Pedro Sánchez quiere regular a Uber, Glovo, Cabify y Deliveroo

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. E

El presidente del Gobierno sostiene que no va a permitir “que la mal llamada economía colaborativa, bajo la falsa apariencia de modernidad, degrade los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores”.

Si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, gana las elecciones generales del 28 de abril, convertirá la regulación y el control de la economía digital, o de la economía colaborativa, en uno de sus primeros objetivos de gestión. Así lo anunció ayer ante la plana mayor del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; el director general de la OIT, Guy Ryder; los presidentes de las patronales, CEOE y Cepyme, y los secretarios generales de CCOO y UGT. También estaban presentes los consejeros de Empleo o de Trabajo de las 17 comunidades autónomas.PUBLICIDAD

En la inauguración de la II Conferencia Tripartita sobre el futuro del trabajo, Sánchez dijo que “es crucial extender la normativa laboral y la protección social sobre las nuevas formas de empleo. No podemos tolerar que la mal llamada economía colaborativa degrade los salarios y las condiciones laborales”, afirmó el presidente.

Sánchez no dio nombres concretos, pero la economía colaborativa extiende su actividad por los viajes por carretera; vehículos de turismo con conductor (VTC), como Cabify o Uber; plataformas de alquiler de vivienda, como Airbnb, o de reparto de comida y otros productos a domicilio, como Deliveroo o Glovo . Actividades que incorporan condiciones laborales muy precarias. Otras veces, las empresas obligan a los asalariados a convertirse en autónomos para que se paguen ellos la Seguridad Social. O son obligados a poner medios personales al servicio de la empresa.

La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional ha estimado recientemente la demanda presentada por UGT contra Telepizza y ha anulado la decisión de la empresa de obligar a los repartidores a aportar su propio teléfono móvil para que los clientes puedan realizar un seguimiento de los pedidos. El denominado Proyecto Trucker de la compañía consistía en instalar en el móvil del repartidor una aplicación digital de Telepizza, que activa la geolocalización del teléfono para que el cliente pudiera conocer la situación de su pedido durante el reparto de las pizzas encargadas para su entrega a domicilio.

Falsa modernidad

El presidente subrayó que “bajo la falsa apariencia de modernidad”, las nuevas fórmulas de la economía hacen que los trabajadores “puedan tener malas retribuciones o incertidumbre en el empleo”. Es más, Sánchez añadió que “no está escrito en ningún lugar que los avances de la tecnología conduzcan al deterioro de las condiciones laborales y salariales”.

En la entrada de la precampaña, pero en un tono institucional, el presidente recordó al auditorio que el deterioro de las condiciones sociales y laborales socava la democracia. “La polarización del mercado de trabajo, la dualidad de empleos fijos y temporales, implica que el crecimiento de la desigualdad y la degradación de las condiciones laborales no son inocuas, sino que tienen consecuencias y una traducción política directa”.

El presidente no dio nombres pero, para él, estos problemas sociales explican la aparición de un partido de extrema derecha como Vox, aunque Podemos, en la extrema izquierda, surgió de la protesta social del 15 de mayo de 2011, en la Puerta del Sol de Madrid. En la misma línea que el presidente, la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, dijo que “la protección social de los trabajadores es crucial para afrontar el surgimiento de los nuevos empleos, y crucial ampliar la base de financiación de la Seguridad Social”. Es decir, integrar a más empresas y trabajadores en el sistema de protección social. “La digitalización, los algoritmos, las nuevas plataformas pueden ayudar a luchar contra la economía sumergida”. “La competencia desleal -dijo Valerio- no sólo perjudica al Estado, sino también a las empresas que cumplen con sus obligaciones”.

El pasado 5 de febrero, los taxistas madrileños terminaron una huelga de 16 días para pedir la reducción de la actividad de los vehículos de transporte con conductor (VTC). La huelga concluyó sin que consiguieran ninguna de sus reivindicaciones por la negativa del Gobierno madrileño a restringir la actividad de los VTC. Sin embargo, los taxistas de Barcelona sí obtuvieron sus objetivos, y las compañías del sector de los VTC han anunciado el despido de 3.000 trabajadores.

Transformación urbana

Ciudades como Barcelona, Madrid, San Sebastián y París están controlando la actividad de los pisos de alquiler. En este caso, no tanto por un problema laboral, como sí de encarecimiento del alquiler y de transformación de las ciudades.

Precisamente, el pasado día 12, el Parlamento Europeo aprobó una propuesta de Reglamento sobre El mercado único, la competitividad de las empresas, incluidas las pymes, y las estadísticas europeas, ante la falta de armonización de las legislaciones europeas. Estrasburgo pide a la Comisión y al Consejo la adopción de un programa para que, entre otras cosas, la economía colaborativa no suponga un deterioro de las condiciones laborales y sociales. “Para ello, el programa debe contribuir a mejorar el seguimiento de la evolución del mercado interior, incluidas las repercusiones de los nuevos avances tecnológicos”. Estrasburgo reclama “la detección y eliminación de las barreras injustificadas, discriminatorias y desproporcionadas que persisten [en el mercado interior]”. Estrasburgo pide a las autoridades comunitarias que “garanticen el marco regulador de nuevos modelos empresariales innovadores, como los modelos de la economía colaborativa y el emprendimiento social, al tiempo que asegura un nivel elevado de protección social, también para los emprendedores”. El director general de la OIT, Guy Ryder, dijo que, a pesar de la economía digital, “el trabajo no es una mercancía”

Publicado por Expansión.