El límite de velocidad a 30 kilómetros por hora se extiende ya por toda Valencia

ÁLEX SERRANO

El Marítimo se suma al centro y a los núcleos históricos de los barrios en la modificación de las normas de circulación

Las calles Eugenia Viñes e Isabel de Villena se suman hoy a las zonas de la ciudad donde la velocidad máxima está limitada a 30 kilómetros por hora. Se trata de una de las medidas que más está aplicando el tripartito en el gobierno municipal, que ya ha limitado la velocidad en el entorno de la Lonja y en la calles Serranos y Salvador. El paseo marítimo se suma así, además de a las calles ya mencionadas, a todo el espacio que queda entre Colón, Xàtiva, Guillem de Castro, Paseo de la Pechina o Blanquerías, medida puesta en marcha también por la concejalía de Movilidad Sostenible que dirige Giuseppe Grezzi. Además, la velocidad está limitada a 30 km/h en los núcleos históricos de barrios como Patraix, Ruzafa, Benimaclet o Campanar y en la práctica totalidad del barrio de la Vega Baixa.

Fuentes del Ayuntamiento diferencian entre zonas 30 y calles donde la velocidad máxima está limitada a 30 kilómetros por hora. En el primer caso, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible del Ayuntamiento de Valencia, impulsado por el Partido Popular y aprobado en 2013 con la abstención de Compromís, especifica que una zona 30 ha de dispone de aceras y calzadas al mismo nivel y las calles han de ser lo suficientemente amplias «como para permitir la segregación entre acera y calzada». Además, las intensidades de tráfico deberían ser inferiores a 5.000 vehículos/día. El PMUS también indica que el flujo de peatones «no debe ser elevado, ya que en caso contrario, sería más conveniente la implantación de una zona de prioridad peatonal». El documento especifica que hay que señalizar «de forma visible» los puntos donde empiezan y terminan las calles situadas dentro de la zona 30.

Velocidad reducida en el entorno de Quart y Abastos

El Marítimo, así las cosas, se tendrá que acostumbrar desde hoy a una velocidad reducida. La particularidad de esta decisión es que ha emanado del personal y técnicos del propio Centro de Gestión de Tráfico, a raíz de una operación para corregir una irregularidad en el diseño viario de este entorno del Marítimo. El origen se ubica en el proceso de eliminación de los pulsadores para ordenar el flujo peatonal en los semáforos de la zona, según indicó la concejalía en un comunicado.

Cruces lentos

«La presencia casi generalizada en estos cruces de uno o dos carriles, y el funcionamiento de dichos pulsadores (que hacen que entre el momento de petición de verde y el momento en que cambia el semáforo el periodo de espera sea muchas veces largo), generaba que los peatones acabaran cruzando en rojo, infringiendo la señalización. Además, los pulsadores, propios de lugares con poco flujo peatonal, estaban mal ubicados en la zona, pues la presencia de peatones es muy importante durante todo el año. Y todo ello, sin contar que en su ubicación tampoco se había previsto que necesitaran pulsarlos personas en sillas de ruedas», comentaron fuentes de la concejalía. «Se dio orden de retirar los dispositivos, y en dicha operación de desmontaje el personal municipal pudo ser testigo de las altas velocidades a las que se desplazan muchos coches y motos por estas largas vías», aseguran las mismas fuentes. Según Grezzi, «la pacificación del tráfico es una necesidad imperiosa en la ciudad de Valencia, en muchas de cuyas calles todavía es triste constatar que se circula por encima de la velocidad límite establecida para vías urbanas, haciendo caso omiso de la normativa».

Publicado por las Provincias.