Historia de la Lonja (Parte I)

Lonja de la Seda (Valencia)

A mediados del siglo XV, el único dios en el que confiaban los valencianos, al menos a corto plazo, era Mercurio, protector del comercio, de ahí que construyesen esta catedral de cambalache, la joya más rutilante del gótico civil europeo, la Lonja de la Seda, para albergar las operaciones de mercaderes y a sus órganos de gobierno. Pues la seda era la principal mercancía, de la Seda se llamó. Ahora es uno de los principales reclamos turísticos que tiene Valencia.

La Lonja (o Llotja de la Seda) es una preciosa construcción gótica, declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es el único edificio de la Comunidad Valenciana que cuenta con tal distinción. Es el gótico con mayúsculas y uno de los lugares con historia de la capital del Túria. Su similitud con los antiguos castillos medievales se basa en el férreo aspecto de fortaleza que le confieren sus pétreos muros.

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La Lonja de la Seda./Felivet

Las obras, en estilo gótico con detalles renacentistas, se iniciaron en 1482 y se dieron por finalizadas en 1498. Su artífice fue Pere Compte, el arquitecto más prestigioso de la época en toda la Corona Catalano-Aragonesa. Durante la primera mitad del siglo siguiente se levantó el Consolat del Mar, un edificio adyacente, unido hoy a la Lonja por un torreón de mayor altura, de planta cuadrada y con una escalera de 110 peldaños, que carece de eje central.