Fue sorprendido por agentes de la Policía Local cuando realizaba carreras dentro del casco urbano, donde carece de licencia para ello
Un taxista de Marín se enfrenta a una posible sanción económica del Concello de Pontevedra, que podría llegar hasta los dos mil euros, después de ser sorprendido por agentes de la Policía Local cuando realizaba servicios completos dentro del municipio capitalino, una labor para la que no dispone de licencia, según explicó ayer el concejal portavoz municipal, Raimundo González Carballo. El gobierno local acordó ayer abrir un expediente sancionador a este profesional del volante y la multa que podría imponerse oscila entre los 400 y los 2.000 euros.
Según la denuncia formulada por la Policía Local, los hechos sucedieron hace poco más de un mes, el pasado 17 de enero, cuando a las 12.30 horas se localizó a este taxista en la calle Camiño de Ferro de Pontevedra dejando a un cliente. Según consta en el expediente abierto ayer, este usuario aseguró que había solicitado los servicios del vehículo en las inmediaciones del cementerio de San Mauro, por lo que se trataba de una carrera con origen y destino dentro del término municipal capitalino. La licencia que los municipios otorgan a los taxis solo se refieren a servicios dentro de ese territorio específico. Si se permite coger clientes en su propio concello y dejarlos en otro, pero no al revés ni, mucho menos, realizar carreras completas en otro municipio.
Pero es que en el caso de esta taxista de Marín, la supuesta infracción no la realizó una vez sino dos pese a que “se le advirtió en el primer caso de esa irregularidad”, según explicó González Carballo. Al parecer, después de dejar al usuario en la calle Camiño de Ferro, en las inmediaciones de la estación del ferrocarril, el profesional marinense recogió a otros dos clientes en el mismo lugar. La Policía Local siguió al vehículo de alquiler en su recorrido por el casco urbano y comprobó que dejaba a uno de los ocupantes en la calle Rosalía de Castro, si bien no pudo determinar donde se bajaba el otro “por circunstancias del tráfico”.
El portavoz municipal no precisó si la operación policial en la que se detectaron estas anomalías obedecía a sospechas anteriores hacia este mismo taxista o respondió a una denuncia previa de profesionales de la ciudad.