenares de pasajeros que llegan dispuestos a descubrir por primera vez Valencia o, sencillamente, a volver a casa. Pero el viaje no acaba en el aeropuerto. El taxi sobrevive al metro desde hace años pero, desde que se anunciara la tarifa plana aprobada por la Conselleria de Infraestructuras, el sector se ha puesto en pie de guerra.
Un montante de veinte euros por trayecto desde el aeropuerto a Valencia y de veintitrés si pasa del Bulevar Serrería hasta el puerto ha encendido la mecha del gremio, que ha convocado una huelga de cinco días, desde el 20 al 24 de enero, para protestar contra la medida y en la que se exigirá que la tarifa plana se sustituya por una tarifa mínima que compense las pérdidas que se vienen generando desde hace años.
«Está claramente mal planteado. Hay servicios que la tarifa plana no cubre, necesitamos un mínimo que sea más alto para que, al final de la jornada, nos salga rentable el día», cuenta el taxista Elías González. Y es que, el problema, es más la falta de trayectos que la realización de éstos. «Ayer llegué a las doce del mediodía y hasta las seis de la tarde no tuve pasajeros. Estoy a favor de la huelga, pero no creo que pueda seguirla tantos días. Está claro: si no trabajo, no cobro», afirma.
Pero los veinte euros no han hecho otra cosa que destapar las quejas de un sector que denuncia haber sido olvidado desde hace mucho tiempo por las instituciones. «La tarifa plana ha sido la gota que ha colmado el vaso», cuenta Enrique Navarro, otro de los taxistas que, cada día, salen desde el aeropuerto de Manises. «La publicidad que se ha dado a los abusos nos ha hecho mucho daño, pero la administración no ha hecho nada», cuenta. A la nueva medida se une, además, la reciente competencia de Metrovalencia, que llegó a Manises sin que Conselleria adaptara la oferta de taxis a la demanda. Demasiados coches para pocos pasajeros. «Deberían haber retirado licencias después del bajón de actividad. Durante estos años hemos cambiado las tarifas en favor del cliente, pero al final si el taxi tiene pérdidas las asumimos nosotros».
Los taxistas apuestan por limitar el consumo mínimo y máximo, así como seguir haciendo uso del taxímetro. «El taxímetro genera confianza en el cliente. Está homologado y ha pasado pruebas», afirma David V., conductor.
Entre los usuarios, sin embargo, ánimo de victoria. Rosario Chordá vive en los Países Bajos desde hace años y llegaba al aeropuerto de Manises con billete de ida y vuelta. «En Holanda estoy acostumbrada a estos precios. Veinte euros me parece un precio ajustado, nada excesivo, sobre todo teniendo en cuenta la distancia entre Manises y Valencia», cuenta. Los abusos a aquellos que no conocen la ciudad, una de las razones que más repiten para alabar la tarifa plana. «Evidentemente queremos pagar cuanto menos mejor y a aquellos que venimos de fuera de Valencia o de España nos viene mejor», afirma Gemma Ros. Aún así, muchos de ellos siguen prefiriendo moverse de manera subterránea y optan por la conexión de Metrovalencia. «La tarifa plana está bien pero, por el momento, muchos preferimos el metro, ¡sobre todo si viajamos con compañías low-cost!», cuenta Sergio T., recién llegado a Valencia.