La Generalitat saca un ejército de mossos a las calles de Barcelona para detener a los Cabify

Ha dado orden a los agentes de parar a los vehículos que detecten circulando sin pasajero y de imponer multas de 4.000 euros a los conductores

Coche de Cabify en Barcelona.

photo_cameraCoche de Cabify en Barcelona.

SECCIÓNDineroARCHIVADO ENbarcelonacabifyada colaugeneralitat de cataluñataxiscataluñamossos d’esquadra

La decisión de Cabify de regresar a Barcelona inventándose un truco legal para saltarse la ley anti VTC catalana ha indignado a la Generalitat. Ha contraatacado ordenando a los Mossos d’Esquadra que detengan cualquier vehículo que localicen circulando sin pasajero por las calles de la ciudad. El Ayuntamiento también colabora en las actuaciones.

Según ha podido confirmar Confidencial Digital, los Mossos, en colaboración con la Guardia Urbana de Barcelona, han intensificado los controles a los conductores de Cabify en los últimos días.

Ambas administraciones han acordado actuar de forma conjunta en la inspección de los vehículos VTC después de que hayan vuelto a operar en la capital Condal, desde el pasado jueves.

La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona coinciden en señalar que estos controles se realizan de manera ordinaria aunque puntualmente se refuerzan en zonas de gran afluencia de pasajeros, como aeropuertos o estaciones de tren.

Cabify tiene que cumplir nuevas normas en su regreso a Barcelona. Teóricamente, cada conductor tendría que dirigirse a la base o quedar estacionado tras cada servicio. El Aeropuerto de El Prat siempre ha sido terreno conflictivo casos de captación de clientes por parte de azafatas y conductores sin que el viaje fuera precontratado mediante la app.

Se supone que ahora, en el primer viaje de cada usuario tras el decreto, el pasajero tiene que esperar 15 minutos. Se supone que los coches negros tienen que permanecer estacionados en la base, que está en El Prat, o en aparcamientos públicos si no están ocupados o marchando en dirección a un cliente.

Pero el aeropuerto de El Prat se encuentra a más de 35 minutos del centro de la ciudad, lo que haría imposible que un conductor llegase a recoger al cliente en tan poco tiempo.

Cabify asegura que atenderá “cumplidamente” a cualquierrequerimiento de información que les haga la Generalitat, aunque señala que hasta ahora no han recibido notificación oficial alguna.

Por el momento, el Govern ha anunciado la apertura de un expediente informativo a la empresa Prestige & Limousine, del grupo Cabify, en el que le exige que aclare los términos de contratación y prestación de su servicio.

En un comunicado, Cabify ha afirmado que colabora con todas las administraciones en los territorios donde opera y ha recordado que volverán a operar en Barcelona con un nuevo modelo de negocio.

Ha insistido en que es el modelo de las empresas de transporte, el mismo que utilizan las VTC tradicionales que operan con normalidad en Cataluña: “Nos hemos ajustado a la normativa vigente”, defienden.

Publicado por El Confidencial

Pacto, PP y El Pi prohíben con su voto la entrada de Uber y Cabify en Baleares

El decreto ley pactado con los taxistas sale adelante con el único voto en contra de Ciudadanos

Pacto, PP y El Pi prohíben con su voto la entrada de Uber y Cabify en Baleares

Pacto, PP y El Pi prohíben con su voto la entrada de Uber y Cabify en Baleares M. Mielniekuk

Baleares prohíbe la entrada de Uber y Cabify. El decreto ley del Govern pactado con los taxistas para regular el servicio de licencias VTC, que obliga a este tipo de oferta a cerrar sus reservas con un mínimo de media hora de antelación -15 en recorridos urbanos si así lo decidieran consells o ayuntamientos- y que prohíbe la captación de clientes en la calle, lo que a la práctica impide la actividad de estos operadores, vio este martes luz verde con los votos del Pacto, del PP y del Pi y con el único voto en contra de Ciudadanos.

El conseller socialista Marc Pons, que defendió su decreto, señaló que la nueva regulación permitirá “el equilibrio del sector del transporte” y subrayó el consenso entre los taxistas y los actuales operadores de VTC.El decreto establece que no se pueden prestar servicios de VTC si no han sido contratados con una antelación mínima de media hora -dejando la puerta a 15 si así lo decidieran consells y ayuntamientos- y prohíbe la captación de clientes en la calle. Dos medidas que impiden a la práctica el modelo de grandes operadores como Uber y Cabify. El PP, que a nivel nacional apoya la liberalización del sector, se  ha sumado al apoyo al decreto señalando qu e “el PP siempre ha estado al lado de los taxistas“. No obstante, su diputada Mabel Cabrer, criticó que el ministro José Luís Ábalos, ” pasara el marrón a las comunidades, provocando diferencias territoriales y generando más conflicto”.
 El diputado de Podemos, Carlos Saura,  afeó al PP “defender aquí una cosa muy diferente a lo que hacen en Madrid” y justificó su voto en que si Uber y Cabify “tuvieran el monopolio mandaría la ley de la oferta y la demanda y subirían los precios”“El taxi es esencial para evitarlo”, defendió el diputado podemita.

Desde Més, su diputado Antoni Reus,  criticó que estas plataformas “quieran dar servicio fuera de cualquier regulación” y, desde el Pi, Jaume Font, argumentó que “la libertad de mercado no puede ser a costa de la desaparición del taxi”“La administración debe intervenir para una transición tranquila”, añadió el regionalista.

“Calco de Cataluña”

 La única oposición y el único voto en contra del decreto fue el de Ciudadanos. El portavoz del partido de Albert Rivera, Xavier Pericay, alertó de que el decreto balear “es un calco del de Cataluña”, señalando que hay riesgo de “recurso de inconstitucionalidad”, toda vez que así ya lo ha apuntado el Comité de Garantías Estatutarias de Cataluña. “Los dos sectores son complementarios”, defendió Pericay, poniendo como alternativa “facilitar desde la administración la adaptación del taxi en lugar de echar a sus competidores”.

Publicado por Diario de Mallorca