¿CETA? ¡No, gracias!

¿Quién se beneficia realmente del libre comercio? Sólo aquellas empresas multinacionales establecidas libremente a lo largo del planeta para buscar y escrutar los talleres de explotación más crueles y la mano de obra más barata.

¿CETA? ¡No, gracias!
¿CETA? ¡No, gracias! EFE
 

Y cuando parecía que el PSOE se iba a atrever, finalmente todo quedará igual. Nos referimos a ese amago de votar no al tratado de libre comercio con Canadá, más conocido por su acrónimo en inglés CETA (Comprehensive Economic and Trade Agreement). Finalmente el PSOE se abstendrá y todo seguirá igual, porque la abstención permitirá que el CETA siga adelante. Y ese es el drama del PSOE, en particular, y de la socialdemocracia, en general, haber olvidado sus orígenes, virado hacia posiciones social-liberales, siendo copartícipe de un sistema roto de gobernanza económica, denominado “neoliberalismo”, surgido a mediados de la década de 1970 y basado en falacias económicas. Solo cuando la socialdemocracia se desprenda de esa mochila, tal como ya han hecho Jeremy Corbyn y Bernie Sanders, recuperará a su electorado.

El lavado de cerebro de la ortodoxia económica hace ya décadas que se infiltró en todos los ámbitos de poder

El lavado de cerebro de la ortodoxia económica hace ya décadas que se infiltró en todos los ámbitos de poder (políticos, económicos, sociales, académicos, mediáticos e institucionales). Pero es que además el marco de trabajo del régimen neoliberal, con sus pilares básicos, se fundamentan en principios falsos, que no se ajustan a la realidad de los datos. Los últimos análisis de James Montier, y Philip Pilkington, (“Six Impossible Things Before Breakfast”, y “The Deep Causes of Secular Stagnation and the Rise of Populism”), así lo demuestran. Pero vayamos al CETA y por qué hay que votar que no.

Un poco de teoría económica

La teoría económica que se utiliza para justificar la liberalización del comercio es el modelo simple de ventaja comparativa ricardiana. Básicamente indica que los países deben especializarse en la producción de aquellos productos en los que son mejores. En esencia es aplicar el argumento de la división del trabajo de Adam Smith a los países en lugar de a las personas. Este modelo simple se re-escala hasta otro de equilibrio general llamado el modelo de Hecksher-Ohlin, que fue el que realmente se utilizó para justificar la liberalización del comercio en los últimos años. Pero sus hipótesis de partida son falsas.

El comercio liberalizado ha diezmado los empleos manufactureros bien remunerados en los países desarrollados

Asume el pleno empleo en todos los países, pero la mayoría de las economías no están funcionando al pleno empleo en un momento dado. También asume una competencia perfecta y una función de producción homogénea que asigna perfectamente el capital transferible según se requiera, mientras que en realidad no existe una competencia perfecta, las funciones homogéneas de producción son lógicamente incoherentes y la noción de capital transferible es una ficción falsa. Hay otros problemas con el marco teórico, pero quizás lo más importante es que el modelo presupone que no se producirán desequilibrios comerciales. Sin embargo tales desequilibrios ocurren una y otra vez. Hoy en día, el comercio liberalizado ha diezmado los empleos manufactureros bien remunerados en los países desarrollados.

Los estudios del economista coreano Ha-Joon Chang

Pero si Pedro Sánchez y quienes le asesoran quieren profundizar un poco más en porqué hay que dar un paso adelante y decir no al CETA les recomiendo los estudios del economista coreano Ha-Joon Chang, profesor en Cambridge, posiblemente el mayor experto mundial en Economía del Desarrollo, y sin duda alguna uno de los economistas heterodoxos más relevantes en el panorama actual.

Las propuestas de Chang no son anti-capitalistas, sino críticas con un tipo particular de capitalismo, el de libre mercado. Su flanco principal de ataque son las políticas ortodoxas promovidas por instituciones financieras internacionales -FMI, Banco Mundial, Organización Mundial del Comercio-. Contrario a la ortodoxia económica Chang propone que los países en desarrollo, tal como era España a principios de los ochenta, se debían integrar en la economía mundial con políticas industriales selectivas, protegiendo industrias nacientes y regulando las finanzas nacionales e internacionales. Justamente lo contrario a lo que finalmente acabó haciéndose y que terminó con un intenso proceso de desindustrialización de nuestro país. Y de aquellos barros estos lodos. Chang cuestiona, en definitiva, la comprensión ideológica del libre mercado dominante, lo que unido a la poca atención que prestan a la historia la mayoría de economistas, les lleva a imponer políticas erróneas. Sólo Asia, especialmente países como China, Corea o Singapur, lo entendieron. De ahí su desarrollo actual.

Lo que nos ocultan del CETA

Desde estas líneas hemos escrito largo y tendido sobre el Tratado Transatlántico de Libre Comercio e Inversión, más conocido por su acrónimo en inglés TTIP. Ocurre exactamente igual con el CETA. Por encima de todo destaca el ocultamiento de información a la ciudadanía. Los líderes políticos involucrados en la negociación del TPPI o del CETA se sientan en una misma mesa con representantes de los lobbies industriales y financieros, decidiendo el futuro de la protección de los consumidores y del medio ambiente a ambos lados del Atlántico.

Se ansía eliminar todas las garantías que en Europa se han conseguido de protección del consumidor y del medio ambiente

Los ciudadanos europeos están al margen de este proceso, que conlleva graves retrocesos democráticos. El CETA pretende en realidad eliminar los impedimentos comerciales no tarifarios, es decir, que los estándares de producto, las obligaciones relativas a la protección del clima y todas las demás limitaciones comerciales, excepto los aranceles, den mayor facilidad a la compraventa de mercancías y servicios entre la Unión Europea y Canadá. Se ansía eliminar todas las garantías que en Europa se han conseguido de protección del consumidor y del medio ambiente.

Al final, ¿quién se beneficia realmente del libre comercio? Sólo aquellas empresas multinacionales establecidas libremente a lo largo del planeta para buscar y escrutar los talleres de explotación más crueles y la mano de obra más barata. El libre comercio, tal como le entienden, es una carrera global que arrastra al factor trabajo al fango, a la cuasi-esclavitud. Por todo ello, ¿CETA?, ¡No, gracias!.

Publicado por Voz populi.

La matriz de Cabify en Delaware entra en el negocio de los taxis y se queda la colombiana Tappsi

Maxi Mobility Inc, matriz en Delaware (Estados Unidos) de Cabify, la empresa española que compite con Uber en el negocio del transporte a través de coches con conductor, se ha metido de lleno en el negocio de los taxis, un colectivo que en España acusa a esta empresa de “competencia desleal”. Para ello, Cabify ha elegido Colombia.

Según documentación oficial, su matriz se ha hecho recientemente con el 100% de la colombiana Tappsi SAS, el equivalente en ese país al servicio que en España ofrecen empresas como la alemana MyTaxi.

La operación se ha llevado a cabo a través de la empresa luxemburguesa Agixo SARL, que tiene el 100% de las acciones de la colombiana Tappsi SAS y que el pasado 21 de abril pasó a tener como único accionista a Maxi Mobility Inc, matriz de Cabify. Hace dos semanas, el pasado 9 de junio, el directivo español de Cabify Juan Ignacio García Braschi, de 35 años, fue nombrado administrador de Agixo.

Preguntada por este asunto, Cabify no ha querido hacer comentarios y se remite a la reciente alianza estratégica que, según avanzó Bloomberg la semana pasada, ha firmado con su competidora Easy Taxi (brasileña) para expandirse en Latinoamérica. Hasta ahora, la propietaria de Tappsi era Easy Taxi, que se la compró a su fundador, el colombiano Juan Salcedo, a finales de 2015.

Las cuentas de Agixo de 2015 (únicas que se han publicado) valoraban a cierre de ese ejercicio el 100% de la colombiana Tappsi en 3,9 millones de euros.

El 20% de los taxistas

Tappsi echó a andar en septiembre de 2012 y es, con más de tres millones de descargas, la aplicación más exitosa de Colombia, un país donde Cabify opera desde agosto de 2015 y en el que actualmente la española cuenta con una flota de unos 20.000 vehículos.

En 2016, Tappsi ya agrupaba a unos 75.000 taxistas colombianos, a los que llama tappsistas y que equivalen a uno de cada cinco profesionales de este sector en el país. La empresa permite a sus tappsistas recibir carreras a través de su teléfono móvil previa instalación de su aplicación, a cambio de una comisión por cada servicio.

Cabify no ha sido ajena a las iras de los taxistas colombianos contra esta empresa y Uber. El pasado 10 de mayo, unos días después de quedarse con Tappsi, Cabify Colombia invitó a los profesionales de este sector a hacer “las paces” en plena jornada de  huelga de taxistas en las principales ciudades del país para protestar contra las actividades de empresas como Uber y la propia Cabify

Según su web, Tappsi presta servicio actualmente en las ciudades colombianas de Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cartagena, Cali, Armenia, Pereira, Manizales y Bucaramanga. También tiene operaciones en Perú y Ecuador. Por su parte, Cabify está presente en cuatro ciudades colombianas, según su web: Barranquilla, Bogotá, Cali y Medellín.

Cabify, además de en España y en Colombia, está presente en Argentina, Brasil (ya es su principal mercado), Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú, Portugal, República Dominicana y Uruguay.

La empresa, que tiene entre sus principales accionistas a Seaya Ventures, fondo de capital riesgo pilotado por Beatriz González, hija del presidente de BBVA, Francisco González, está intentando expandirse en Latinoamérica. Para ello, está intentado levantar financiación por importe de al menos 300 millones de dólares, según Bloomberg.

Publicado por el Diario.

Asestan nueve cuchilladas a un taxista en Burjassot

Puerta del servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Valencia.
Puerta del servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Valencia. / Irene Marsilla

Los violentos hechos ocurrieron pocos minutos después de las cuatro de la madrugada

JAVIER MARTÍNEZValencia

Un taxista de 51 años resultó herido en la madrugada de ayer al ser acuchillado junto a una gasolinera en la plaza del Pozo en la localidad de Burjassot. La víctima recibió hasta nueve puñaladas en una brutal agresión cometida por dos individuos, según informaron fuentes policiales.

Los violentos hechos ocurrieron pocos minutos después de las cuatro de la madrugada. Tras ser acuchillado en circunstancias que no han trascendido, el taxista consiguió llegar al volante de su vehículo a la comisaría de la Policía Nacional de Burjassot, donde pidió ayuda al agente que se encontraba de servicio.

La víctima circuló con el taxi unos 700 metros a pesar de las nueve puñaladas que le asestaron. El Centro de Coordinación de Emergencias recibió a las 4.23 horas de la madrugada el aviso del brutal apuñalamiento. Un equipo del SAMU acudió con urgencia a la comisaría de Burjassot para asistir al herido. Mientras esperaba a la ambulancia, el taxista explicó a la policía que había sido agredido por dos hombres delgados y morenos. Los sanitarios comprimieron las heridas de arma blanca para detener las hemorragias y trasladaron al hombre al Hospital Clínico de Valencia. La víctima ya ha recibido el alta médica.

Publicado por las Provincias.